La fertilidad varía entre hombres y mujeres, además de que no es un concepto estático y puede alterarse a lo largo del tiempo. En el caso de la mujer, por ejemplo, su fertilidad está claramente limitada por la edad , dado que la edad fértil solo alcanza hasta que los óvulos se agotan durante la menopausia . En el caso de los hombres, sin embargo, tienen una mayor influencia los factores externos , como puede ser el consumo de sustancias tóxicas como son el tabaco o el alcohol. Y además, muchas veces, normalizamos situaciones que no lo son, como tener dos reglas al año o muy irregulares .
Por eso, la planificación de la maternidad es importante , pero teniendo en cuenta que: en el caso de las mujeres, la edad es un factor fundamental, mientras que en el caso de los hombres, lo que más afecta son otro tipo de condicionantes. Partiendo de esta premisa, hemos querido hablar con la Dra. Anabel Salazar, ginecóloga y directora de la Clínica de Fertilidad IVI de Málaga, para que nos ayude a elaborar esta pequeña guía de fertilidad para saber qué hacer dependiendo de cuál sea tu situación y, mal que nos pese, tu edad.
La fertilidad de la mujer antes de los 35 años
En España, de media, la mujer empieza a buscar su primer hijo en torno a los 32 años de edad. Sin embargo, nos dice la doctora, “su edad más fértil son los 25 años”. Sin embargo, aún no ha llegado a los 35 años, cuando la calidad y la cantidad de los óvulos desciende considerablemente. Por eso, aunque siempre se recomienda analizar la fertilidad en el momento el en que se decide ser madre (“una de las claves del éxito”, nos dice la doctora), por debajo de esta franja de edad tenemos más margen. Así, en una situación normal, se debería acudir a un centro especializado después de un año buscando el embarazo sin éxito.
Al margen de la edad, existen algunas señales que indican alguna anomalía y que, independientemente de la edad, hay que prestarles atención. “Las mujeres, en ocasiones, normalizan señales que deberían llevarlas a la consulta del médico, a informarse y entender qué es lo que ocurre, para decidir siendo conscientes de su situación si necesitarán ayuda o no en el proceso de ser madre”. Uno de los ejemplos que nos pone la doctora es el Síndrome de los Ovarios Poliquísticos (SOP), que se detecta de manera sencilla durante la adolescencia y que con un cambio en el estilo de vida puede mejorar bastante. Otro ejemplo sería la endometriosis , que puede tardar años en diagnosticarse si no se acude a consulta y que suele darse en mujeres con reglas muy dolorosas (algo que también, nos dice la doctora, se normaliza). “Si tú tienes toda esta información, podrás tomar una mejor decisión”.
Por eso, aunque la franja de edad que va hasta los 35 años nos deja bastante margen, “lo recomendable es acudir al ginecólogo en revisiones periódicas o realizar una valoración preconcepcional (que se puede llevar a cabo, incluso, antes de los 30 años), para asesorarnos de los mejores métodos anticonceptivos, comprobar que nuestras citologías son normales y, en el mejor de los casos, “es hasta recomendable realizar una analítica hormonal en sangre y una ecografía”. De esta forma, aunque decidamos ir más allá de los 35 años con nuestro deseo de ser madre, entender cómo cambia la fertilidad en el tiempo y plantearnos todas las opciones .
La fertilidad de la mujer después de los 35 años
Si hemos pasado ya la franja de los 35 años de edad, la doctora es clara, “la calidad y cantidad de los óvulos, como he comentado, se reduce”. Así, para acudir a un especialista ya no tienes que esperar al año de intentar quedarte embarazada, sino mucho antes, “a los 6 meses de haber comenzado”. En el caso de cumplir 40 años, por ejemplo, “ lo recomendable es acudir incluso antes de intentarlo ”.
Las pruebas que se realizan en estos casos son sencillas: una ecografía pélvica, una analítica hormonal y, a partir de las alteraciones que se encuentren o que no se encuentren , se va profundizando un poco más. En esta primera visita, nos cuenta la doctora, “se analizan en la mujer datos como la edad, la hormona antimülleriana, la torioides, la vitamina D , las clamidias, además de realizarse pruebas de trompas de Falopio, análisis genético y pruebas específicas en caso de abortos de repetición”. Un proceso que se desarrolla en tres semanas y que “nos ayuda a establecer un primer diagnóstico para tomar decisiones”. Algo que dependerá, totalmente, del resultado del estudio.
Fertilidad en el hombre y la influencia de los agentes externos
En el caso de los hombres, nos explica la doctora, no hay tanta diferenciación entre una franja de edad y otra. Los gametos masculinos funcionan de manera diferente, pues el varón no deja de producir espermatozoides con la edad (al contrario que le ocurre a la mujer). Ahora bien, “sí puede ser que encontremos peor calidad de los mismos más allá de los 55 años, pero no van a dejar de producirlos”. Por ello, establecer una edad determinada es algo complicado.
Lo que sí sabemos con certeza, para poder ofrecerles una pequeña guía de fertilidad también al hombre, “es que la calidad del esperma en general ha empeorado con respecto a 20 años atrás. Cada vez nos cuesta más encontrar, por ejemplo, donantes con buena calidad espermática, posiblemente debido a factores ambientales, contaminantes, tóxicos o a la propia alimentación”. Es por ello que, en esa primera consulta en la que se analiza la fertilidad de la mujer dependiendo de la edad, también se realiza un estudio de la genética del hombre y de los hábitos saludables o no tan saludables que contiene su estilo de vida.