maternidad factores de retraso para quedarse embarazada © AdobeStock

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Estos son los factores que más preocupan a las mujeres para quedarse embarazadas

La falta de tiempo, la renuncia a su estilo de vida o los recursos económicos son solo algunos de ellos


15 de octubre de 2021 - 13:28 CEST

La natalidad en España se sitúa ya en el nivel más bajo de los últimos diez años. Somos, según el informe Eurostat, el país europeo con la segunda menor tasa, únicamente superado por Italia y, aunque la gran mayoría de las mujeres no quieren renunciar a tener hijos, lo cierto es que hay múltiples factores que les hacen, sino renunciar,  sí retrasar su maternidad . Un hecho que, en ocasiones, puede jugar en contra de sus deseos de ser madre. El último estudio realizado por Chicco, Infinity Women, refleja que, aunque cerca del 80% de las mujeres sí quieren, más de la mitad de ellas renuncian o lo posponen por motivos económicos o profesionales. Aún a pesar de no pensar en renunciar a tener un hijo, lo cierto es que la carrera laboral gana a la búsqueda de un embarazo.

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Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en su último informe demográfico correspondiente a 2020, la cifra de nacimientos en España pasó de los 486.575 en 2010 hasta los 339.206 en 2020, siendo un 6% inferior a la del año pasado. Pero, para conocer cuáles son las inquietudes y deseos de las mujeres de nuestro país en cuanto a la maternidad y cuáles son  los retos a los que se enfrentan a la hora de quedarse embarazadas  que les hacen no buscar un embarazo, veamos en profundidad a qué tienen que renunciar, qué les da miedo o qué les causa incertidumbre para tomar esta decisión.

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Renunciar a su carrera profesional

La pregunta es clara: ¿están las mujeres de nuestro país dispuestas a renunciar a ser madres por el trabajo? A renunciar no, pero el 40% de las mujeres españolas sí que reconocen posponer la maternidad por motivos laborales, sin llegar a decirle que “no‘’ a su carrera profesional en ningún momento. ¿Por qué elegir entre maternidad o trabajo? En realidad, la gran mayoría piensan que no existe elección, pero sí algunos temores a la hora de quedarse embarazadas, como la renuncia a sus proyectos en el mundo laboral o la intención de buscar una situación más estable en el trabajo antes de tener hijos. Además, el miedo a solicitar la baja de maternidad sigue existiendo. Las mujeres entre 25 y 34 años son las que más retrasan los planes de maternidad por estos motivos.

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Limitar la práctica de sus aficiones

El estudio que se ha realizado este pasado mes de julio de 2021 utilizaba una muestra representativa de mujeres de toda España en la que el 50% de ellas ya tenía al menos un hijo, mientras que la otra mitad aún no. La decisión de hacerlo así fue conocer también las actividades que tras la maternidad deben ser abandonadas o son realizadas por las madres con menos frecuencia.

Entre las más frecuentes están, sobre todo, la renuncia a las aficiones, que alcanza casi un 70% del rango de actividades, además de la disminución del tiempo dedicado a la pareja y la realización de algún deporte que, anteriormente, sí se practicaba. Y es que ser madre, para muchas, supone la disminución de tiempo en el gimnasio o al aire libre para realizar alguna de sus actividades físicas favoritas. Y no solo eso, a la hora de quedarse embarazada, hay que reducir también el ritmo e intensidad de este tipo de prácticas . Algo que, para muchas, supone un impedimento añadido.

Sin embargo, sorprende que no preocupa ni sucede una renuncia ni a la frecuencia con la que se viaja (simplemente, el tipo de viaje cambia) ni a las vacaciones o a disfrutar del tiempo con los amigos.

