La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) ha autorizado la vacunación frente al SARS-CoV-2, el virus causante de la COVID-19, en niños de entre cinco y once años. Para su aplicación en España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) debe aprobarla también y desde ese momento se comenzará a administrar a este grupo de edad.
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A este respecto, el Comité de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha recomendado en un posicionamiento público la vacunación a todos los niños de esa edad.
¿Qué vacuna se ha aprobado?
Hasta el momento hay dos vacunas aprobadas para menores de 12 años. Por un lado está Comirnaty, de Pfizer y BioNTech y, por otro, la vacuna Spikevax, de Moderna. Tanto en Estados Unidos como en Canadá se está administrado Comirnaty, que es la que ha autorizado también la Agencia Europea del Medicamento.
Se trata de una vacuna que contiene solo un tercio del ARNm de las vacunas aprobadas para niños a partir de 12 años y para adultos. “Es una vacuna segura, cuyos efectos secundarios han sido leves y se han limitado a dolor e hinchazón en el sitio de la inyección, cansancio y fiebre poco elevada”, destacan desde la Asociación Española de Pediatría.
¿Por qué vacunar a los pequeños?
Los expertos del Comité de Vacunas de la AEP recomiendan la vacunación de todos los niños del grupo de edad entre cinco y once años, según la estrategia que marque el Ministerio de Sanidad. Así, justifican su recomendación en cinco puntos clave:
1. El niño tiene derecho a gozar de una protección individual frente a la enfermedad, ya que, aunque pasan la infección de forma más leve, en ocasiones, el cuadro puede complicarse.
2. La vacuna ayudaría a mantener seguros los espacios educativos, con el objetivo último de lograr “la normalización en la escolarización y las relaciones interpersonales de los niños, con el consiguiente bienestar psicoemocional”.
3. Lograr la inmunidad de grupo o de rebaño.
4. Disminuir la circulación del virus y la aparición de posibles nuevas variantes.
5. Dotar a este grupo de edad de los beneficios de la vacuna, de los que ya goza otra parte de la población.
La COVID-19 en niños
En niños, la mitad de los casos de COVID-19 son asintomáticos. Afortunadamente, tanto la gravedad como la letalidad de la enfermedad son mucho más bajas en menores que en adultos. En España, hasta ahora, ha habido unas 6.000 hospitalización de niños, 300 ingresos en Unidades de Cuidados Intensivos y 37 fallecimientos, la mitad de ellos en menores de 10 años.
Estas cifras, aunque muy por debajo de las que se barajan para otros grupos poblacionales, justifican para la Asociación Española de Pediatría “la vacunación de todos los niños, siempre que existan vacunas con inmunogenicidad, efectividad y seguridad apropiadas”.
Actualmente, la incidencia acumulada en menores de 11 años es más alta que en cualquier otro grupo de edad, aunque los niños no son el grupo que más ha influido en el comportamiento comunitario del virus. La razón es que los más pequeños parecen infectarse y transmitir la enfermedad en menor proporción que los adultos.
No obstante, hay que tener en cuenta que cuando se estudia el grado de transmisión en ambientes cerrados, las tasas en niños pequeños son similares a las de los más mayores. “Esto significa que en las circunstancias actuales, en las que los niños representan una proporción sustancial de la población no vacunada, la infección pueda desplazarse hacia ellos y puedan llegar a constituirse en un eslabón fundamental para la circulación del SARS-CoV-2”, alertan los expertos de la AEP.
¿Hay riesgo de miocarditis?
Algunos adolescentes mayores de 12 años ya vacunados han tenido miocarditis tras la administración de la vacuna. La frecuencia de este efecto secundario es de uno a cinco casos por cada cien mil vacunados, y aparece, sobre todo, entre el segundo y el cuarto día tras la segunda dosis. Además, se ha visto que ocurre con más frecuencia en varones de 16 a 29 años de edad.
“Aun considerando esta complicación, el balance beneficio/riesgo es netamente favorable a estas vacunas en los adolescentes, ya que la miocarditis es más frecuente tras la infección que tras la vacunación” , destacan en la Asociación Española de Pediatría.
¿Es probable que surja este efecto secundario en los niños entre cinco y once años? Para el Comité de Vacunas de la AEP “es muy probable que el riesgo de esta complicación sea mucho menor que tras la vacunación de adolescentes y adultos jóvenes”. La razón es que la ocurrencia de miocarditis asociada a estas vacunas va disminuyendo con la edad de los niños (a menor edad, menos riesgo) y, por otra parte, porque la cantidad de ARNM en el preparado para este grupo de edad es más pequeña.
Por todo ello, la Asociación Española de Pediatría recomienda la vacunación de todos los niños entre cinco y once años, cuando sea autorizada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
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