retraso madurativo en el ni o© AdobeStock

Retraso madurativo: ¿qué implica para el niño?

Hay unos hitos del desarrollo que la mayoría de los niños van cumpliendo durante la infancia. Sin embargo, otros pequeños se quedan atrás y su evolución es distinta. ¿En qué consiste el retraso madurativo?


7 de enero de 2022 - 15:23 CET

El retraso madurativo incluye distintas alteraciones y trastornos que hacen que el niño no vaya al mismo ritmo que el resto de menores de su edad. Pero es un concepto muy amplio donde se incluyen distintas afectaciones de diversos órdenes.

Para ti que te gusta

Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte

Navega de forma ilimitada con nuestra oferta

1 año por 49€ 9,80€

Este contenido es solo para suscriptores.

Celebramoscon un 80% de descuento.

Suscríbete 1 año por 49€ 9,80€

TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

La Dra. Cristina Torres-Rivas, experta en Neuropsicología Clínica y psicóloga forense del Hospital de Mataró, en el Instituto de Neuropsicología Clinico/Forense, y profesora asociada de la Universidad Autónoma de Barcelona, nos da las claves para entender el retraso madurativo.

Un desarrollo más lento

Lo que caracteriza fundamentalmente al retraso madurativo es que en los niños que lo tienen hay una evolución más pausada, por lo que tardan más en alcanzar los hitos del desarrollo. “Es decir,  su neurodesarrollo va más lento”,  destaca la experta.

El retraso madurativo no afecta solo a un área de desarrollo. Puede que la motricidad o el habla o la socialización sean las que no van acorde con el resto de niños de la misma edad. “Cuando su afectación sea en una de esas áreas específicas, por ejemplo, el lenguaje, hablaremos de trastorno específico del lenguaje”, señala la Dra. Torres-Rivas.

Lo que tienen en común todos los casos es que “hay un retraso cronológico en el desarrollo de los hitos (motriz, sensorial, cognitivo, de la socialización). Es decir, a la edad que esperamos que los niños hayan adquirido ciertas destrezas, estos no las han alcanzado”.

¿Cuándo se puede detectar?

Teniendo en cuenta que el retraso madurativo tiene distintas manifestaciones y afecta a diferentes áreas, no se puede hablar de un único tipo de retraso madurativo.

No obstante, se suele detectar en la primera infancia. Lo más habitual es que en los seis primeros años de vida ya se haya dado ‘la voz de alarma’. De hecho, en algunos bebés, incluso en lactantes, ya es visible.

Pero ¿qué puede causar el retraso madurativo? Determinar la causa es un proceso complejo en el que se necesita la colaboración de distintos especialistas como el neuropediatra, el neonatólogo o el psicólogo. En ocasiones no se llega a saber nunca, pero “algunos casos pueden ser debidos a un nacimiento prematuro con bajo peso, al consumo de drogas y/o alcohol durante el embarazo, a la carencia de estimulación... “, detalla la especialista.

¿Está asociado a discapacidad intelectual?

El hecho de que el niño tenga retraso madurativo no implica discapacidad intelectual en todos los casos. Ya sabemos que el retraso madurativo puede afectar al habla o a la socialización, sin que el aspecto cognitivo esté comprometido. Eso sí, cuando la afectación está en varias áreas deja de llamarse retraso madurativo para ser denominado ‘trastorno generalizado del desarrollo’.

“Es un término que incluye afectaciones de distinta etiología y distinta gravedad y no es exclusivamente discapacidad intelectual. Aunque a menudo pueda confundirse, no son sinónimos y no siempre van de la mano”, aclara la neuropsicóloga.

¿Qué necesita el niño con retraso madurativo?

Siempre que haya duda sobre si el desarrollo del niño está siendo el adecuado, hay que pedir ayuda a especialistas.  Puede que el niño tarde más en sujetar la cabeza de lo que debería, o que no consiga decir sus primeras palabras en sus dos primeros años, o que no se relacione... Lo más aconsejable, según recomienda la experta, es solicitar una valoración en centros de atención temprana, donde hay una intervención multidisciplinar, gracias al trabajo conjunto de neuropediatras, fisioterapeutas, logopedas, psicólogos y trabajadores sociales.

“Todos ellos trabajarán para potenciar las capacidades de desarrollo y bienestar que permitan a ese niño la máxima integración con el entorno”, destaca. Así, para cada niño se va a individualizar un programa específico que incluya sus dificultades concretas.

Como señala la experta, es diferente el tipo de terapia que puede necesitar un pequeño con problemas de motricidad a otro con retraso madurativo global, para el que hay que llevar a cabo un programa donde se favorezca tanto la evolución física y sensorial como la intelectual y afectiva.

¿Cómo evolucionan los niños con retraso madurativo?

Como el retraso madurativo implica gran número de casos diferentes, no se puede hablar de forma global de un pronóstico. Algunos niños conseguirán superar ese desfase temporal y otro no. 

“Es lógico pensar que la evolución será distinta en los casos más complejos de retraso madurativo frente a los casos de retraso madurativo simple o específico (por ejemplo, un trastorno del lenguaje).  Ambos se beneficiarán de la intervención, pero la terapia y el pronóstico serán distintos”, indica la Dra. Cristina Torres-Rivas.