Algunas situaciones comunes como tener fiebre pueden resultar una complicación durante el embarazo. Es importante saber de qué manera actuar para minimizar, en la medida de lo posible, los riesgos.
El Dr. Carlos Pascual Botía, responsable de la Unidad de Obstetricia de Alto Riesgo y Diagnóstico Prenatal de Clínica de Fertilidad Equipo Juana Crespo, nos da las claves que hay que conocer sobre la fiebre en el embarazo.
¿Cuál es la temperatura habitual durante la gestación?
Cuando la mujer se queda embarazada vive una auténtica revolución hormonal que afecta a todos los órdenes. También a su temperatura corporal. De hecho, tal como explica el Dr. Pascual “hay un aumento de la misma de entre medio grado a un grado, sin que esto suponga ningún problema”.
Es decir, si tu temperatura basal habitual era de 36,1 ºC, durante el embarazo puedes estar en 36,6 ºC sin que haya fiebre. Es todo efecto de las hormonas, y durante estos nueve meses se quedará así, más o menos alta, dependiendo también de la época del año.
¿Cuándo consideramos que hay fiebre?
Los rangos para medir la fiebre en el embarazo son los mismos que cuando la mujer no está embarazada. Al igual que para el resto de la población, se considera fiebre cuando pasa de 38 ºC y febrícula, cuando es más alta de 37,5 ºC.
Así, si es más alta de 38 ºC podemos hablar de fiebre (no sería un efecto de las hormonas) y la mujer tendría que vigilar estrechamente cómo evoluciona, con el objetivo de evitar que sea una fiebre mantenida a lo largo de varios días y que suba mucho.
¿Qué causas pueden provocar fiebre en el embarazo?
La fiebre durante el embarazo se puede presentar por problemas propios de la gestación o por otros comunes que también sucedan en estos nueve meses.
Entre estos últimos puede haber un catarro, un resfriado o una gripe, como podría tener el resto de la población, que curse con fiebre. También infecciones renales o de orina, que son muy frecuentes en la mujer gestante.
Con respecto a las causas que, directamente derivadas del embarazo, pueden causar fiebre estaría, por ejemplo, un aborto que haya dejado restos, provocando una infección. Y también una coriamnionitis, que es una infección de la placenta o del líquido amniótico, cuando la bolsa amniótica lleva rota un tiempo y esto ha pasado inadvertido. “Aunque es infrecuente, provoca fiebre alta, flujo abundante y de mal olor, contracciones y frecuencia cardiaca alterada en el feto”, advierte el Dr. Pascual.
La coriamnionitis se puede presentar en el tercer trimestre y muy próxima al momento del parto. Así, la mujer rompería aguas y no es consciente de ello (al haber poco líquido amniótico que va saliendo muy poco a poco), lo que provocaría finalmente esta infección.
¿Cómo reaccionar cuando hay fiebre en estos nueve meses?
La recomendación cuando una mujer tiene fiebre durante el embarazo es que lo comunique a su médico. El objetivo principal es averiguar cuál es el foco y poner el tratamiento adecuado.
“Una infección de orina sin tratar puede derivar en un cuadro muy grave como una sepsis, por lo que conviene que la embarazada acuda a su médico si tiene fiebre y no sabe de dónde puede venir”, insiste el especialista de Clínica de Fertilidad Equipo Juana Crespo. Esto es importante sobre todo cuando no se conoce dónde está la causa que provoca la fiebre para ir descartando problemas.
Si la mujer se vacuna y tiene fiebre los días posteriores, “no hay que preocuparse; es efecto de la vacuna y bastará con que tome paracetamol; eso sí, evitando que la fiebre suba mucho”, aconseja el Dr. Pascual.
Una vez que esté diagnosticada la causa, el ginecólogo prescribirá el tratamiento más adecuado, que en caso de infección bacteriana, como la de orina, puede ser un antibiótico, pues los hay totalmente compatibles con la gestación. Para cuadros más leves que pueden cursar con algo de fiebre, como un resfriado, lo habitual será que la mujer tome paracetamol “que es el más seguro y muy efectivo en el embarazo”.
¿Qué puede suceder con fiebre muy alta en el embarazo?
Ya sabemos que cuando la mujer tiene fiebre y no sospecha de dónde puede venir, tiene que acudir al médico. Este sería el primer objetivo. Pero el segundo sería lograr que la fiebre no suba mucho; es decir, que no llegue a 39 o 40 ºC.
Las consecuencias de la fiebre alta en el embarazo pueden ser graves. Así, “ al comienzo del embarazo puede haber un aborto o producirse alguna malformación fetal”, advierte el Dr. Carlos Pascual.
En el segundo trimestre el bebé está más protegido, es la etapa más segura del embarazo, pues el feto ya tiene un nivel de desarrollo más alto, por lo que si aparece fiebre (no muy alta), puede que no tenga repercusiones negativas.
Si la fiebre alta se presenta en el tercer trimestre, “puede desencadenarse un parto prematuro por efecto de las contracciones”, destaca el obstetra.