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fracaso escolar y trastornos del neurodesarrollo © AdobeStock

Educación

¿Sabes cuál es la principal causa del fracaso escolar en España?

Los factores ambientales y económicos pueden influir, pero no son determinantes. Sin embargo, hay una razón que sí lo es y que, detectada a tiempo, podría ser reversible.


15 de octubre de 2021 - 15:25 CEST

España es el segundo país de la Unión Europa, solo superado por Malta, con  las peores cifras de abandono escolar prematuro . Un 16% de los jóvenes españoles de entre 18 y 24 años no completan sus estudios de Educación Secundaria -que es el nivel mínimo obligatorio- y, además, somos uno de los países con mayor paro juvenil en el continente.

Unos datos preocupantes que, como sociedad, nos deberían hacer buscar la causa o causas de estas cifras. Una de las razones de este fracaso escolar es, como señala el último estudio realizado por el Hospital Universitario Vall d’Hebron y por el Hospital de Sant Joan de Déu de Barcelona,  son los trastornos del neurodesarrollo , principalmente el conocido TDHA, y los trastornos del aprendizaje, como son la dislexia o la discalculia. Pero no es solo una de ellas, es la principal. Así lo confirma el profesor Miquel Casas, catedrático de Psiquiatría Emérito de la UAB y director del Programa SJD MIND Escuelas del segundo hospital mencionado, quien presentó la semana pasada el estudio Los factores psicobiológicos que influyen en el fracaso escolar. Sobre las novedades que aporta, hemos querido hablar con él.

Un trastorno reversible si se detecta a edades tempranas

Los trastornos del neurodesarrollo, nos explica el profesor, “son un problema con base genética, con gran componente ambiental, no hace distinción de sexos y es reversible”. Es decir, aún a pesar de tener un componente hereditario importante, no siempre es así, pues puede aparecer aunque los padres los hayan padecido.

Lo que sí es primordial y determinante, nos dice, “es su detección en edades tempranas, en el periodo infantil”. Si no es así, es mucho más complicado de tratar, puesto que la personalidad ya se ha estructurado y  se llegan a generar conductas disruptivas . Así, nos explica el profesor, “un niño que no ha sido tratado adecuadamente de una patología como ésta puede convertirse (y seguramente lo haga) en un adulto problemático, con dificultades en las relaciones interpersonales, en su actividad laboral, etc.” Si se detecta a una edad temprana, no tiene por qué ser así. Pero, ¿qué hace falta para ello?¿En qué falla entonces nuestro sistema?

Una presencia silenciosa en las aulas

En nuestro país, al igual que en el resto del mundo, se estima que hay un 20% de niños con algún tipo de trastorno del neurodesarrollo. Sin embargo, nos explica el profesor, “aquí se diagnostican muy poco”. Así lo refleja el reciente informe publicado, donde se asegura que “aún a pesar de que uno de cada cinco niños tiene este tipo de trastorno, solo se diagnostica uno de cada diez en la enseñanza pública y dos o tres en la enseñanza privada”. Por esto, “tenemos este fracaso escolar en España”, según nos explica el profesor si atendemos a los nuevos datos que arroja este estudio.

Es decir, la situación social, económica o  la calidad del centro en el que estudie puede influir , “pero comprobamos con este estudio que no son factores determinantes en las cifras de fracaso y abandono escolar que tenemos en nuestro país”. Así, cualquier niño, por muy adversa que sea su situación, si va a la escuela y no tiene una enfermedad orgánica incapacitante, una discapacidad intelectual o una enfermedad psiquiátrica grave, “aprende”, afirma el Dr. Casas. Si no lo hace, no hay que ir a buscar la causa a esos factores secundarios, sino que hay que “buscar siempre un trastorno del neurodesarrollo”.

Entonces, ¿la sociedad o la posición económica de los padres no tiene influencia en el aprendizaje del niño? Sí, naturalmente. Pero de una forma no determinante, es decir, “si se tiene un problema de este tipo y los padres pueden costear un tratamiento privado, el problema podrá resolverse”. Otro de los nuevos datos que arroja este estudio.

Padres y escuelas alerta; puede haber graves consecuencias

Debido a la deficiencia en la identificación de este tipo de trastornos, los padres deben estar alerta, preocuparse y, cuando vean que algo no funciona, ponerse en manos de un profesional. Estas señales de alarma son, por ejemplo, “una disminución del rendimiento escolar y conductas que se apartan de lo que consideramos normal”.

Los centros escolares, por su parte, tienen que ser sensibles a este problema y trabajar en común con los propios padres y otros especialistas. “Hay muchos centros que atribuyen estos problemas exclusivamente a un origen familiar y social, no aceptan que sean trastornos de base psico-biológica”, nos dice el Dr. Casas. Una creencia que frena el diagnóstico temprano y efectivo, pues la Sanidad Pública no suele atender de primeras estos casos.

Y es que, si se detecta a tiempo, como nos ha explicado al principio, es reversible; pero si no se hace, se puede llegar a generar un auténtico maltrato psicológico en estos niños y niñas, ya que a la edad de 14 o 15 años han tenido que escuchar muchas veces eso de “que es tonto, que es vago, que tu hermano es más listo que tú”. Llegados a este punto, nos dice el experto, no solo tenemos el abandono de la escuela, sino que “son problemas que van muy ligados al consumo de cannabis a partir de los 13 años, al consumo del alcohol y se puede vincular incluso, ya a partir de los 16 o 17 años a los malos tratos,  accidentes de tráfico e ideación suicida ”.

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