Estos son los esenciales que no deben faltar en la mochila de tu hijo

Elegir la mochila que nuestro hijo llevará al colegio pasa por tener en cuenta una serie de consejos que ya veíamos en este artículo . Pero como bien decíamos en él, más que la propia mochila, lo que hay que vigilar es lo que metemos en ella. No cargarla demasiado es fundamental para garantizar una buena salud de la espalda de los más pequeños. Por tanto, para no llenarla de más, lo mejor es elegir una que se adecúe a lo que cada uno tiene que llevar a clase.

En este sentido, Kånken de Fjällräven presentó en los años 70, por primera vez, su diseño escandinavo más icónico y práctico para los niños suecos, su mochila que, ahora, se reinventa y saca su Kånken Laptop 15, pensada precisamente para la vuelta al colegio. Tiene un compartimento acolchado para separar tu ordenador portátil, en el caso de que tengas que contar con él, o, si no, para los materiales más pesados. Además, cuenta con todos los bolsillos y compartimentos de los modelos anteriores para llevar todo bien ordenado. El bolsillo lateral está pensado para guardar la botella de agua y la mascarilla.

La técnica del subrayado es muy usada por los estudiantes de secundaria, pero se debe comenzar a utilizarla mucho antes, en los cursos de primaria. Es importante y hay que dominarla, porque nos ayuda a destacar las ideas esenciales de un texto y, así, realizar una mejor lectura analítica, sirviéndonos de base para crear resúmenes y esquemas que nos hagan mucho más sencillo el estudio. Puedes subrayar con cualquier tipo de lápiz, pero hacerlo con diferentes colores conseguirá crear una clave cromática que, de manera transversal en todas las materias, te ayude a memorizar de una manera mucho más rápida.

Para eso tenemos los subrayadores, que llevan ya mucho tiempo con nosotros, pero que en los últimos años se han vestido de todos neones o pasteles, como los marcadores Textliner Pastel de Faber Castell, según te guste una mayor o menor intensidad. Aunque, para esta tarea, puedes escoger cualquier tipo de lápices o rotuladores. Estos están comprometidos con el medio ambiente , su punta es de poliéster y biselada, ofreciendo tres tipos de grosores para realizar el trazo. Su tinta es de base de agua, perfecta para todo tipo de papeles, y el cuerpo y la tapa están hechos de plástico 100% reciclado.

Escribir a mano sigue siendo una actividad fundamental para el desarrollo de la psicomotricidad fina de los niños . Por eso, aunque los mayores ya vayan con su ordenador al instituto, los más pequeños no deben dejar de coger lápiz y papel para anotar todo lo que vayan viendo en clase. Y es que la escritura activa más regiones del cerebro que si unimos una letra a la siguiente con el teclado de un ordenador , además de estimular los procesos de atención y memoria.

Depende del curso escolar en el que se encuentre tu hijo, necesitará bolígrafos o lápices. Y a nosotros nos han gustado mucho los que propone la firma danesa Sprout World, que ha lanzado una edición especial 100% sostenible que lucha contra la extinción de las abejas . Sí, son lápices plantables que no acabarán en la basura. Pero, ¿qué significa plantables? Pues que cuando acabes con uno de ellos, puedes plantarlo en cualquier superficie (ya sea un jardín o una maceta) y conseguir que crezcan plantas aptas para las abejas. Las semillas que contienen son salvia, tomillo, clavel, chía y cilantro. Su núcleo está hecho de grafito, pero la madera es de cosecha sostenible y su final está preparado para seguir replantando el mundo.

Otro de los grandes imprescindibles de todo alumno en su vuelta al colegio es el cuaderno, donde anotan todo lo que se va dando en clase y todos sus deberes. Es importante saber elegir el formato y modelo adecuado: de una o dos rayas, con cuadrícula, además de su tamaño y forma. En la gran mayoría de las ocasiones depende de la edad y de las necesidades de cada curso, el centro suele guiarte en este aspecto, pero no siempre ocurre. Ante la duda, escoge siempre uno que resista al desgaste del año escolar, con tapas duras y un papel grueso, de unos 90 gramos aproximadamente. Y cuidado con la espiral metálica, muchas no tienen una gran calidad. En este caso, además, no cuentes por un cuaderno por materia, porque el curso es largo y, seguramente, se utilice más de uno por asignatura.

