Juegos, libros y ‘apps’ para animar a los niños a practicar yoga

Esta baraja de cartas de yoga está destinada, en realidad, para todo aquel que quiera adentrarse en el mundo del Yoga. Aunque es cierto que nace con la intención de explicarles a los más pequeños de la casa esta filosofía milenaria y todos los beneficios que puede aportarles tanto a nivel físico como mental . La baraja está compuesta por más de cuarenta asanas o posturas de esta disciplina, que buscan enfocar la mente de los niños a través del juego y flexibilizar y fortalecer, a su vez, todo su cuerpo.

El juego ha sido fabricado en papel piedra (sin agua ni cloro ni PVC, es decir, es 100% sostenible) diseñado por la profesora de yoga Cristina Zamora e ilustrado por el pintor valenciano Luis Contreras.

Edad recomendada: a partir de 4 años.

Otro juego educativo que, a su vez, potencia la práctica del Yoga y el Mindfulness es este juego de mesa pensado para ofrecer a los más pequeños un aprendizaje desde el respeto, de una manera natural, autónoma y progresiva de muchos ámbitos de su entorno: desde las letras o los números hasta las emociones y el tiempo. De esta forma, los niños podrán disfrutar de los beneficios de estas dos disciplinas de una manera práctica y divertida . Está compuesto de más de 20 cartas con asanas, un par más para concentrarse en la respiración, un puzle con posturas de saludos al sol y una ruleta de masajes. Si tanto movimiento les agota, también podrán pintar los mandalas que contiene o hacer alguna de las manualidades que propone.

Edad recomendada: a partir de 3 años.

Además de los juegos, también podemos echar mano de los libros. Uno de los que más nos gusta en este sentido es éste, que además de ser una completa y práctica guía de Yoga, nos habla de los constantes cambios que los niños van experimentando en su cuerpo y en su mente . De esta forma, sus páginas intentan ayudarnos (a ellos y a nosotros como padres) en todo este proceso de una manera saludable, potenciando el movimiento ágil y una buena postura. Todos los ejercicios se explican de una manera muy sencilla y podréis practicarlas todos juntos.

Edad recomendada: a partir de 5 años.

Otro juego, pero esta vez digital, es Eduyoga. Una app que ofrece, tanto a los niños como a los padres, la posibilidad de crear una rutina propia de ejercicios de yoga muy variados que puedan practicarlos de manera continuada. ¿ Por qué no utilizar las nuevas tecnologías para cultivar el cuerpo y la mente ? Con ella, fomentamos valores y hábitos posturales saludables que, muchas veces, los adultos hemos olvidado. Además, tiene una parte dedicada a la relajación, estupenda para el final de la tarde.

Edad recomendada: a partir de 4 años.

Al igual que nuestra primera sugerencia, estamos ante un juego en formato de baraja de cartas, pero aún mucho más sencillo. Cada una de ellas (son un total de 52 cartas) contiene una posición diferente, muy sencilla, que busca que los más pequeños se inicien en la práctica de Yoga. Por eso, sus ilustraciones son muy coloridas y divertidas.

El objetivo del juego es que, con cada una de ellas, los más pequeños aprendan a controlar su cuerpo y calmar su mente, perfecto para jugar al llegar a casa después del colegio . Además, con su práctica diaria, se puede también mejorar su concentración. Las cartas son todas ellas plastificadas y con las posturas muy bien explicadas, para que ellos puedan entenderlas.

Edad recomendada: a partir de los 5 años.

En esta ocasión, echamos mano de los dados para fomentar la práctica de Yoga entre los más pequeños. Se trata de un juego en el que al lanzar los dados, se deben conseguir diferentes posturas de esta disciplina, de las más sencillas que contempla, incluyendo algunas torsiones y movimientos que trabajan su equilibrio . Las reglas van muy en consonancia con los diferentes tipos de dados que contiene: por un lado, las posturas que se deben practicar y, por otro, varias figuras que nos van indicando la secuencia a realizar, si hay posturas adicionales o no y el tiempo que hay que aguantar en cada una de ellas.

Edad recomendada: a partir de 5 años.

Este juego de cartas tiene cuatro reglas diferentes de juego (de ahí que diga que es un 4 en 1), pero que tiene como objetivo, en todas las modalidades, descubrir y reproducir las posturas básicas de Yoga. Un total de 20 tarjetas, descritas en diferentes idiomas, lo que conseguirá también que practiquéis inglés o francés , con las que reproducir las posturas propuestas, pero también conseguir una rutina creando secuencias.

Edad recomendada: a partir de 3 años.

Relajarse antes de irse a la cama es algo que debemos aprender nosotros como adultos e inculcarles a los niños desde bien pequeños . Para ello, nace este fabuloso libro en el que se dan herramientas, técnicas y estrategias de autoconocimiento para que nuestros hijos, por sí mismos, aprendan a relajarse y dormir de una manera placentera. Entre ellas, hay posturas de Yoga, pero también otro tipo de ejercicios que poner en práctica cada noche. Está dirigido a los niños que ya saben leer, con páginas dobles muy bien ilustradas y explicadas.

Edad recomendada: a partir de 10 años.

Si ya tenemos cartas y dados, solo nos faltaba hacernos con unas fichas de dominó. En este caso, también con algunas modificaciones para que se adapte a la práctica de Yoga entre los más pequeños. La dinámica de cada partida es, a rasgos generales, muy parecida a la del juego tradicional, solo que, en este caso, no unimos números del 1 al 6, sino posturas de equilibrio, asanas y trabajamos diferentes habilidades del cuerpo y la mente . Las partidas, eso sí, serán un poco más largas.

Edad recomendada: a partir de 6 años.

Por último, si aún no estáis muy convencidos de si el Yoga puede gustarle o no a vuestros hijos, podéis comenzar su práctica con algunos juegos tradicionales . Eso sí, variando ciertos aspectos. Un buen ejemplo es el conocido Escondite inglés, en el que el primero que llegue a la pared gana y sustituye al amigo que está contando de espaldas en ella, ¿lo recordáis verdad? En este caso, en vez de contar “1, 2, 3, al escondite inglés sin mover las manos ni los pies”, diremos “1, 2, 3, (la postura de Yoga que queremos practicar) quiero ver”. Y así, tendréis que quedar inmóviles en la postura indicada.