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La gran mayoría de tutoriales que encuentras por Internet te invitan a crearlos con papel crepé, muy manejable y con un aspecto final muy parecido a lo que viene a ser un girasol. Sin embargo, para los niños quizás es un poco más complicado contar con él, por lo que hemos pensado en hacerlos con cartulinas . El resultado no es tan realista, pero nadie las confundirá con otras flores. Todo el mundo sabrá identificarlas. Además, no necesitas más materiales que los que ya tienes casi con total seguridad en casa. A lo sumo, que no cuentes con el color exacto de las cartulinas que, en este caso, debe ser respetado.
El primer paso que vamos a dar está, como siempre, dirigido a preparar nuestra base. En este caso, esta viene dada por los pétalos de los girasoles. Sin embargo, no vamos a crear uno a uno, sino que conseguiremos que todos estén unidos. Para ello, cogemos la cartulina amarilla y, si es de tamaño DIN A4, simplemente tendremos que colocarla en horizontal y cortar dos mitades iguales. Utilizaremos una regla para no torcernos. Así, de cada una de las cartulinas, podremos conseguir dos girasoles.
Una vez tengamos los rectángulos recortados, vamos a doblar cada uno de ellos con forma de acordeón. Pero, esta vez, no nos colocamos la cartulina en horizontal, sino en vertical; crearemos los dobleces hacia un lado y hacia otro hasta completar el largo de la cartulina. Haremos lo mismo con todas las piezas que hayamos preparado.
A continuación, marcando bien todos los dobleces que hemos hecho (serán nuestros pétalos), recogemos la cartulina como se muestra en la imagen y doblamos la tira de acordeón que nos ha quedado por la mitad. De nuevo, es muy importante que presionemos fuerte y quede completamente doblado. Podemos ayudarnos con una regla o con cualquier elemento para, en cada doblez, ir presionando y marcando bien.
El último paso para conseguir nuestra base de pétalos es, quizás, el más complicado. Sin soltar el vértice que nos ha quedado al doblar por la mitad la base, empapamos bien con el pegamento de barra los laterales que nos han quedado en el exterior de esta especie de abanico. También le damos pegamento a los dos laterales que nos han quedado en el interior. Sin soltar, tratamos de unir los dos laterales interiores entre sí y los dos exteriores también entre sí, creando una especie de círculo con forma de abanico.
Tenemos que dejar que se seque por completo, para que se fije bien y no se suelte. Para no tener que hacerlo con las manos, podemos ayudarnos de unas pinzas de la ropa.
Mientras dejamos que se seque lo anterior, vamos a crear el círculo central de semillas que tiene todo girasol. Para ello, utilizamos las cartulinas negras. Recortamos círculos de un tres o cuatro centímetros menos que la medida del círculo de pétalos amarillo, como en la imagen. Tenemos que hacer tantos como girasoles queramos conseguir.
A continuación, recortamos tiras rectangulares y muy finas para crear una especie de rejilla sobre el círculo negro, como se muestra en la imagen. Una vez los tengamos, vamos pegando con pegamento, primero las horizontales y después las verticales. Dejamos que este elemento de nuestra flor también se seque.
Para este siguiente paso necesitaremos nuestras cartulinas verdes, pues con ellas crearemos las hojas del girasol. Es sencillo: con un lápiz las dibujamos todas ellas en la cartulina y con unas tijeras las recortamos. Ya que estamos con las tijeras, podemos aprovechar para recortar las pajitas de color verde que vamos a utilizar como tallos, pero todo depende del largo que queramos darle y la medida del jarrón en el que irán. Quizás, no te haga falta. Si no has conseguido pajitas verdes, puedes utilizar unas blancas y pintarlas con un rotulador o témpera.
Para darles forma a las hojas, doblamos cada una de las flores por la mitad, longitudinalmente, marcando de nuevo bien el doblez. A continuación, hacemos dobleces a lo largo de toda la hoja de la misma forma que hicimos con los pétalos. Tenemos que marcarlo todo muy bien. Cuando lo tengamos, abrimos todas las hojas de nuevo. Ya tenemos preparados todos los elementos de nuestro girasol.
En este penúltimo paso, necesitamos una buena barra de pegamento, porque vamos a unir todas las piezas. Primero, pegamos la pajita a la base de pétalos del girasol, como en la imagen. Hacemos este primer paso en todos ellos, así se van secando. Después, pegamos los círculos negros en el centro de la base de pétalos amarilla. Dejamos que se seque y, por último, vamos pegando a nuestro antojo las hojas verdes a lo largo de la pajita, ahora convertida en un bonito tallo.
Por último, dejamos secar todos los girasoles y nos aseguramos, antes de colocarlos en su lugar definitivo, que todas las piezas están bien soldadas. El resultado debe ser muy parecido al que ves en la imagen. Ahora sois vosotros los que decidís si los ponéis en un jarrón, creáis un bonito ramo de regalo o los pegáis en una tarjeta de felicitación.
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