El deporte es el gran protagonista de las actividades extraescolares preferidas por los padres y los niños . Casi todos ellos practican alguno al salir del colegio. Sin embargo, muchas veces les lanzamos a sus primeros entrenamientos sin tener en cuenta que, cuando los más pequeños practican un deporte con una intensidad demasiado alta o no demasiado moderada, pueden sufrir una lesión en alguno de los pies o extremidades inferiores . El pie de un niño no es comparable al de un adulto, ya que sus estructuras aún no están formadas por completo: los huesos no se han cerrado y los tendones y ligamentos no tienen fuerza suficiente.
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De nuevo, la prevención es fundamental. Y, para prevenir, los expertos nos recomiendan realizar un estudio de la pisada por varios motivos que veremos más adelante. La propia Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD) publicaba hace un par de años un Estudio de la pisada en los deportistas y sus riesgos, de la mano del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos (CGCOP), la Sociedad Española de Biomecánica y Ortopodología (Sebior) y la Sociedad Española de Podología Deportiva (Sepod), en el que señalaban que “a la hora de iniciarse en un deporte, no se le da la adecuada importancia a realizarse las pruebas oportunas por parte de los especialistas de la salud del pie”. Unos especialistas, indicaba, “que deben tener una adecuada formación para ayudar al niño o deportistas, sin caer en los estudios de pisada que se realizan en los centros comerciales o por marcas deportivas”. Muy comunes, por cierto, hoy en día. Es más, “el 80% de las personas pisa mal y el 33% lleva plantillas no personalizadas”.
Según afirmaba el Dr. José García Mostazo, “el pie de un deportista es uno de los elementos que requiere especial atención sanitaria debido a las lesiones”, por lo que la podología debería incorporarse a la asistencia sanitaria pública en este sentido. En el caso de los niños, son muchas las patologías de los pies que están influenciadas por el deporte y la edad del niño que pueden evitarse con ejercicios de potenciación y estiramientos, sin la necesidad de llegar a utilizar plantillas, pero que necesitan de un estudio previo.
Así, nos dice el Dr. Jairo Casal, podólogo de la Unidad Podoactiva del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “antes de comenzar cualquier ejercicio físico, el calentamiento es fundamental, porque un mal movimiento puede producir lesiones”. Por eso, hemos querido hablar con él de por qué es importante calentar bien y qué otras medidas podemos tomar para evitar las lesiones en los más pequeños.
Elegir correctamente el calzado de tus hijos
“Un mal movimiento puede producir lesiones”, nos dice el doctor, por lo que además del calentamiento que ya hemos citado y que es fundamental, también lo es “vigilar la pisada de nuestros hijos”. Los pies son el único punto de apoyo que tienen, “por lo que una mala forma de pisar puede llegar a tener repercusiones importantes en otras estructuras del cuerpo, como la rodilla, la cadera o la estructura muscular de la pierna ”. Y nosotros no, pero los expertos sí saben analizar esa pisada. Una vez que lo hacen, nosotros (los padres) ya podemos elegir un calzado que cumpla con las especificaciones técnicas del deporte elegido, pero también con lo que el pie de nuestro hijo necesita.
Así, está claro, nos dice el doctor, que además de adecuarnos a la pisada del niño, “puede resultar contraproducente utilizar una bota de fútbol para césped natural en césped artificial”. Por lo que, además de tener en cuenta la propia pisada del niño:
- Debemos informarnos del medio en el que se va a practicar el deporte .
- Conocer la talla correcta del pie de nuestro hijo, para “evitar problemas como las callosidades y rozaduras”, nos dice el doctor.
- Y no olvidarnos de los calcetines, que deben ser fabricados con un tejido de calidad que transpire y sin costuras, de nuevo, para evitar rozaduras.
Teniendo en cuenta estos puntos, además de “mantener los pies secos para evitar la aparición de hongos utilizando, si fuera necesario, polvos de talco”, podemos evitar muchos problemas y patologías.
¿Es el momento de comprarle unas plantillas?
Durante la infancia, gracias a que los niños tienen una capacidad de regeneración muy alta y “con el reposo y los medios necesarios estas lesiones se solucionan”, podemos tratar y curar algunas de las patologías que pueden surgir por una mala pisada (como unos planos flexibles o muchas escoliosis de espalda consecuencia de una asimetría en las piernas), “no solo del pie, sino también de la rodilla y de la espalda”.
Para ello, además de las prevenciones citadas, están las plantillas personalizadas y algunos ejercicios “de corrección”. La patología más habitual y que nos sirve de ejemplo en este caso, nos dice el doctor, “es la enfermedad de Sever, un dolor en el talón que suele aparecer entre los 9-12 años y para la que se antiguamente se solía mandar reposo, mientra que ahora se ha demostrado que con una buena plantilla personalizada, el niño no tiene que interrumpir su deporte”. Pero insiste, personalizada. Son mucho más cómodas para los niños que cualquier otra solución y, además, permiten que sus pies tengan un desarrollo natural y normal.
Deportes de “mayor riesgo” para el pie
En realidad, todos los deportes, si no se cuida la pisada, puede dar como resultado cualquiera de los problemas que hemos visto anteriormente. Sin embargo, hay tres de ellos en los que son muy frecuentes algunas patologías que, en realidad, pueden prevenirse.
Gimnasia rítmica y ballet
En este caso, nos dice el doctor, “hay que tener mucho cuidado con las deformidades digitales, porque los dedos pueden hacer garra”, ya que se trabajan mucho las puntas de los pies, lo que puede llegar a ser beneficioso para trabajar el pie plano, pero también puede potenciar los dedos en garra o producir juanetes de forma prematura.
Ciclismo
Aunque pensemos que por un menor impacto, el ciclismo está libre de lesiones en las extremidades inferiores, el doctor nos saca de dudas indicando que, en este deporte, “es más fácil que aparezcan sobrecargas en la zona metatarsal (lo que llamamos comúnmente la almohadilla del pie), ya que es la que mayor fuerza realiza”. Por ello, en este caso, lo importante es que el niño practique este deporte con una bicicleta adaptada a su altura , especialmente en cuanto al sillín y el manillar, pues una descompensación también puede llevarnos a sufrir problemas de rodilla.
Patinaje
Por último, es importante destacar el patinaje. Cada vez vemos más niños y niñas por las calles patinando los fines de semana e, incluso, clases organizadas en el parque entre semana. El problema en este caso viene, nos adelanta el doctor, “si tenemos un pie plano, que es el que más va a sufrir”. El escafoides (el hueso de la zona interna del pie) y alguna prominencias óseas pueden rozar contra la carcasa del patín e inflamarse.