El parto es mucho más fácil si el bebé está en posición cefálica. Sin embargo, a veces la presentación es distinta y puede colocarse en podálica (con los pies mirando al canal del parto) o, por ejemplo, de nalgas, con la que está sentado y su culete es lo primero que aparece.
El parto de nalgas supone el 3-4% del total de partos. Pero para que el niño pueda venir al mundo mediante un parto vaginal estando así colocado es necesario que se den una serie de factores, como nos detalla el Dr. Sebastián Sessa, ginecólogo de la Unidad de la Mujer-Hospital Ruber Internacional, de Madrid, y miembro de Top Doctors.
¿Por qué el niño se coloca de nalgas?
Hay distintos factores que influyen en que el bebé se coloque de nalgas durante su periodo intrauterino, tal como detalla el experto:
- Factores maternos: Algunos problemas en la madre, como malformaciones en el útero, miomas y alteraciones en la pelvis pueden hacer que el feto se sitúe de nalgas. También “hay un riesgo aumentado si se trata del primer embarazo”, comenta el Dr. Sessa.
- Factores fetales: La prematuridad, el bajo peso del feto, que haya poca movilidad fetal y ciertas anomalías congénitas (como el síndrome de Down) condicionan también esta posición. Además, es más frecuente en el sexo femenino y cuando hay una gestación múltiple.
- Factores ovulares: Si la placenta tiene algún problema, como cuando hay placenta previa o cuando hay una inserción baja de la misma, puede obstaculizar la salida del bebé a través del canal del parto. También influye la escasez o el exceso de líquido amniótico y que haya circulares de cordón umbilical o este sea muy corto.
¿Qué riesgos conlleva el parto de nalgas?
Cuando el niño está de nalgas en el momento de nacer hay más riesgo de complicaciones para él. Así, “entre un 20 y un 40% de los fetos en presentación de nalgas nacen antes de las 37 semanas de gestación”, indica el ginecólogo de Top Doctors. Además, puede haber también una rotura prematura de membranas, antes de que la mujer se ponga de parto.
En el mismo momento del nacimiento se pueden producir también algunos problemas de importancia como el prolapso del cordón, cuando el cordón umbilical sale a través de la vagina antes del nacimiento, “lo que constituye una urgencia obstétrica”, advierte. También es frecuente la distocia de cabeza última: “Se trata de una complicación extremadamente grave, donde tras la salida del cuerpo fetal, la cabeza se queda retenida”, detalla el Dr. Sessa.
Son, en general, partos más complicados en los que a veces hay traumatismos, pues “las maniobras obstétricas pueden original diferentes lesiones en el feto”.
¿Hasta cuándo puede darse la vuelta el niño?
Es habitual que el feto esté de nalgas hasta la semana 32 de embarazo. Pero lo más frecuente es que entre la semana 28 y la 32 el bebé se voltee de forma espontánea para ponerse en posición cefálica. Algunos esperaran un poco más y llevan a cabo este movimiento entre las semanas 32 y 36.
Por este motivo, los obstetras esperan hasta la semana 37 para determinar si esa es la presentación definitiva. “A partir de esa semana se puede plantear la realización de una versión cefálica externa en caso de que el feto continue en presentación de nalgas”, indica el especialista.
Con la versión cefálica externa, el obstetra hace una serie de maniobras manuales sobre el vientre de la madre para intentar que el niño se dé la vuelta. “Dicha técnica es muy segura y tiene una tasa del éxito del 50%”, destaca el ginecólogo.
¿Cesárea o parto vaginal si está de nalgas?
Tal como cuenta el Dr. Sebastián Sessas, en los últimos años la tendencia habitual es que la mayoría de los nacimientos en los que el niño viene de nalgas sea a través de una cesárea para evitar las posibles complicaciones que pudieran plantearse.
Sin embargo, él aboga por informar a la embarazada de que “la vía vaginal para el parto de nalgas puede ser una opción viable, segura y razonable, siempre y cuando sea el deseo de la mujer, se cumplan una serie de requisitos, exista una experiencia suficiente por parte del equipo que asiste el parto, así como protocolos específicos para el manejo de este tipo de situaciones”, detalla.
Así, los criterios para realizar un parto vaginal cuando el niño está de nalgas son los siguientes:
- Peso fetal entre 2.000-2.500 y 4.000 gramos.
- Gestación única o gemelar.
- La cabeza fetal debe estar flexionada o indiferente.
- El bebé ha de estar en naglas completas o puras (al realizar un tacto vaginal se palpa únicamente la nalga o ambos pies).
- El parto progresa adecuadamente.
- No hay contraindicaciones para llevar a cabo un parto vaginal.
- El obstetra tiene experiencia en este tipo de partos.