La fimosis es muy frecuente en los niños. A los tres años se estima que más del 85% de los pequeños tiene fimosis. Esta se define como el estrechamiento del extremo del prepucio, que es la piel que recubre el glande del pene. Al existir ese estrechamiento, el prepucio no puede retraerse sobre el glande.
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El Dr. Félix Notario, pediatra en la Clínica HLA El Rosario, de Albacete, y presidente de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA), nos indica todo lo que hay que tener en cuenta sobre la fimosis en niños.
¿Hasta qué edad es normal tener fimosis?
Al nacer, los bebés presentan lo que se denomina adherencias balano-prepuciales. “Son uniones fisiológicas de la mucosa del prepucio al glande y pueden estar presentes, con o sin fimosis”, explica el Dr. Notario. Estas adherencias son totalmente normales y dificultan también la retracción de la piel del prepucio. No hay que hacer nada en este momento, aunque el recién nacido presente fimosis.
Actualmente, se espera unos años para plantear alguna intervención médica en relación a la fimosis. Es así porque ocho de cada diez niños podrán retraer la piel del prepucio sin problemas sobre los cuatro años. La inmensa mayoría lo conseguirá en los siguientes años, y solo queda un 1% de jóvenes que en mitad de la adolescencia no lo han conseguido.
“El tratamiento de la fimosis debe plantearse a partir de los cuatro-cinco años de vida, cuando ya la definimos como una entidad patológica. Las adherencias simples pueden esperar e incluso no tratarse específicamente”, recalca el experto.
¿Cómo debe ser la higiene de la zona?
Aunque no hay que realizar ninguna intervención médica en la mayoría de los casos de bebés con fimosis, sí hay que cuidar la higiene de la zona. Así, esta debe hacerse con cuidado, “con una retracción suave del prepucio, siempre que no hay fimosis marcada y dicha retracción sea fácil”, aconseja el pediatra.
Esto significa que en el baño se puede retraer muy suavemente esa piel hacia atrás para poder limpiar la zona, pero sin provocar ninguna molestia al niño. Bastaría con los productos de higiene habituales, a no ser que el médico indique lo contrario, pues puede haber casos en los que se necesiten otros especiales para ese área con el objetivo de desinfectar bien la zona.
¿Qué pasa con la maniobra del ‘tirón’?
Hasta hace poco se realizaba la denominada maniobra del ‘tirón’, que consistía en hacer un movimiento fuerte y brusco sobre la piel del pene para acabar con esa situación de fimosis. Actualmente está totalmente contraindicada, pues se ha visto que puede causar complicaciones.
“El pediatra debe mantener siempre una actitud preventiva, evitando retracciones prepuciales forzadas, sobre todo en menores de cuatro años”, destaca el especialista de la Clínica HLA El Rosario. Y advierte: “Nunca debe realizarse la conocida maniobra del ‘tirón’, pues en niños con fimosis la herida producida podrá originar más problemas que beneficios y lograremos el rechazo a las maniobras higiénicas posteriores”.
Además de ser muy doloroso para el pequeño, el ‘tirón’ puede provocar desgarros y posteriores cicatrices en la zona que no hagan sino empeorar la situación inicial.
¿Cuál es el tratamiento actual para la fimosis?
Cuando la fimosis no se resuelve por sí sola y hace falta un tratamiento, hay dos posibilidades: pomada con corticoides e intervención quirúrgica.
Pomada con corticoides
Se aplica a partir de los cuatro años “en ciclos de cuatro semanas y siguiendo escrupulosamente las indicaciones del profesional de Pediatría”, señala el Dr. Notario. Si fuera necesario, se pueden repetir estos ciclos de pomada. Suele ser una medida muy eficaz en el 75% de los casos y, sobre todo, evita el paso por el quirófano.
Intervención quirúrgica
En otros casos, el niño con fimosis tiene que pasar finalmente por una intervención. La operación es una circuncisión, que consiste en la resección del prepucio para dejar total o parcialmente descubierto el glande. En algunas culturas, la circuncisión se hace de modo tradicional cuando el niño nace, pero si se practica por motivos médicos, en caso de fimosis, se realiza a partir de los cuatro años.
Hay algunas circunstancias que obligan a adelantar esta operación de fimosis. Sucede “cuando aparecen dificultades en la micción o infecciones de repetición en esa zona, así como cuando se produce el fenómeno de la parafimosis, al forzar la retracción del prepucio más allá del surco coronario”, detalla el especialista.
Así, pues, en la mayoría de las ocasiones, la fimosis se resolverá por sí sola y cuando no es así la pomada con corticoides suele ser suficiente, aunque en casos aislados habrá que recurrir a la intervención quirúrgica.
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