Los adornos de Navidad pueden ser solo decorativos o tener muchos significados: un recuerdo, un regalo especial, motivos que sean significativos para vosotros... A los más pequeños les encanta participar de la tradición de montar el árbol, especialmente si se sienten protagonistas gracias a algún adorno hecho por ellos mismos.
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Aquí tienes propuestas sencillas handmade para hacer en familia con tus hijos. Si la instauráis cada año, puede ser una bonita tradición que llene vuestro abeto de arte y emotividad.
Este adorno tiene distintas posibilidades, según la edad y la destreza del niño. La base es un arbolito o cualquier otra figura navideña que se calca en fieltro desde un molde en cartulina. Si el niño sabe coser, puede intentar unir las dos partes, dejando un hueco para rellenarlo con algodón. En el extremo de arriba se le colocan varios lazos de colores para poderlo colgar en el abeto.
Después llega la decoración propiamente dicha, para la que se pueden emplear muy diversos materiales: cintas, botones, pegatinas... Siempre dando vía libre a la vena creativa y artística de los pequeños de la casa.
Esta es otra actividad que puede dar mucho juego en familia, pues se realiza en distintas fases. Lo primero es organizar una excursión al campo para recoger piñas (eso sí, en zonas permitidas y siempre las que se hayan caído al suelo).
Después, una vez en casa, se puede pasar un rato muy agradable dejando que cada uno la decore a su gusto con pinturas o añadiéndole otros elementos como bolitas de colores de algodón.
Hacer galletas de jengibre en Navidad es un dos por uno. Algunas se pueden comer y otras se pueden reservar para colgarlas en el árbol. En el mercado hay preparados para elaborarlas o se compran ya hechas y se decoran al gusto de cada uno.
Es una tarea muy sencilla a la que dedicar una tarde navideña en familia.
Esta manualidad es perfecta para hacer en familia si tienes hijos de distintas edades, pues tiene fases de dificultad desigual. Necesitáis solo cinco elementos: rollos vacíos de papel higiénico, tijeras, pegamento o cola, papel dorado y cordón para colgar en el árbol.
Lo primero es forrar alguno de los rollos con el papel dorado (otros se dejarán tal como están). Tras este paso, se cortan los rollos en aros de un centímetro de grosor, aproximadamente. Se presionan por el centro para que no queden redondos sino ligeramente alargados. Se colocan unos junto a otros, haciendo una figura inicial de seis elementos. Luego se puede superponer otra figura a esta primera, uniéndolas con cola o pegamento.
El último paso es añadir un pequeño cordón para que la estrella pueda lucir en el árbol de Navidad.
Esta manualidad es ideal para los más pequeños de la casa que aún no tienen mucha destreza para hacer manualidades. Solo necesitáis plastilina, fimo o arcilla blanca y unos moldes.
Con un rodillo, se hace una base no muy gruesa del material elegido, sobre el que se pondrán los moldes navideños que se quiera. Solo hay que presionar para que salga la figura, que luego se puede adornar con plastilina de otros colores, pintar si es arcilla o aplicar algo tan de estas fiestas como la purpurina.
No te resultará difícil encontrar bolas o adornos similares de Navidad para rellenar. Se han puesto muy de moda y suele haber bastante variedad en la oferta comercial de decoración navideña.
Solo tenéis que haceros con uno para cada miembro de la familia y elegir una temática. Quedan muy bien con elementos naturales como flores, pétalos y hojas. Una sugerencia: se puede añadir un pequeño papel donde cada uno escribirá un deseo para el año próximo y que solo se abrirá, para ver si se ha cumplido, a la Navidad siguiente.
Para esta manualidad necesitáis cartón y lana o hilos de algodón de distintas tonalidades de verde. Además, podéis rematar la manualidad con algún adorno en forma de estrella.
Lo primero es recortar un triángulo en el cartón. Después hay que ir entrelazando la lana subiendo y bajando para hacer un efecto más estético. Se comienza por la base y se acaba en la parte más estrecha, dejando un hijo más largo para colgarlo en el abeto. En la unión entre el cartón y el hilo se puede colocar una estrella o cualquier otro adorno navideño.
Las pinzas de la ropa han sido las protagonistas de muchas manualidades infantiles en todos los tiempos. En este caso, se trata de hacer una estrella navideña, para lo que hacen falta ocho pinzas de madera. Lo primero es retirar el muelle. Después se pintan con color blanco mate y cuando estén secas se van uniendo de dos en dos con pegamento o con cola.
El resultado es una estrella navideña que se puede colgar en el árbol y que resulta muy fácil para los pequeños de la casa.
Creatividad al poder. Compra unas bolas blancas o transparentes (las hay de distintos materiales, de plástico, de corcho, de cristal...), y hazte con pintura y pinceles adecuados para la que hayas elegido.
Podéis pasar una tarde deliciosa en familia mientras cada uno decora la suya. Puede ser con un dibujo alusivo a la Navidad, con lo que más le ha gustado del año que acaba, con el deseo que tiene para el año próximo... Las posibilidades son todas.
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