10 frases que no deberías decir a una madre que da el pecho

La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y poder alargarla hasta los dos años (incluso más, si la mamá lo desea).

Pero en realidad la única que tiene potestad para tomar esa decisión es la propia madre. Frases como esta “es de las que más hondo calan a las mamás. Si vemos a un niño mayor tomando un biberón no nos sorprende, pero si le vemos enganchado a la teta… la cosa cambia”, nos comenta la asesora.

El bebé debe comer a demanda y eso significa tenerle que poner al pecho las veces que lo requiera el pequeño.

“Esta es la típica frase, sobre todo de los abuelos, cuando ven que después de darle su madre el pecho, el bebé se pone a llorar o vuelve a pedirlo a los 10 minutos. Darle un biberón no es la solución, la solución es ponerle al pecho las veces que sea necesario y las veces que el bebé lo pida. En ocasiones los bebés piden el pecho no sólo por hambre, sino por consuelo, necesitan contacto con su madre etc”, explica la experta.

Este es un comentario más común de lo que creemos y que sin embargo puede generar mucha incertidumbre a la mamá.

“Esto es lo último que le podemos decir a una madre, ya que el concepto de “no lo estas haciendo bien” es muy variable. Cada madre sabe qué es lo que tiene que hacer y lo hará de la mejor manera posible tanto para ella como para su bebé. De modo que, si a ti en concreto no te parece que lo esté haciendo bien, a no ser que la madre te pida opinión, es un comentario innecesario, ya que sólo genera dudas y miedo en la mamá”, afirma la experta.

Definitivamente, esta frase la dicen aquellas personas que no tienen conocimientos sobre lactancia. El calostro es la leche que aparece los primeros días de vida del bebé.

Mireya nos explica que: “El calostro es el precursor de la leche materna, proporciona al bebé todo lo necesario los primeros días de vida. Cierto es que, el calostro es escaso en comparación a la leche materna, pero suficiente para cubrir las necesidades del bebé. Le confiere protección frente a infecciones y enfermedades, pues está cargado de anticuerpos y sustancias protectoras. Que no nos engañen, el calostro es oro líquido para nuestro bebé”.

Esta frase está muy relacionada con la anterior y es que según nos cuenta la experta, la leche de cada toma pasa por diferentes fases y contiene una gran variedad de componentes en distintas cantidades: “La primera leche que sale del pecho, al comenzar la toma, contiene más lactosa y su aspecto es mas acuoso, pero esto no quiere decir que no alimente. Por otro lado, la parte final de la toma contiene más grasas y es más densa”, puntualiza.

Como ya hemos comentado en otra de las frases los bebés deben comer a demanda y eso implica que pidan el pecho muy seguidamente.

Pero no sólo piden el pecho por hambre sino porque necesitan sentir seguridad, consuelo, estar en contacto con sus madres. “Es normal, sobre todo en las primeras semanas de vida que cada poco tiempo el bebé pida el pecho, al fin y al cabo, vienen de estar metidos en el útero, calentitos y en un espacio pequeñito y ahora le tenemos totalmente “desarropado” y en un espacio inmenso”, nos explica Mireya.

Existen muchos profesionales que todavía recomiendan este tipo de lactancia y según la asesora: “Esto es un mito en toda regla”. La lactancia materna no entiende de tiempos.

“El pecho se ofrece siempre que el bebé lo necesite o lo pida. Es más, al principio la leche sale menos densa y según va succionando el bebé más tiempo termina saliendo más densa y más grasa que es lo que le proporciona mayor calorías a nuestro bebé. Si justo le retiramos a los 20 minutos que es cuando sale esa leche más calórica, evitaremos que coja peso, se quede con más hambre etc.”, afirma Mireya.

A veces pensamos que dar el biberón es mucho más fácil que dar el pecho pero la asesora nos comenta: “La verdad es que es todo lo contrario, dar el pecho es mucho más fácil, ya que la lactancia materna es lo mejor de ti en el mejor de los envases. No necesitas llevar biberones, termos, agua, leche de fórmula, esterilizador de biberón… y un sin fin de productos innecesarios, ya que con la lactancia materna lo tenemos todo. Mejor dicho, todo se traduce a mamá y bebé, sin ningún complemento de por medio”.

Según nos explica la experta los cambios hormonales, el aumento de peso en el embarazo y el número de embarazos, son algunos de los factores de riesgo implicados en la caída de los pechos en la mujer.

“Esta es una de las maneras de desmoralizar a una madre en esta etapa. ¿De verdad creemos que esto sucede así? ¿Qué esto es lo que más nos importa después de un embarazo de 9 meses y un parto de 20 horas? Pero no, los pechos no se caen por dar lactancia materna, sino por los embarazos y por el paso de tiempo”, asegura.

Sin duda es una de las frases más irrespetuosas que todavía deben soportar las mamás: “Este tipo de preguntas creo que le debería de dar más vergüenza a la persona que se atreve a preguntarlo que a la propia madre que intenta alimentar a su bebé. No veo necesario que las madres tengan que esconderse en los últimos rincones para dar de mamar a sus hijos, ya que es un evento totalmente natural. O, ¿tú comes en el baño?”, reivindica Mireya.