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ces rea humanizada© AdobeStock

Parto

¿Qué es una cesárea humanizada?

Los protocolos de atención médica en relación al parto han cambiado mucho en los últimos años, siguiendo la corriente de humanización sanitaria que se está imponiendo. No obstante, no va a la misma velocidad en todas las formas de nacimiento, pues la cesárea aún está algún paso por detrás del parto natural.


10 de diciembre de 2021 - 15:02 CET

En España, la tasa de cesáreas se sitúa por encima del 21%, un porcentaje más elevado que el que recomiendan las guías médicas internacionales. Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que  las cesáreas no deberían sobrepasar el 10-15% del total de nacimientos.  El motivo es que la cesárea conlleva más riesgos y complicaciones que el parto natural, tanto para la madre como para su hijo.

Además de intentar reducir la cantidad de cesáreas, un objetivo claro en este tipo de nacimientos es conseguir la humanización en los procesos, tal como se ha logrado con el parto vaginal. Se trata de que la llegada del bebé esté rodeada de unos protocolos más respetuosos y que acerquen a madre e hijo todo lo posible en ese crucial momento.

La experiencia de la cesárea

Muchas mujeres que tienen a sus hijos mediante cesárea experimentan sentimientos encontrados. De hecho, algunas se llegan a sentir realmente mal por no haber podido recibir a su bebé de otro modo.

¿Por qué surgen estos sentimientos? “Básicamente, por cómo se hace en la mayoría de los hospitales.  Una cesárea supone dar la bienvenida al bebé sola, no estar con el bebé hasta pasadas dos horas e inicio más tardío de la lactancia materna”,  alerta la Dra. Ana Rosa Lucena Torres, ginecóloga y obstetra en el Hospital Costa del Sol de Marbella y en la Clínica Lacibis.

Así, la experta considera que hay una serie de actuaciones en relación a la cesárea que deberían ser cambiadas para ofrecer una mejor atención a las familias. “Estas vivencias, además, pueden suponer un lastre más en la recuperación posparto y, por ello,  más facilidad de caer en una depresión posparto”,  indica.

Madre e hijo durante una cesárea© AdobeStock

¿Qué requisitos cumple una cesárea humanizada?

La corriente de humanización de la atención sanitaria es imparable. Se aplica en las Unidades de Cuidados Intensivos, en el cuidado a los recién nacidos, y también en el parto. Estos son los puntos básicos que precisa una cesárea humanizada, tal como detalla la Dra. Ana Rosa Lucena (www.ginecologaanarosa.com).

La madre debe estar acompañada

La mujer decidiría también en la cesárea quién la acompaña para no recibir a su bebé sin nadie de su entorno. “Esto garantiza la mayor tranquilidad de la paciente, pero, además, no se priva a la pareja del nacimiento de su hijo”, explica la especialista, que entiende que la asistencia en el nacimiento ha de partir de la base de que no se está solo ante una mujer sino ante un todo: la familia compuesta por la madre, su pareja y el bebé.

Realizar un verdadero contacto piel con piel

El piel con piel es muy beneficioso también durante la cesárea. Así, para el bebé supone una mejor adaptación a la vida extrauterina, una rápida mejoría en su oxigenación, una ayuda en la regulación de la temperatura corporal y una disminución en el gasto energético. Por si todo esto fuera poco,  este contacto precoz piel con piel entre la madre y su hijo favorece el éxito de la lactancia materna,  pues en las dos primera horas tras el nacimiento el niño pasa por un periodo de actividad (donde busca el pecho) que remitirá luego hacia una fase de letargo.

En relación a la progenitora,  este contacto temprano con su recién nacido “aumenta el nivel de oxitocina con efecto antiestrés en la madre,  mejora la contractibilidad uterina y la eyección del calostro, mejora el vínculo afectivo madre-hijo y facilita el desarrollo de sentimientos de protección”, destaca la especialista (@ginecologa.anarosa, en Instagram, donde desarrolla una amplia labor divulgativa).

Hacer un pinzamiento tardío del cordón

Cuando el bebé nace hay que pinzar el cordón umbilical. Puede hacerse de forma inmediata o tardía, lo que supone esperar entre uno y tres minutos. Las ventajas del pinzamiento tardío son que garantiza un mayor aporte de sangre al bebé. Por eso, la OMS recomienda este último en todos los nacimientos, incluida la cesárea.

“El pinzamiento tardío tiene beneficios demostrados científicamente hace años como la mejora de la hemoglobina hasta seis meses después del nacimiento y,  en prematuros, la prevención de la leucomalacia periventricular, de la enterocolitis necrotizante y de la sepsis”,  enumera la ginecóloga y obstetra.

Se viene haciendo desde hace tiempo en partos vaginales, pero “incluirlo en partos instrumentales o en cesáreas donde el bebé respira, llora, tiene buen tono muscular y no precisa de cuidados neonatales pediátricos es una gran asignatura pendiente que tenemos”, precisa.

Estar durante la recuperación anestésica con el recién nacido

Cuando la madre sale del quirófano pasa a una sala para recuperarse de la anestesia, de modo que pueden transcurrir varias horas hasta que esté de nuevo con su bebé. En la cesárea humanizada se pretende que madre e hijo permanezcan juntos durante ese periodo de tiempo. ¿Cuál es el problema? “Suele haber reticencias porque los profesionales que realizan los cuidados de la madre no entienden de lactancia y la vigilancia del niño se interpreta como un riesgo y una carga de trabajo”, apunta la Dra. Lucena.

Cómo avanzar hacia la cesárea humanizada

La Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones sanitarias nacionales e internacionales recomiendan la cesárea humanizada. ¿De qué depende que llegue a ser una realidad en todos los centros? Para la experta, no se trata tanto de un cambio de protocolo como de un cambio de mentalidad y logística que engloba a todos los profesionales sanitarios (enfermería, matronas, anestesiólogos, ginecólogos y pediatras). “La implicación del personal es imprescindible; no son necesarios medios técnicos especiales, solo disposición, formación y adecuada vigilancia”, insiste.

Además, la Dra. Ana Rosa Lucena lanza un mensaje: “Cuando los cambios son tan profundos, pero tan necesarios, es importante que los profesionales luchemos por ellos, pero también  es interesante que las familias conozcan esto y lo demanden.  Es algo que tenemos que conseguir entre todos para humanizar las cesáreas en España”.

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