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Abandonar su estilo de vida

Otro de los grandes factores para retrasar o renunciar a la maternidad, al hilo del punto anterior, es que, en general, muchas mujeres deben renunciar a su estilo de vida para quedarse embarazada, siendo otro de los motivos que más les preocupa a esa mitad de mujeres encuestadas que aún no han sido madres. Un estilo de vida que ha de verse modificado y que incluye, por ejemplo, no solo el salir con las amigas, sino el preocuparse por mantener una dieta saludable, abandonar el consumo de alcohol o tabaco, limitar el consumo de cafeína o comenzar a practicar una actividad física si no se realizaba con anterioridad. Además, es importante que la mujer comprenda ahora (y bien) sus afecciones médicas, las controle, y mantenga el estrés a raya.

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Renunciar a su carrera profesional

La falta de tiempo supone, para un 27% de las encuestadas, el principal motivo para renunciar o retrasar su maternidad. Una cifra que se sitúa en el segundo escalón (17,4%), por detrás de los recursos económicos (45,25), en el caso de las mujeres que ya tienen descendencia y les gustaría ampliar la familia. Un factor que engloba, no solo lo que hemos mencionado en los puntos anteriores, con el abandono de algún aspecto de la carrera profesional de la mujer o alguna de sus aficiones, sino el miedo a no poder dedicarle a sus hijos el tiempo suficiente. Está demostrado que los padres del siglo XXI somos sobreprotectores y nos culpamos , principalmente, por este motivo: no estar en casa con nuestros hijos el tiempo que deberíamos.

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Motivos económicos

He aquí una de las cuestiones que más preocupa a las mujeres que quieren quedarse embarazadas. Y es que, según refleja el estudio realizado por Chicco, los motivos económicos suponen casi un 55% y representan el principal condicionante a la hora de decidir tener un hijo. Es más, se convierte en el primer obstáculo por el que las madres deciden no tener más descendencia.

Para favorecer la natalidad, todas las encuestadas aseguran que hay opciones encaminadas a paliar la falta de recursos económicos: una mayor conciliación con los horarios de trabajo de ambos progenitores, ayudas económicas para sufragar gastos indispensables de los niños (como la ropa y el material escolar) y un mayor acceso a guarderías en plazas y horarios flexibles.

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La maternidad supone una gran responsabilidad

Ser madre supone, para una gran parte de las encuestadas, una gran responsabilidad que ha de ser de por vida. Así lo confirma casi el 50% de las encuestadas, quienes además, recalcan el temor de no saber cuidar bien de los hijos o dicen sentirse perdidos a la hora de educarles.

A diferencia de la generación de nuestros abuelos, la generación de nuestros padres fue criada con muchos más cuidados, con más ayudas a la familia y con una educación que ha conseguido mejorar las condiciones laborales y económicas de su generación y de la nuestra. Y esto influye en la crianza de nuestros hijos y en las expectativas que tenemos puestas en su educación, marcándonos niveles, muchas veces, demasiado elevados. No llegar a conseguirlo nos preocupa y nos hace no sentirnos preparados.

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Dejar a un lado el cuidado personal

Una de las conclusiones extraídas del estudio con aquellas mujeres que ya han sido madres, es que han disminuido el tiempo que dedicaban a su cuidado personal y a su bienestar en un 60,8%, un hecho que se convierte en temor para las que no lo han sido todavía. Y es que, después de los meses de gestación y del parto, llega el postparto, una etapa bastante importante para la madre y para el recién nacido que angustia un poco. Por la intensidad y las emociones que se viven, porque el cuerpo ha cambiado y está un poco más débil, porque se ha de trabajar para recuperarlo y devolverlo al estado anterior, los posibles problemas con el suelo pélvico o la caída del cabello .

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Miedo al parto y a las posibles complicaciones

Por último, los resultados del estudio citado ponen de relieve otro de los grandes miedos de las mujeres a la hora de quedarse embarazadas. Es el miedo al parto o a que puedan surgir posibles complicaciones en el feto durante estos meses de gestación. Así, preguntas como si dolerá o no, si será un parto natural o por cesárea, la posibilidad de sufrir desgarros o una episiotomía , etc. son algunas de las cuestiones que, en un porcentaje más bien pequeño, puede llegar a frenar a las mujeres a la hora de quedarse embarazadas.