En España, uno de cada cuatro niños es obeso. De hecho, los datos de obesidad en la población infanto-juvenil no han parado de crecer en los últimos años. Tomando como referencia el año 1975, la obesidad en menores se ha multiplicado por 10.
El problema es que la obesidad impacta sobre el desarrollo de los niños y adolescentes, por lo que se deberían tomar medidas para revertir cuando antes la situación.
¿De niños obesos, adolescentes obesos?
Cuando el niño tiene obesidad hay muchos riesgos de que en el futuro se mantenga ese problema. “El 40% de los niños que son obesos a los siete años, lo serán de adultos, y el 80% de adolescentes obesos lo será de adulto”, advierte la Dra. Pilar García Durruti, jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario HM Montepríncipe, grupo que ha puesto en marcha el Observatorio de la obesidad en la adolescencia.
De la misma opinión es el Dr. Álvaro Díaz Conradi, jefe de Pediatría del Hospital HM Nens: “Un niño con obesidad puede conllevar un adolescente obeso si no se toman las medidas dietéticas a tiempo”.
“Estamos ante un problema grave de salud”, subraya la Dra. García Durruti. Por eso señala que cuanto antes antes se ponga freno a la ganancia de peso y se ayude a los menores a adquirir hábitos saludables, mucho mejor.
¿Qué factores influyen en la obesidad del adolescente?
La mayoría de los casos de obesidad se debe a factores exógenos, donde se combina una alimentación excesivamente calórica con una actividad física escasa.
No obstante, puede haber también problemas hormonales o metabólicos que den lugar a la obesidad. Será el endocrinólogo el que realice las pruebas y el estudio necesario para diagnosticar qué sucede.
También puede haber un factor genético: “Se han descrito varios genes presentes en algunas familias que predisponen a padecer obesidad”, señala la Dra. García Durruti. Sin embargo, “con pautas de alimentación y de actividad físicas saludables los portadores de esos genes no tienen por qué desarrollar obesidad”, aclara.
¿Qué problemas conlleva la obesidad en la adolescencia?
“La obesidad tiene un doble efecto negativo en la salud del adolescente, ya que, por una parte, afecta al desarrollo de sus órganos y, por otra, provoca efectos psicológicos negativos, pues se ven y se sienten diferentes a los demás”, explica el Dr. Díaz Conradi.
Así, hay un riesgo aumentado de hipertensión, diabetes tipo 2 y otros problemas en distintos órganos como el hígado, los riñones y el corazón, lo que “condicionará la vida del adolescente cuando llegue a la edad adulta, impidiéndole mantener buena calidad de vida”, alerta.
Además, la obesidad limita las posibilidades físicas para realizar algunas actividades, como correr o hacer determinados deportes. “Este factor favorece el desarrollo de un sentimiento de inferioridad que, desde el punto de vista psicológico, les impedirá disfrutar de una vida saludable”, subraya el pediatra.
En este sentido, la Dra. García Durruti recalca cómo la imagen corporal puede ocasionar problemas de autoestima o rechazo social. “Hay que detectar a tiempo conductas de alimentación patológicas como el trastorno por atracón o la ingesta compulsiva emocional”, advierte.
¿Cómo se aborda la obesidad en la adolescencia?
La obesidad necesita de una intervención en varios frentes:
- Actividad física. Hay que motivar a los adolescentes para que practiquen un deporte y, además, “enseñarles pequeños cambios en su rutina diaria que aumente su actividad física”, indica la especialista del Hospital Universitario HM Montepríncipe. “No pueden pasarse tanta parte del tiempo delante de la consola de videojuegos y deben salir a correr, realizar alguna extraescolar deportiva...”, destaca el pediatra.
- Plan de alimentación. El adolescente con obesidad ha de seguir un plan de alimentación hipoocalórico y equilibrado adaptado a él. Ese plan debe ser asumido por toda la familia. “Teniendo en cuenta que durante la adolescencia se produce un incremento importante del crecimiento y desarrollo del individuo, no recomiendo las restricciones de alimentos o la supresión de comidas propuestas por personas que no tienen los conocimientos adecuados sobre nutrición”, alerta la Dra. Pilar García Durruti. Por su parte, el Dr. Díaz Conradi propone una dieta saludable con abundancia de frutas y verdura y prescindiendo de comida rápida.
- Apoyo emocional. Hay que ofrecer a los adolescentes con obesidad apoyo emocional para que no sufran trastornos del ánimo, de la conducta alimentaria o de su adaptación social.
En definitiva, la obesidad en la adolescencia necesita de un abordaje multidisciplinar en donde tiene que implicarse también el resto de la familia para conseguir modificar unos hábitos insanos que, con mucha probabilidad, continuarían en la edad adulta de no poner solución.