Todos somos distintos y eso es lo que nos hace especiales. Pero, en ocasiones, cuando vamos creciendo se nos olvida y dejamos de amar esa diferencia que nos hace únicos. Por eso, considera fundamental dar las herramientas a nuestros hijos para que aprendan a quererse, respetarse y aceptarse, y hacer lo mismo con los demás. La instamami y bloguera de referencia Belén Llorente no dudó en escribir Lo que nos hace únicos, un cuento con los niños como protagonistas, con infinidad de pautas y consejos para ayudarles en este camino.
-Eres publicitaria de formación, ¿qué te hizo lanzarte a escribir el libro?
-Escribir Lo que nos hace únicos ha sido un auténtico regalo. Fue la editorial la que me encontró a través de las redes sociales. El editor contactó conmigo y me comentó que tenían en mente escribir un cuento sobre body positive para un público infantil. ¡Obviamente, no pude negarme!
-¿Cuán importante es para los ‘peques’ normalizar ‘lo distinto’?
-Solo visibilizando la diversidad conseguiremos normalizarla. Nuestra sociedad está plagada de estereotipos. La publicidad sigue mostrando cuerpos ‘perfectos’, los ‘peques’ aprenden que hay ‘cosas de niños o de niñas’ y que solamente hay un tipo de belleza al que aspirar. Tampoco hay que centrarse solo en el cuerpo; la autoestima es un conjunto y, por eso, también destacamos los talentos personales. Todo eso nos hace únicos.
“Solo visibilizando la diversidad conseguiremos normalizarla. Nuestra sociedad está plagada de estereotipos. La publicidad sigue mostrando cuerpos ‘perfectos’ y que solo hay un tipo de belleza al que aspirar”
-¿Qué herramientas podemos dar a nuestros hijos para que no se sientan diferentes o excluidos?
-Creo que es vital trabajar con ellos el amor propio, la autoestima y el respeto por uno mismo. ¿Cómo podemos trabajar esto? Con comunicación con nuestros hijos.
-Los niños repiten lo que oyen en casa, ¿habría que escribir también un libro para enseñar a los adultos a aceptar lo diferente?
-¡Totalmente! Todo comienza en casa. Los niños interiorizan lo que ven y escuchan. Somos sus primeros referentes, igual que nos preocupa su alimentación, que nos vean leer o hacer deporte, el lenguaje es una fuente de información y referencia para ellos. No respetar a los demás, ni a uno mismo, se transmite en el lenguaje diario.
-Tú misma viviste la discriminación por ser una niña ‘gordita’, ¿cómo viviste aquello y en qué te ha marcado posteriormente?
-Cuando te sucede no lo vives como discriminación. Que se metieran contigo era ‘cosa de niños’ y nadie le ponía el calificativo de discriminación ni de bullying . Los comentarios hicieron más daño en la adolescencia: la frase ‘con lo guapa que eres de cara, qué pena que no adelgaces’ resonó mucho tiempo en mi cabeza.
“Creo que es vital trabajar con los niños el amor propio, la autoestima y el respeto por uno mismo. ¿Cómo? Comunicándonos con nuestros hijos”
-Hoy tu figura es muy distinta, ¿ha influido en tu decisión de perder peso y pasarte a una alimentación saludable el poso de aquella experiencia?
-Decidir entrar en quirófano para someterme a una cirugía bariátrica no ha sido fácil. La decisión no ha estado tomada desde un complejo físico o para mejorar la autoestima. Con los años aprendí a aceptarme y quererme tanto que incluso sentía que era contradictoria la decisión de operarme. Si me quiero tanto… ¿por qué necesito cambiar? La respuesta, en mi caso, siempre era la misma: por salud.
-¿Qué le dirías a tus hijos si un día te cuentan que les hacen sentir diferentes?
-Les diría que, por supuesto, lo son. ¡Como todo el mundo! En esa diferencia reside parte de nuestro valor. Por supuesto, aceptarse no está reñido con querer mejorar, y eso también hay que transmitírselo.
-Al final del libro hay una guía para padres, ¿qué encontraremos en ella?
-Le propuse a la editorial contar con Lucía Bosque Usero, psicóloga infantil (y madre), que tiene un proyecto precioso de psicología infantil. La guía escrita junto a ella se compone de diez ideas para ayudar a tratar el body positive desde casa.
“Hace años, que se metieran contigo era ‘cosa de niños’ y nadie le ponía el calificativo de discriminación ni de bullying”
-En el contexto de la maternidad, las madres somos a veces muy exigentes con nosotras mismas, ¿qué les dirías a aquellas que tienen el sentimiento de no hacerlo bien?
-Creo que todas las madres nos hemos sentido así en algún momento. Nadie te enseña a ser madre, todas queremos lo mejor para nuestros hijos y eso es lo que nos mueve. Simplemente, les diría: ‘Tranquila. Lo estás haciendo muy bien’.
-¿Qué te han dicho tus hijos después de leer el libro?
-Ellos se han reconocido en dos de los ‘peques’ que aparecen en el libro y me consta que les ha hecho ilusión y han ido presumiendo de madre ‘escritora’. Hacer ese guiño a mis hijos es un pequeño homenaje a ellos, que me han regalado ser mamá y haber llegado a este proyecto.