¿Puede que la hora de la comida se haya convertido en una batalla campal en tu casa? Si tienes un hijo de alrededor de un año y estás en ese punto, esto te interesa y es que todos los niños pasan por esa fase de tirar la comida al suelo.
En primer lugar, cuenta hasta 10 (o hasta 20 si hace falta) y mantén la calma. Ellos no lo hacen ni para ponerte a prueba ni para “reírse de ti”, simplemente están en una etapa de experimentar cosas nuevas y probar la ley de la gravedad constantemente. “En su camino de querer descubrir el mundo los bebés se convierten en mini científicos. Necesitan experimentar y tirar los alimentos al suelo es uno de los mayores experimentos. Escuchar el ruido que hace un alimento cuando cae el suelo, el sonido que hace un trozo de kiwi, ¿será diferente del puré? Y por supuesto necesitan experimentar una y otra vez si la reacción que tiene papá o mamá cuando tiro un alimento al suelo será siempre la misma. Prueban y prueban y vuelven a probar 10, 20 y 100 veces porque estos pequeños y pequeñas científicas necesitan saber si siempre y absolutamente siempre, tenemos la misma reacción. También, a veces cuando no saben dónde poner lo que tienen en las manos lo tiran al suelo”, nos explica Naila Martínez, nutricionista infantil del Centro de Nutrición My Nutritionist (@my_nutritionist).
Ármate de paciencia, es una época que pasa…
Por estos motivos principalmente, por más que le digas que no tire la comida al suelo no vas a tener mucho éxito ya que solo vas a crear más ansiedad y crispamiento en ti y que se acerque la hora de la comida sea más un suplicio que un momento de unión para compartir en familia.
Lo bueno de todo esto es que es solo una etapa que pasará, pero tendrás que armarte de paciencia mientras tanto: “Suelen hacerlo alrededor de los 12 meses que es el pico de experimentación con su entorno, pero puede ser que lo experimenten a los 10 o a los 15. Y suelen dejar de hacerlo entre el año y medio y los 2 años”, nos cuenta la experta.
No te enfades ni le riñas
A estas alturas ya sabrás que tu hijo tira la comida al suelo en su afán de evolucionar y experimentar con todo lo que tiene a su alrededor por eso, no intentes razonar con él: primero porque están en una edad que todavía no tienen la capacidad de comprensión de que se debe o no se debe hacer y segundo, no te enfades. “Actuar así forma parte del proceso de su evolución y desarrollo, y es poco probable encontrar la forma de que no lo hagan, pero sí que es importante que nuestra reacción siempre sea la misma. Sin gritar ni enfadarnos, le indicaremos a nuestro bebé que eso no se tira al suelo, lo hagan las veces que lo hagan es importante mantener la calma y repetir el mismo argumento. Incluso cuando nos miran desafiantes mientras tiran el alimento al suelo. También podemos utilizar el método del plato vacío, que consiste en dejar un plato vacío cerca para que puedan dejar todo lo que no quieren en el plato. Pero es cuestión de repetir una y otra vez, y tener mucha paciencia”, aconseja la nutricionista.
Si le pones la comida en el plato y empieza comiendo bien, pero al poco tiempo no quiere terminar de comer y comienza a jugar con la comida, es momento de retirarla. Hay días en los que los niños no tienen tanto hambre como otros, y puede que no quieran toda la cantidad que les ponemos en el plato. En estos casos una vez que se le retira la comida se le puede ofrecer un juguete para que siga jugando, o incluso bajarle de la trona para que pueda jugar en el suelo.
Consejos para inculcar buenos hábitos en la mesa
Es importante respetarles siempre ya que son bebés que están en proceso de aprendizaje, de experimentación y descubriendo todo lo que se van encontrando nuevo a su alrededor. Para ayudar a crear un buen ambiente alrededor de la mesa en las comidas, la nutricionista nos da unos consejos para intentar que reine la armonía a la hora de comer con tus hijos:
- Respetar su sensación de hambre y saciedad es la clave para evitar situaciones irritantes entorno a la mesa. Si tenemos hambre vamos a la mesa y comemos, si no tenemos hambre podemos ir a jugar y más adelante volveremos a la mesa.
- Mantener la calma, entender que son personas individuales como nosotros y que tienen sus gustos y sus preferencias.
- Generar un ambiente agradable entorno a la mesa también es importante, permitirá que quieran sentarse siempre y hacer una actividad que debe ser divertida para ellos y ellas.