Hay muchos factores que se tienen en cuenta a la hora de ser madre: estabilidad personal y profesional, situación económica, estado de salud, edad... Todo ello va condicionando el momento en que la mujer se decide a intentar el embarazo. Algunas optan tener todos los hijos muy seguidos y para otras es mejor esperar a que crezcan un poco y luego buscar un nuevo bebé.
Al margen de preferencias personales, desde el punto de vista médico hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta. Nos las revela la Dra. Ariana Serrano Olmedo, obstetra y ginecóloga especialista en Medicina materno-fetal.
¿Qué es el periodo intergenésico?
En Medicina se habla de periodo intergenésico para denominar aquel que se encuentra entre dos embarazos. Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que es el que está “entre la fecha del último evento obstétrico (bien sea un aborto, un parto vaginal o una cesárea) y el inicio (fecha de la última menstruación) del siguiente embarazo”, detalla la Dra. Serrano.
Así, pues, para calcular el tiempo que se debe esperar para buscar el siguiente embarazo, no solo hay que tener en cuenta los partos y el tipo de nacimiento (será diferente si ha sido un parto vaginal o una cesárea), sino también si la mujer ha sufrido algún aborto.
¿Cuál es el tiempo mínimo entre dos embarazos?
Para que la mujer pueda recuperarse del todo, “el tiempo recomendado de espera para iniciar un nuevo embarazo debe ser de, al menos, 18 meses”, destaca la obstetra (@dra.arianaserrano, en Instagram). Según la OMS, el tiempo óptimo estaría entre 18 y 27 meses.
Así, desde el momento del nacimiento, habría que contar 18 meses como mínimo no para un nuevo nacimiento sino para comenzar la gestación. Así, los dos hermanos se llevarían entre ellos al menos 27 meses, algo más de dos años de edad.
Pero también se marcan tiempos máximos. Así, el intervalo entre dos gestaciones no debería ser mayor a 60 meses; es decir, cinco años. Todo ello, según concreta la especialista, “para reducir el riesgo de complicaciones maternas o del bebé”.
¿Qué ocurre si los embarazos son muy seguidos?
Cuando hay un nuevo embarazo antes de que hayan pasado 18 meses desde el parto anterior, estaríamos ante lo que se denomina “periodo intergenésico corto”. En este caso, tal como advierte la Dra. Ariana Serrano, “aumentan los riesgos de tener un parto prematuro, una rotura uterina, bajo peso al nacer y restricciones del crecimiento intrauterino”.
Las complicaciones pueden ser aún mayores si el intervalo entre las dos gestaciones es menor a seis meses. En este caso, se incrementa la probabilidad de aborto, rotura prematura de aguas, anemia y endometritris puerperal (infección uterina). “También aumenta en un 40% el riesgo de parto prematuro y en un 60%, el riesgo de bajo peso al nacer”, alerta.
¿Por qué hay más riesgos en estos casos?
Las mujeres que tienen hijos demasiado seguidos (menos de seis meses entre el parto y el inicio del embarazo) pueden sufrir los riesgos ya comentados. Pero ¿cuál es el motivo? Son estos, según detalla la obstetra:
- Disminución de la reserva de ácido fólico.
- Persistencia de la inflamación generalizada que produce un embarazo.
- Anemia materna.
- Falta de regulación hormonal.
“En casos de pacientes con una cesárea previa, el principal riesgo es el de dehiscencia (o rotura) de la cicatriz uterina, que aumenta de manera importante si el periodo integenésico es menor a seis meses (en torno al 1,5-2%)”, destaca.
Al margen de estos aspectos, hay que considerar también el factor emocional, que requiere de un tiempo para que la madre interiorice y se haga con su nuevo rol, adaptándose a los grandes cambios que conlleva tener un hijo o aumentar la familia.
Las recomendaciones de la OMS
En el año 2005, la Organización Mundial de la Salud hizo una serie de recomendaciones a raíz de que un comité de expertos se reuniera y analizara múltiples estudios. Sus conclusiones fueron las siguientes:
- Después de un nacimiento vivo, el intervalo mínimo recomendado antes de intentar el próximo embarazo es por lo menos de 24 meses, a fin de disminuir el riesgo de resultados adversos para la salud materna, perinatal e infantil.
- Después de un aborto, ya sea espontáneo o inducido, el intervalo mínimo recomendado para tener el próximo embarazo es por lo menos de seis meses, para minimizar los riesgos que puedan afectar a la salud materna y perinatal.