sonambulismo infantil© AdobeStock

Niños

¿Es peligroso despertar al niño mientras está sonámbulo?

Muchos niños heredan el sonambulismo de sus padres. Afortunadamente, es una alteración que no suele revestir más complicaciones, aunque sí se debe saber cómo actuar para evitar problemas añadidos.


30 de agosto de 2021 - 14:02 CEST

Entre un 10 y un 12% de la población es sonámbula. El sonambulismo puede aparecer en un solo episodio o en más. En la edad infantil es más frecuente entre los seis y los ocho años. ¿Cómo hay que reaccionar cuando el niño es sonámbulo? ¿Necesita algún tratamiento? ¿Se puede evitar? Para contestar a todas estas preguntas hemos hablado con el Dr. Gonzalo Pin, coordinador del Grupo del Sueño y Cronobiología de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

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¿Cómo son los episodios de sonambulismo?

El sonabulismo es una alteración del sueño de la misma “familia” que los terrores del sueño y el despertar confusional. Tal como explica el especialista, se trata de una parasomnia del sueño no REM, la fase de mantenimiento no rápida.  También se relaciona con la apnea del sueño y con los ronquidos  y, en general, el sueño de un niño sonámbulo es mucho más inquieto, pues se mueve mucho.

El niño sonámbulo se levanta de la cama en el periodo de sueño y deambula por la casa o hace alguna actividad. En un 60% de los casos, hay un componente genético en el sonambulismo; así, suele haber familiares directos que también son sonámbulos o que lo fueron en su infancia. “En este caso, cuando es heredado, el sonambulismo puede tomarse con más tranquilidad”, recalca el Dr. Pin.

¿Por qué se desencadenan el sonambulismo?

Además del factor genético hereditario, hay otras causas que explican la aparición del sonambulismo o que lo desencadenan en presencia de ese factor. Son las siguientes, tal como detalla el miembro de la AEP.

Déficit crónico de sueño

En los niños que no duermen lo suficiente de forma continuada es más probable que pueda haber episodios de sonambulismo. Aunque las necesidades de sueño son diferentes según cada persona y a cada edad, contar con las horas de sueño que precise cada uno es vital para el desarrollo neurocognitivo. Actualmente,  muchos adolescentes no duermen lo suficiente,  “a pesar de que llegados a esta etapa la mitad de su vida la deberían haber pasado dormidos”.

Irregularidad en el sueño

“La irregularidad en los hábitos de sueño, acostarse cada día a una hora, también es un factor desencadenante para el sonambulismo”, advierte el Dr. Gonzalo Pin. Así, su recomendación es respetar el horario natural de los niños y no regir sus actividades por el horario de los adultos. Además, según señala, a los niños con demasiadas extraescolares que llegan muy tarde a casa les cuesta desconectar y eso redunda en una mala calidad del sueño.

Estresores físicos y emocionales

Aunque con menos peso que los elementos anteriores, que el niño esté sometido a factores estresantes tanto en el plano físico como en el psíquico, puede condicionar la aparición del sonambulismo. “La armonía del niño con su medio es vital”, recalca el especialista.

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¿Cómo cuidar de la seguridad del niño sonámbulo?

Lo más importante cuando el niño tiene un episodio de sonambulismo es cuidar de su seguridad para que no pueda lastimarse. Hay que tener en cuenta que el pequeño puede llevar a cabo cualquier acción que sepa hacer ya; por ejemplo, abrir una puerta y salir a la calle, abrir una ventana, utilizar un cuchillo... Algunas de ellas pueden resultar peligrosas, pues su nivel de conciencia no es tal, aunque esté con los ojos abiertos.

Sin embargo, es interesante conocer una particularidad que destaca el experto en sueño: “El niño puede repetir lo que ha aprendido durante el día, pero no puede aprender nada. Por ejemplo, si la puerta se cierra de un modo que él no ha visto, no será capaz de abrirla, no puede ‘inventar’ nada mientras está sonámbulo”. Esto supone una garantía para los padres, que pueden idear formas de mantener la casa más segura sin que él las vea para que no pueda ponerse en riesgo cuando esté sonámbulo.

¿Qué pasa si se le despierta?

“No hay que despertar nunca a un niño sonámbulo, pues es un cuerpo despierto, mientras su cerebro permanece dormido”, indica el Dr. Gonzalo Pin. Lo mejor, según aconseja, es “acudir cuando se levante y observar lo que hace, pero sin interactuar con él”. Luego, una vez que haya pasado la fase más intensa, se le lleva a su dormitorio, pero “sin interactuar con él”.

Los episodios de sonambulismos pueden prolongarse entre 15 y 20 minutos. “Durante ese tiempo, los padres son extraños para el niño, cuanto más se le hable, más nervioso se pone y puede llegar incluso a la agresividad; es por eso por lo que se recomienda no despertarlo ni interactuar con él, pues aumentará la irritabilidad”, destaca.

Tampoco hay que preguntarle nada del episodio a la mañana siguiente, “pues sufren lo que se llama una amnesia retrógada y no recuerda nada”, comenta el experto.

¿Qué tratamiento tiene el sonambulismo infantil?

En la mayoría de los casos, el sonambulismo desaparece por sí solo en los niños, aunque para prevenirlo conviene mantener una buena higiene del sueño, con tiempo suficiente de descanso y horarios regulares, y evitar el uso excesivo de pantallas. “En algunos pacientes se puede emplear un tratamiento farmacológico, pero no es frecuente”, indica el Dr. Pin.

El proceso no suele revestir ninguna complicación cuando aparece a la misma hora (a final del primer tercio de la noche e inicio del segundo tercio), hay amnesia al día siguiente y se presenta solo un episodio.

Sin embargo, el especialista de la Asociación Española de Pediatría aconseja  comentarlo con el pediatra si los episodios ocurren a una hora distinta cada noche,  hay más de uno al día y dejan secuelas al día siguiente.

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