Uno de cada diez niños en edad escolar tiene asma , lo que nos lleva a considerar esta patología como una de las enfermedades crónicas más frecuentes , no solo en la infancia, sino también en la adolescencia y, desgraciadamente, es una de las que más mentiras genera a su alrededor . Unas falsas creencias por parte de la sociedad en general y de las familias en particular que, en ocasiones, impiden el correcto tratamiento.
Así lo advierte la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), quienes realizan un llamamiento a que “ no se rechacen los tratamientos de control de esta patología por estas falsas creencias , ya que es la única manera de tener menos crisis y mejorar la calidad de vida de los pacientes”. Y es que, como nos dice el Dr. Luis Moral, coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria y Asma SEICAP, “muchos se niegan a su tratamiento precisamente por estos falsos mitos que rodean a la enfermedad”. Por eso, hace un llamamiento a las familias para que busquen siempre información veraz y no duden en consultar a su médico especialista ante cualquier duda.
Por lo general, estos mitos, nos explica el doctor, “conllevan un difícil control de la enfermedad, haciendo aumentar las crisis asmáticas y, por tanto, también los ingresos hospitalarios”. Entre ellos, todas “las mentiras relacionadas con el tratamiento son las que terminan teniendo las consecuencias más graves, pues o se administra de manera errónea o, directamente, no se utiliza”, subraya el doctor. De hecho, sobre todo durante la adolescencia, suelen aparecer problemas de adhesión al tratamiento debido , entre otros factores, a la desinformación ( hay un mayor acceso a Internet, las redes sociales y otras fuentes que pueden llegar a ser peligrosas ) y suposiciones incorrectas sobre el asma.
De entre todos las mentiras que rodean a esta enfermedad, hay cuatro que están bastante generalizadas y sobre las que el doctor quiere hacer hincapié, para evitar esas graves consecuencias de las que hemos hablado, como puede ser el ingreso hospitalario.
1. El asma es cosa de niños
Como hemos dicho, el asma es una de las enfermedades crónicas más frecuentes durante la infancia, pero puede aparecer también en la edad adulta. Conforme el niño va creciendo, puede ir mejorando hasta llegar incluso a desaparecer, pero no en todos los casos. Ya que, si el asma es de origen alérgico, tiene tendencia a persistir. Además, como en la gran mayoría de los casos, su evolución a lo largo de la vida no es fácil de predecir, depende del caso concreto y, en absoluto se puede llegar a pensar que algún día se irá por sí sola.
2. El asma es una enfermedad contagiosa
“El asma no es una enfermedad contagiosa”, afirma rotundo Luis Moral. Sin embargo, las infecciones respiratorias virales, como puede ser una gripe, suelen provocar un empeoramiento o crisis en los pacientes asmáticos, pero eso no significa “que el asma se pegue”. Su origen es éste y no que se contagie como un virus . Las causas para que aparezca asma pueden ser muy diversas, incluidas las alergias, pero no se transmite entre individuos.
3. No se puede practicar ejercicio físico
Completamente erróneo, es más, los niños con asma deben practicar deporte, ya que les ayudará a mejorar su salud en general y aprenderán a controlarlo, algo muy positivo para esta enfermedad. Además, les permite tener una buena condición física y un peso adecuado. Hay deportistas de alto nivel que tienen asma y que practican deporte siguiendo las medidas adecuadas de control. Algunos de los deportes más recomendados te los contamos en este artículo .
4. El asma solo se puede controlar con una gran cantidad de corticoides inhalados
De nuevo, falso. Como nos explica el doctor, “ el asma se controla con mayor frecuencia con corticoides inhalados en dosis bajas, que pueden utilizarse durante mucho tiempo (meses e, incluso, años) sin efectos adversos apreciables . Pero además, existen otros medicamentos que nos ayudan a controlar el asma sin tener que aumentar la dosis de corticoides inhaladas. En todo caso, deberá ser el propio pediatra alergólogo quien valore factores como la intensidad de los síntomas, su frecuencia o duración, para determinar la conveniencia o no de un tratamiento preventivo. “Hablamos siempre de un tratamiento individualizado y en función de factores etiopatogénicos, la gravedad y la respuesta obtenida en el paciente”. El objetivo será siempre obtener el máximo control de la enfermedad, a la vez que reducir también al máximo la posibilidad de efectos adversos.
5. Existen muchos riesgos y efectos secundarios en el tratamiento del asma
Por último, como hemos visto, es cierto que los corticoides inhalados es el principal tratamiento indicado para su control y que, por ello, genera una corriente de opinión negativa por sus posibles efectos secundarios. Sin embargo, nos recuerda el doctor que, “según el reciente trabajo publicado en Swiss Medical Weekly, es importante recordarle a las familias los potenciales beneficios de los corticoides para esta enfermedad”. Como cualquier otro medicamento, nos dice, “pueden tener sus efectos secundarios, pero sabemos que cuando los usamos en dosis bajas, pueden ser administrados durante periodos largos de tiempo sin producir efectos secundarios apreciables”. El beneficio, en todo caso, supera la posible aparición de esos efectos.