Si quieres ahorrarte comprar más de los necesarios y peso en la mochila, lo más recomendable y sostenible es utilizar un archivador o carpeta con hojas de recambio en vez de cuadernos . Ahora bien, tu hijo debe tener la edad suficiente como para saber organizarse cada día y no dejarse ninguna asignatura del día en casa, porque la gran ventaja de esta opción es que puedes ir guardándolo todo en casa y cargar en la mochila unas cuantas hojas para las clases de ese día en concreto. Para ello, lo mejor es una carpeta o clasificador bien dividida que te permita identificar cada sección, como esta perteneciente a la Línea Clásica de Mr. Wonderful, con colores identificativos y espacio para anotar lo que necesites de cada una de las asignaturas. Además, te permitirá guardarlo todo junto, incluso las láminas de tus clases de dibujo, y no cargar con decenas de cuadernos.

Además de los lápices, necesitaremos bolígrafos. Sobre todo, porque hay cursos en la Educación Primaria en la que ya nos exigen que lo hagamos. Tres suelen ser los colores solicitados: negro, azul y rojo. Y es estupendo, porque la diferencia hace que los deberes y apuntes estén bien ordenados, creando una clave de color propia. La oferta, como para casi todo el material escolar, es inmensa. Por eso, te dejamos unos cuantos factores a tener en cuenta a la hora de elegir:

1. ¿Cuál será su uso? Es importante saber si lo necesitarás para apuntes rápidos en clase o para escribir en casa con tranquilidad . En el primer caso, busca un modelo ligero, ergonómico cuya punta fluya y que no tenga demasiado líquida. En este caso, los mejores son los tradicionales, con tinta viscosa a base de aceite de tinta y punta redondeada, que se seca rápidamente. Además, son más fiables y baratos. En el caso de tener ya una cierta edad y no necesitar mucha rapidez en el trazo, puedes utilizar uno de rollerball, con tinta líquida a base de agua o tinta de gel, menos viscosa y con un movimiento cómodo a través del papel, aunque se seca más lentamente.

2. Peso y tamaño, porque la escritura debe ser cómoda. No es lo mismo la mano de un niño de los primeros cursos de primaria de la de aquellos que ya están a las puertas de la ESO.

3. Tener en cuenta las recargas, porque si encuentras un bolígrafo precioso pero sin ellas, tendrás que deshacerte de él pasados apenas unos meses. Pero tampoco son sostenibles y económicos los de usar y tirar, por lo que un bolígrafo recargable con facilidad para encontrar la recarga puede ser una buena opción, como los BIC de la imagen.

No tan importante como la mochila a la hora de tener en cuenta muchos aspectos para elegirlo, pero sí que debe respetar algunas características para no querer cambiarlo a mitad de curso. Algo que tendrás que hacer también si no lo cuidas bien. Por ello, es importante limpiarlo una vez al mes, porque los lápices de colores y bolígrafos acaban ensuciando, no solo su interior, sino todos los demás accesorios que llevemos en él. Estos deben ser los esenciales, para no cargarlo demasiado y tenerlo todo bien a la vista, que no sea necesario extenderlo todo encima del pupitre cada vez que quieras encontrar algo.

Por eso, nos gusta este de Lilliputiens, El pirata estuche, decorado con ilustraciones infantiles que tiene una abertura muy amplia y confeccionada con una cremallera resistente. Su goma lateral te permite cogerlo rápidamente de la mochila y colgártelo en la muñeca en caso de que tengas que moverte para realizar trabajos en grupo por el aula. Antes de comprarlo (evidentemente, aquí juegan mucho los gustos de cada uno), asegúrate de las medidas de todas las cosas que tengas que incluir dentro , para no tener que contar con más de uno, alguno se te olvidará seguro.

Dentro del estuche, además de lápices y bolígrafos, deberás contar con el espacio que necesites para incluir esos pequeños accesorios que te evitarán pedirle un favor a tu compañero. ¿A cuántos se nos ha olvidado comprar un sacapuntas? Para que no te ocurra a ti, hemos elaborado una pequeña enumeración de lo básico:

- Un sacapuntas.

