La reconocida pediatra Lucía Galán (@LucíaMiPediatra) acaba de publicar su tercer volumen de cuentos para, como ya hizo en los dos anteriores -Cuentos de Lucía, mi pediatra y Cuentos de Lucía, mi pediatra 2-, educar a los niños en salud, tanto física como emocional , y orientar a los padres en ella. En esta ocasión, ha decidido agrupar los relatos por estaciones: Cuentos de otoño de Lucía, mi pediatra (TimunMas), con el que pretende convencer a los niños a partir de 3 años de que ir al pediatra no es malo y comiencen a entender cómo funciona su cuerpo y su mente.
Pensado para una lectura familiar y sencilla, sus protagonistas, los hermanos Lola y Toni, vuelven para tratar temas tan comunes como los nervios del inicio del curso escolar , la gestión de la ira, las enfermedades raras o una posible otitis otoñal . Sí, todo enfocado al otoño (habla también de las frutas y verduras de temporada), aunque también con temáticas atemporales. Porque lo ha escrito pensando en que será el primer volumen de una nueva colección formada por cuatro libros.
Todo explicado con detalle y dulzura, para que los niños (y los padres) pierdan el miedo a la consulta con su pediatra. Hacerlo con un libro de cuentos, nos dice, “es mucho más efectivo que cualquier charla magistral que pueda dar a las familias en consulta”. Con ella hemos querido hablar precisamente de la importancia de los cuentos y del bienestar emocional, que muchas veces se nos olvida y no existe salud sin un buen cuidado de nuestro interior.
Lucía, ya son tres libros de cuentos publicados. La educación a través de ellos, ¿es una de nuestras mejores herramientas?
Sin ninguna duda. Los niños rápidamente conectan a través de los personajes y se sienten identificados con ellos. Sienten como ellos y aprenden lo que los personajes aprenden . Es la magia de la inocencia infantil. Podemos invertir mucho tiempo y energía en darles clases magistrales a nuestro hijos que nunca llegaremos como llegamos con un buen cuento. ¿Qué padre no recuerda los cuentos de su infancia?
En el campo de la salud infantil y de la pediatría, ¿cómo nos ayudan los cuentos a transmitir unos valores saludables?
Los niños y niñas son grandes imitadores y, en el momento en el que se sienten identificados con un personaje, copiarán lo que ese personaje hace, querrán parecerse a él ; muchos, incluso, pasan a sentir verdadera admiración por ellos. Estos pequeños personajes se pueden convertir en ejemplo de vida. ¿Cómo vamos a desaprovechar esa oportunidad? Es muy bonito hacer todo ese viaje junto a ellos y ver qué efectivamente el mensaje va calando en sus pequeñas pero intensas cabecitas.
Tanto en este libro de cuentos como en los dos anteriores, no solo pones el foco en la salud física de los niños, sino también en la emocional, ¿no hay una sin otra?
No, no hay una sin la otra. No hay salud sin salud mental, así que para mí es inconcebible separar una de otra. Además, tengo la inmensa suerte de trabajar en mi Centro Creciendo con más de 20 especialistas de la salud mental infantil (psicólogos, neuropsicólogos, psiquiatras infantiles, logopedas, pedagogos) además de pediatras. Abordar la Salud de nuestras familias desde ese enfoque integral de la salud física y emocional es lo que marca la diferencia. Por tanto, si no lo separo en mi trabajo, si jamás lo separo en mis libros para padres y madres ¿cómo separarlo en los cuentos?
¿Qué otros temas encontramos en este libro que no encontramos en los dos anteriores?
Por ejemplo, la vuelta al cole y esos nervios que pasan niños y padres. También cómo gestionar las rabietas y los ataques de ira , cómo explicarles a los niños lo que es una otitis y qué va a pasar cuando vaya al pediatra. Qué es una enfermedad rara y cómo educar a nuestros hijos en la diversidad y el respeto hacia los demás y, por último, me gusta destacar La mamá de Lola tiene una cita, una pequeña ayuda todas esas madres que se sienten culpables cuando hacen cosas sin contar con sus hijos , cómo salir con las amigas, salir con tu pareja o dedicarte tiempo a ti misma.
Por tanto, ¿es un libro para leer en familia?
Sin ninguna duda. Tenemos niños, tenemos mamás y papás y tenemos abuelitos con enseñanzas para todas las edades.
¿Qué te gustaría entonces que aprendieran niños leyendo tus cuentos y qué los padres?
Me encantaría que los padres y los niños perdieran el miedo a ir al pediatra y que, además, ambos vean que las rabietas son normales en su desarrollo, pero que tenemos que aprender a gestionarlas desde el respeto. Me encantaría también que mirásemos de una vez por todas hacia la diversidad como una parte más de nuestra sociedad que merece todos nuestros recursos y atención y me encantaría que aprendiéramos los padres a querernos más y a cuidarnos más. Que nosotros también merecemos un descanso.