Las últimas recomendaciones sobre vacunación contra el coronavirus publicadas por el Ministerio de Sanidad, de la que se han hecho eco todos los medios, recomiendan vacunar a las mujeres embarazadas en el momento en el que les toque y también en periodo de lactancia frente a la COVID-19. La Asociación Ginecológica Española (AGE) también, pero son más conservadores y su recomendación dice que sea a partir de la semana 20 de gestación . Esto es porque, según los datos de que se dispone, no se ha encontrado ningún riesgo para ellas ni para su bebé y sí un efecto positivo de protección. Ahora, además, un nuevo estudio liderado por un equipo español ha comprobado qué sucede en la leche materna de las mujeres vacunadas. ¿Protege también al bebé?
Un estudio pionero
Hasta ahora, se sabía, por estudios que se habían realizado en Reino Unido y en Estados Unidos, que las vacunas frente a la COVID-19 son seguras durante la lactancia materna tanto para el niño como para su madre. Así, las mujeres que se vacunan y están en periodo de lactancia pueden seguir dando el pecho con normalidad.
Una nueva investigación, liderada por LactApp y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en concreto por el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA), que pertenece al mismo, ha determinado si la leche de las mujeres vacunadas contiene anticuerpos frente al coronavirus que pueden pasar a sus hijos.
Se trata de un trabajo pionero a nivel mundial que ha analizado muestras de leche de mujeres que dan el pecho y que se han vacunado con AstraZeneca, Pfizer y Moderna.
Anticuerpos en la leche materna
Los resultados del estudio son esperanzadores. Así, el trabajo español llega a una conclusión muy clara: la leche materna de las mujeres vacunadas frente al SARS-CoV-2 (el virus que provoca la COVID-19) contiene anticuerpos.
Es decir, la madre genera una inmunidad que no solo la protege a ella, sino que podría estar protegiendo a su hijo lactante al pasar dichos anticuerpos a la leche materna.
La leche de las mujeres vacunadas en periodo de lactancia tenían anticuerpos específicos (IgA e IgG), según se comprobó en las muestras analizadas.
El nivel de anticuerpos varía, según la vacuna recibida por la madre. También es diferente en función de otros factores, como si la pauta de vacunación está o no completada y si la mujer había pasado antes el coronavirus.
En las tres vacunas, en las madres vacunadas se generó un aumento de los anticuerpos más intenso tras recibir la segunda dosis. Además, se confirmó un efecto ya visto en otros grupos de población y es que en las mujeres que ya se habían infectado anteriormente con el coronavirus tras la primera dosis el nivel de anticuerpos en la leche materna era similar al de las mujeres que habían recibido la pauta completa de vacunación.
Inmunidad pasiva para el bebé
Tras la vacuna, la leche materna llega a unos niveles máximos de anticuerpos entre 7 y 14 días tras la pauta completa (las dos dosis de la vacuna).
Así, pues, al bebé que toma el pecho le llega leche con anticuerpos frente al SARS-COV-2, pero, ¿lo inmuniza también a él?, ¿es suficiente para estar protegido ante el coronavirus?
“La inmunidad que recibe el bebé a través de la leche materna es pasiva”, indican en LactApp. Esto supone que no está igual de protegido que alguien que se haya vacunado y que su organismo no generará una respuesta inmunitaria global por sí mismo solo por recibir esos anticuerpos a través de la leche materna.
Pero, a pesar de ello, los anticuerpos presentes en la leche materna sí ejercen cierto efecto protector. “Las inmunoglobulinas presentes en la leche ayudan a que el bebé no se infecte en el caso de que el virus de la COVID-19 sea detectado en el tracto respiratorio e intestinal”, indican desde LacApp.
Un estudio que continúa
El siguiente paso ahora es examinar de qué modo la capacidad inmunitaria logra transferirse a través de la leche materna. “La lactancia materna es una prioridad y aún necesitamos más estudios dirigidos a confirmar el potencial papel protector de estos anticuerpos presentes en la leche materna frente a la COVID-19 en niños”, destaca María Carmen Collado, investigadora de IATA-CSIC.
El estudio continúa en marcha para analizar cómo las nuevas variantes del coronavirus afectan a los anticuerpos presentes en la leche materna. Además, también se está indagando acerca de la persistencia de estos anticuerpos en distintas situaciones.
España ha tomado un papel muy activo en la investigación sobre lactancia y coronavirus, gracias a la iniciativa MilkCorona. En ella participan hospitales de Barcelona, Granada, Valencia y Zaragoz, así como universidades de Barcelona, Castellón y Granada, junto a LactApp.