- Una goma de borrar.

- Una regla de 15 cm.

- Cinta correctora, en caso de que ya puedan utilizarla en clase.

Son cosas tan pequeñas que pueden olvidarse. Intenta que ocupen lo menos posible y si están protegidas con una pequeña funda o capuchón en su caso, mucho mejor. Hay muchos sacapuntas que vienen con un compartimento para ir recogiendo la punta y no tener que levantarnos constantemente a la papelera de clase, pero también hay gomas que vienen protegidas con una tapa para no ensuciarse, o que son un 2x1 con los que ahorrar espacio, como las de la imagen.

A través de las manualidades, no solo en la escuela, se pueden llegar a realizar actividades para niños muy divertidas y didácticas . En realidad, así es como debería ser la Educación Plástica en los colegios, una asignatura a la que no le damos importancia, pero que debe ser tratada como todas las demás. En lo único en lo que puede ser diferente es en el material necesario, porque esta nos exige un poco más:

- Unas tijeras para las que debes tener en cuenta su ergonomía y diseño, pero, sobre todo, la seguridad de tus hijos al utilizarlas. Por ello, dependiendo de la edad que tengan, tendrás que fijarte en unas características u otras: deben ser pequeñas y que se ajusten al tamaño de los dedos de tu hijo, según vaya creciendo, podrías ir aumentando su longitud, además de tener un plástico protector y, en el caso de los más pequeños, la punta redondeada.

- Un pegamento en barra. En el caso de que tu hijo necesite otro, seguramente lo pidan específicamente llegado el momento.

- Un bloc de dibujo o de cartulinas. Lápices de colores, que pueden ser de madera, rotuladores o de cera. Tendrás que preguntar en el centro.

- Un compás, si ya tiene clases de dibujo, con su escuadra y su cartabón. Quizás, en clase de Matemáticas ya te lo han pedido.

Siguiendo la estela de las manualidades, está claro que cada profesor nos dirá, siguiendo su plan de estudios, qué materiales comprar para cada ocasión. Seguramente nuestros hijos lleguen alguna semana que otra con pequeño listado de productos nuevos con los que hacerte corriendo para el día siguiente. Por eso, nuestra recomendación es que seas precavido, porque no será una compra en falso.

Y es que las manualidades también se pueden hacer en casa, es una forma divertida de trabajar la psicomotricidad fina de los más pequeños, pero también de desarrollar la imaginación y creatividad de los mayores, potenciando su concentración o estimulando sus habilidades motoras . Por ejemplo, es el caso de la plastilina. Si tu hijo está en los primeros cursos del colegio, seguramente, trabaje con ella, porque sus beneficios son todos los que hemos mencionado y muchos más. Por eso, puedes hacerte desde el principio con unos botes como los de Play Doh, pensada para los niños a partir de los 4 años, testada dermatológicamente y no tóxica. Y, al igual que haces con la plastilina, puedes comprar unas acuarelas, pinceles, un poco de cartón ondulado, fieltro o arcilla.

Por último, aunque no sea propiamente material escolar, sí que es importante que pensemos en la alimentación que queremos para nuestros hijos durante las horas de colegio . Puede ser que se queden en el comedor, pero también que vuelvan a casa a mediodía. Las horas, hasta entonces, pueden ser eternas si no contamos con enviarles un pequeño tentempié saludable para media mañana o, si no podemos recogerles, dejarles preparada la merienda. En este caso, debemos contar con una botella de agua que les permita mantenerse hidratados todas las horas del día y una caja de almuerzo práctica, cómoda y ligera para que se la lleven en la mochila.

No deben ser demasiado grandes, simplemente tener la capacidad suficiente para ese snack, fabricadas en materiales sostenibles o en plásticos libres de BPA, como es el caso de las de la imagen, de Tutete, fáciles de abrir y aptas para el lavavajillas. Ten en cuenta que será un utensilio para todos los días. Si prefieres algo más ligeros, hay bolsas de tela ya preparadas para guardar un sándwich que evitan el uso de plástico y con diseños infantiles muy bonitos.