claves para que tu beb coma bien © AdobeStock

Alimentación complementaria

Claves para que tu bebé coma de todo

Aunque parece sencillo, ya que tu pequeño comerá lo que tú le prepares, a veces se nos complica un poco ofrecerle una dieta saludable


25 de octubre de 2021 - 18:08 CEST

Hay una pregunta que muchas familias se hacen cada día: ¿cómo podemos  comer de forma saludable y equilibrada  todos juntos? Y no solo eso, cómo hacerlo sin aburrirnos y sin demasiado esfuerzo. La clave de todo ello está en la variedad. Y, para ello, los expertos  recomiendan siempre crear de manera semanal un menú sencillo , sin demasiadas complicaciones entre semana que seguir día a día, tenerlo siempre visible y, por supuesto, hacerle caso. Sin embargo, en ocasiones, esto es más complicado de lo que parece y, si además, tenemos un niño pequeño al que hay que ir introduciéndole los alimentos sólidos poco a poco, aún más.

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Hay alimentos que nos cuestan más que otros, tanto a nosotros como a ellos (como los vegetales) y que son fundamentales para el objetivo que nos hemos propuesto. Por eso, hemos pedido ayuda a Elena Toledano, nutricionista de Roots Mindfoodness, para que nos explique qué podemos hacer para conseguir que ese “rechazo a los alimentos sólidos, un comportamiento habitual e innato en los más pequeños”, no nos impida establecer esa  dieta saludable y variada que tanto ellos como nosotros necesitamos .

Durante la infancia, hay que tener en cuenta que “los niños están expuestos constantemente a nuevos sabores, texturas y olores. Ante tanta oferta, algunos les pueden resultar extraños o poco apetecibles”. Por ejemplo, los alimentos de origen vegetal, que son un poco amargos. Un amargor que es típico de venenos y tóxicos, por lo que suelen ser rechazados,  mientras que los dulces suelen estar entre sus favoritos . Entonces, ¿qué podemos hacer para que esto no ocurra y nuestros hijos coman de todo?

Claves para que tu bebé coma saludable y variado

1. Hay que hacer de la hora de la comida un momento agradable

Parece una tontería, pero conseguir generar un entorno cómodo para que el bebé se sienta bien y tenga una actitud positiva hacia la comida en general es muy importante. De esta forma, nuestro hijo “estará abierto al descubrimiento de nuevos sabores”, nos confiesa la nutricionista.

2. Dejarle libertad en la mesa

Es uno de los principios del  tan famoso Baby-Led Weaning (BLW) , dejar que el bebé sea quien se gestione su propia comida y con sus manos. Nada de aviones y trenes que llegan a la boca, “hay que dejar que experimenten por sí mismos con el plato que le ponemos delante, que se familiarice con la comida, que experimente las texturas”, no solo con la boca, sino con la boca.

3. Predica con el ejemplo, ¡todos a la mesa!

Este es quizás otro de los grandes impedimentos a la hora de conseguir que nuestro bebé coja una rutina en la que coma de manera saludable y variada, ya que muchas veces no somos un buen ejemplo. Por eso, nos dice la nutricionista, “en la medida de lo posible tienen que ver que  el resto de la familia come lo mismo que él o que ella ”, que se come bien, que se priorizan ciertos alimentos y se disfrutan y que “comer es parte de un momento familiar”.

4. Hay que exponer al niño a una variedad de alimentos

¿Es cierta esa pregunta de que es necesario comer de todo? Los integrantes de Elisabet Plans, que acaban de publicar un libro presentando el método para planificar de forma fácil menús semanales, saludables y variados, Menuario (Bold Letters), asegura que “nuestro cuerpo no necesita que comamos unos alimentos específicos, lo que sí necesita es que comamos una gran variedad de ellos, con el fin de obtener todos los nutrientes que precisa”. De ahí la importancia de que, desde pequeños, aprendamos la importancia de la variedad, además de los productos frescos, naturales y las cocciones sencillas. Cuanto más variada sea nuestra alimentación, más completa y efectiva resultará, además de que el aburrimiento no tendrá cabida en nuestra mesa.

Así, deben formar parte de su alimentación los  cereales  y tubérculos las frutas, verduras y hortalizas, las legumbres, los lácteos, frutos secos y semillas, además de los huevos, carnes, pescados y aceites. Y un ingrediente esencial, el agua.

5. Paciencia y repetición

Los niños aprenden por imitación, pero también por repetición y con mucha paciencia. Si lo tenemos en cuenta, acabarán comiendo de todo. En este sentido, Elena Toleado asegura que “es clave que el pequeño no nos vea desesperar cuando le toca comer, porque podemos contagiarle los nervios y que no quiera comer más”. Por eso, no importa el tiempo que estemos comiendo mientras él vaya alimentándose.

6. No hay que forzar ni recompensar al niño con alimentos

Si existe un rechazo claro a un alimento, la nutricionista nos recomienda “no forzar al bebé para comerlo, sino probar a cocinarlo con otra receta o combinado con otros ingredientes para comprobar si tiene o no una mejor aceptación”. De la misma forma que no podemos utilizar el que al niño le guste mucho un alimento o no le guste en absoluto para establecerlo como premio o castigo, porque, automáticamente, “convertimos la comida en buena o mala”.

Cómo crear un menú variado para los pequeños

“Un buen estado nutricional dependerá de una buena alimentación variada y de que cada alimento se tome en su justa medida”, nos dice la autora de Menuario. Por ello, una buena forma de comenzar a equilibrar esa dieta saludable, lo mejor es crear un menú, en el que se implique a los más pequeños (esto nos lleva a que acepten en su alimentación del día a día toda clase de ingredientes), clasifiquemos los alimentos por sus nutrientes mayoritarios y establezcamos una cantidad recomendada para cada uno de ellos.

Estos expertos han dividido los grupos de alimentos principales en:

  • Proteínas, con 14 raciones semanales: carne blanca (3 veces), legumbres (3 veces), huevos (3 veces), pescado azul (2 veces), pescado blanco y mariscos (2 veces) y carne roja (1 vez).
  • Hortalizas, con 7 raciones semanales.
  • Farináceos (cereales, tubérculos) en otras 7 raciones semanales.

Ahora, en tu menú semanal, tendrás que ir rellenando las comidas que hacéis con estos grupos de alimentos, sin aumentar ni disminuir su cantidad y completando así todas las ingestas de la semana.