Abrazar a tu bebé y llevarlo siempre contigo, cerca del corazón, además de bonito es hasta beneficioso para el desarrollo físico y emocional de tu bebé . Y el porteo es una técnica que nos lo facilita. Es algo muy sencillo y natural que nos permite transportar a nuestro bebé de un lugar a otro y que ha sido (y es) la forma más común de hacerlo en muchas culturas del mundo. Algunas de ellas llevan a los bebés delante del cuerpo, otras detrás o a los lados. Las hay que prefieren mochilas y otras culturas en las que se utilizan pañuelos o telas de diferentes estilos. Es decir, el porteo se lleva practicando mucho tiempo en la historia de la humanidad y con sistemas que ofrecen un gran abanico de posibilidades. Opciones muy recomendables, otras menos, pero que hay que saber utilizar de forma segura, práctica y confortable, no solo para nuestro bebé, sino también para nosotros.
Y es que, de no hacerlo bien, podemos no conseguir todos los beneficios que tiene - como la disminución del riesgo de displasia de cadera - o afectar al suelo pélvico de la madre, ya de por sí dañado tras el parto. Por eso, hemos querido hablar con Nhaiara Domenech, matrona del Hospital Quirónsalud Málaga y responsable de Educación Maternal, para que nos explique sus ventajas y cómo debemos portear para hacerlo correctamente.
Beneficios del porteo para los bebés
La gran mayoría de las ventajas del porteo se las lleva el bebé, pero también los padres, a quienes les otorga autonomía para realizar actividades que, sin esta técnica, no podrían. Entre ellas, nos explica la matrona, están:
- Favorece el desarrollo psicomotor del bebé. Los movimientos que siente el bebé durante el porteo son un gran estímulo, por ejemplo, para su equilibrio y su orientación espacial.
- Les ayuda a mantener una postura correcta, protegiendo las caderas del bebé, gracias a la posición de las piernas abiertas y en flexión, mejorando la colocación de esta articulación.
- Disminuye la plagiocefalia, una deformidad craneal producida como consecuencia de la presión constante sobre una parte del cráneo.
- Favorece la lactancia materna y la creación de un vínculo con el bebé, al estar en constante contacto con él. El desarrollo de un buen apego es la base de un desarrollo cerebral y afectivo sano.
- Disminuye el temido cólico del lactante .
- Les aporta calma y seguridad.
Claves para un porteo saludable
Aunque no existen contraindicaciones de ningún tipo, nos dice la experta, para poder realizar un porteo, “sí que es cierto que éste debe ser seguro y ergonómico, respetando en todo caso la forma fisiológica del propio bebé”. Para ello, nos da una serie de consejos a tener en cuenta antes de practicarlo.
- Fijarnos en que la curvatura de la espalda del bebé se respeta, es decir, se mantiene con forma de ‘C’.
- Las piernas, sin embargo, deben formar con la cadera una especie de ‘M’, con las rodillas siempre más elevadas que la cadera.
- La cabeza del bebé debe estar siempre a la altura de un beso del porteador.
- Es importante que el bebé mantenga la nariz y la boca permeables, sin presionar, evitando que la barbilla esté flexionada al pecho, para que el bebé pueda respirar de forma correcta.
- No podemos dejar de vigilar al bebé mientras lo porteamos.
Con respecto a qué producto utilizar -pues las opciones son casi infinitas-, la matrona nos advierte “que no vale cualquier producto, porque insisto, además de estar homologado, debe mantener la posición ergonómica del bebé y que esté se sienta seguro”. Lo ideal, ante todas las mochilas, bandoleras y fulares que existen, “es que los porteadores los prueben antes y que elijan el que más les guste y les parezca mejor para ajustar y portear”. Además, lo indicado es que estén fabricados con telas transpirables para que no le aporten excesivo calor al bebé.