La vuelta al colegio , para la que apenas quedan unas semanas, es un momento que siempre produce en nuestros hijos cierta expectación, pero también muchos nervios. Sobre todo, en el caso de que exista un cambio de centro, un cambio de ciclo escolar o que se produzca esa incorporación “al colegio de mayores” por los más pequeños . A las nuevas rutinas, porque el verano nos ha hecho perderlas un poco de vista, se suman los nuevos compañeros, profesores y los espacios desconocidos. Un conjunto de cambios que pueden llegar a ser emocionalmente complicados .
Por ello, cada vez son más los centros escolares que ponen a disposición de sus alumnos planes de acogida adaptados a las necesidades individuales de, sobre todo, los más pequeños . Por eso, muchos colegios permiten que los padres acudan con ellos unas cuantas horas durante la primera semana. Pero, más allá de eso, existen otras muchas prácticas que podemos tener en cuenta para prepararles desde casa los días previos.
Hemos querido hablar con el equipo del Departamento de Orientación y Tutores del colegio JOYFE que, en su Plan de Acogida, han diseñado todo un programa de adaptación al entorno escolar de los alumnos de 2 y 3 años , para quienes todo es una novedad. Y es que, como nos confirma Belén Alonso, del propio Departamento de Orientación Infantil y Primaria, “conseguir la completa adaptación de los niños supone ser capaz de seguir las rutinas del entorno escolar de modo activo, participativo y alegre, disfrutando de toda la experiencia. Esto depende de cómo se trabaje en el entorno familiar”.
Consejos para una buena adaptación al colegio
A continuación, con la ayuda de Belén Alonso y su equipo, hemos elaborado un conjunto de buenas prácticas para que las familias puedan ayudar a los más pequeños de la casa, aquellos que sufren un mayor cambio, desde casa y que, en sus primeros días, este proceso sea mucho más sencillo para ellos:
- No dramatizar la situación. La vuelta al colegio no debe ser captado por ellos con miedo o inseguridad. Hay que transmitirles confianza, es un momento bueno.
- Mucha comprensión: es un proceso duro que el niño tiene que superar solo, nadie puede ayudarle, pero sí hacerle sentir comprendido.
- Las despedidas deben ser cariñosas siempre, pero firmes y sin alargarlas demasiado. Cuanto más cortas, mejor. Si no, el objetivo que el niño se impondrá cada día es permanecer con sus padres el mayor tiempo posible, sin que llegue el momento de despegarse. Esto puede generarles más angustia.
- A la hora de recogerles del colegio, no lo conviertas en un momento ‘salvavidas’. No vas a salvarle de nada ni de nadie, simplemente acudes a recogerle de su tiempo en el colegio.
- Escucharle y comunicarte con él. Han pasado muchas horas fuera de su entorno familiar y no está de más dedicarle un ratito de juego, de que nos cuenten qué tal ha ido su día y hacerlo en exclusiva. Que sea tiempo de calidad.
- Preguntarle qué tal en el colegio, pero no insistir demasiado. Que nos cuente lo que quiera y no recordárselo continuamente.
- Mantener las normas y las rutinas que nos hemos impuesto evitando ser permisivos. Es importante y necesario seguir exigiendo el cumplimiento de los hábitos que hemos comenzado para proporcionarle seguridad y confianza.
- Tener una comunicación constante con el tutor. Cada proceso de adaptación es completamente distinto. Algunos niños lloran, pero otros se muestran agresivos o se niegan, por ejemplo, a comer o quitarse el abrigo y la mochila. Pregunta y trabaja con él estas actuaciones.
- Evitar las culpabilidades si el tiempo que precisa vuestro hijo no cumple vuestras expectativas. Cada uno, como hemos visto en el punto anterior, lleva su ritmo y necesita sus momentos. Es fundamental respetarlo.
- Trabajad vuestra paciencia, porque habrá llantos y rabietas, pero no hay que desesperar y perder los papeles. La situación debe normalizarse.