Cada familia establece sus propias normas a la hora de colocar la cuna de su bebé en un lugar o en otro. Hay algunas que practican el colecho desde el inicio, otras que tienen al bebé en el dormitorio de los padres unos pocos meses, otras que alargan este periodo...
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Pero conviene saber qué dice la medicina y cuáles son las pautas pediátricas a este respecto. Para ello, hemos charlado con la Dra. Laura Caride López, médico especialista en Pediatría, que nos explica las bases de las recomendaciones actuales.
Hasta el año, con los padres
La Academia Americana de Pediatría aconseja que los niños duerman en la habitación de los padres durante su primer año de vida. La razón principal es muy importante: protegerlos frente al síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), que es la principal causa de muerte inexplicable en menores de 12 meses y, especialmente en los primeros seis meses de vida, cuando, trágicamente, se dan el 85% de estos sucesos.
“Como principal ventaja tenemos que compartir habitación es un factor para la prevención del SMSL y también favorece la lactancia materna, otro factor conocido de protección frente al SMSL”, explica la pediatra, que divulga información sobre salud infantil en la cuenta de Instagram @mama_y_pediatra.
La cercanía con el bebé permite atenderlo de inmediato si surgiera algún problema, aunque, como inconveniente de estar tan próximo a los adultos, el bebé podría ver alterado su sueño con el ruido de los mayores. No obstante, y según las recomendación de la Academia Americana de Pediatría, las ventajas superan ampliamente a las posibles desventajas.
Cuando el bebé duerme en ella, la habitación de los padres ha de tener una temperatura agradable, entre 20 y 22 grados, estar bien ventilada y se debe evitar el humo de tabaco, tal como recuerda la Dra. Laura Caride López.
El tiempo mínimo sería, pues, de 12 meses, aunque la decisión de prolongarlo más ha de ser estrictamente familiar. Habrá quienes se sientan cómodos con esta fórmula y decidan continuar con ella y habrá quienes no.
¿Se puede llevar antes a otra habitación?
Hay padres que prefieren que el bebé duerma antes del año en su propia habitación. Algunos piensan que si no lo pasan antes a su propio dormitorio, luego no querrá irse al haberse acostumbrado a estar con los padres.
La adaptación depende de cada niño, pero hay que tener en cuenta que “no se recomienda que el bebé duerma en otra habitación como mínimo hasta los seis meses de vida, siguiendo las recomendaciones de las sociedades científicas, aunque sería recomendable hasta el año de vida, para la prevención de la muerte súbita del lactante”, advierte la especialista.
La seguridad del bebé en su propio dormitorio
Algunos padres deciden que sus bebés duerman en otras habitaciones antes del año. En ese caso, conviene tener en cuenta una serie de precauciones y normas para garantizar su seguridad y su correcta vigilancia. Son las siguientes, tal como detalla la Dra. Laura Caride López:
- La habitación debe estar bien ventilada y contar con una temperatura agradable (entre 20 y 22 grados), evitando el sobreabrigo del niño y el calor excesivo.
- El colchón ha de ser firme y con la medida adecuada para que se adapte perfectamente a la cuna, con el objeto de evitar huecos en los que el bebé pueda quedar atrapado.
- La cuna tiene que ser homologada y estar diseñada con formas lisas y redondeadas.
- Si el niño se pone de pie en la cuna, esta ha de contar con elementos que impidan que pueda caerse.
- La separación entre los barrotes debe ser de entre 4,5-6,6 cm para evitar que el bebé pueda introducir la cabeza o alguna extremidad y quedar atrapado.
- La cuna se coloca lejos de fuentes de frío o calor y no puede estar debajo de cuadros o estanterías.
- Se evitarán objetos blandos, juguetes, cojines, almohadas y chichoneras dentro del la cuna.
- Los menores de 12 meses deben dormir siempre boca arriba.
- La puerta de la habitación debe quedar siempre abierta para poder detectar cualquier incidencia de inmediato.
Practicar colecho con el bebé
Algunas familias practican colecho (compartir la cama con sus bebés), “una opción perfectamente válida siempre que se practique de forma segura”, apunta la especialista.
Así, en ese caso, los padres deben evitar el consumo de alcohol, tabaco, drogas y sedantes. “En caso de obesidad mórbida o cansancio extremo tampoco se recomienda”, destaca.
El bebé debe dormir boca arriba y sobre un colchón firme, nunca en superficies blandas como un sofá o un sillón. Una vez más, evitar el sobreabrigo es fundamental, al igual que desechar almohadas, cojines o edredones en los que pudiera quedar atrapado el pequeño.
“Se debe evitar el colecho con otras personas que no sean los padres (hermanos incluidos), en caso de prematuridad y/o bajo peso al nacimiento”, indica la Dra. Laura Caride López.
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