España está en las primeras posiciones en el ranking de sobrepeso y obesidad infantil en Europa, con todo lo que ello conlleva. No obstante, por ser una época de crecimiento, hay que extremar las precauciones en lo que respecta a la pérdida de peso, que debe ser siempre prescrita por un médico.
Nos habla de ello el Dr. Gilberto Pérez López, endocrinólogo y pediatra del Servicio de Endrocrionología y Nutrición del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid, y coordinador del Grupo de Trabajo de Obesidad Infantil y de la Adolescencia de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).
El punto de partida del sobrepeso infantil
Uno de los problemas con respecto al sobrepeso y la obesidad infantil es que los padres no son conscientes de que está ahí. Así, según explica el experto, cuando en consulta se les comenta a las familias la situación, “la mayoría de las veces se sorprenden”. Es decir, no hay conciencia de que su hijo tenga sobrepeso u obesidad.
En España, según el IV Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias, el 30% de los menores padece sobrepeso u obesidad (18% frente a 12%, respectivamente), “pero solo el 8% de los padres piensan que sus hijos tienen exceso de peso”, subraya el Dr. Pérez.
En su opinión, “si la prevención pasa por identificar que hay un problema, no seremos capaces de controlarlo hasta que sea evidente”.
Los periodos críticos del exceso de peso infantil
Hay algunos momentos en el desarrollo de los menores que son especialmente importantes por su riesgo para desarrollar sobrepeso u obesidad. Es entonces cuando hay que poner en marcha todas las herramientas preventivas. Estos periodos críticos son tres, según especifica el especialista de la SEEDO:
- Los mil primeros días de vida (incluye los nueve meses de embarazo y hasta los dos años de vida).
- Lo que se denomina el “rebote adiposo”: entre los cinco y los siete años.
- La adolescencia.
¿Sí o no a las dietas de adelgazamiento en menores?
En general, las dietas de adelgazamiento en niños solo están indicadas en casos de obesidad grave (nunca en sobrepeso u obesidades de reciente inicio)”, advierte el endocrinólogo.
La razón es porque en épocas de crecimiento, como la infancia y la adolescencia, una restricción de calorías podría afectar tanto a la talla como al desarrollo normal del niño. ¿Cuál es la solución entonces? “Como idea general, en niños y adolescentes con sobrepeso el objetivo es mantener el peso mientras ganan centímetros. Si mantienen el peso y ganan centímetros de altura, irán mejorando la relación peso/talla (índice de masa corporal”, explica.
La alimentación en menores con exceso de peso
La pauta para los niños con exceso de peso no grave es mantener una dieta equilibrada, “siendo la mediterránea el ejemplo a seguir”, apunta el Dr. Gilberto Pérez. Está totalmente desaconsejado el consumo de productos fuera de ella, como las bebidas azucaradas y los alimentos procesados.
Pero no solo hay que fijarse en la alimentación, pues para combatir el sobrepeso y la obesidad es necesario contar con otro elemento más: el ejercicio físico. “El mejor abordaje sería una dieta equilibrada siempre complementada con al menos una hora de actividad física diaria. En muchos casos, el sedentarismo es el gran responsable de la pandemia de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes”, destaca.
Por tanto, no se trata de poner a los menores a régimen sino de seguir la dieta mediterránea, retirar los alimentos hipercalóricos y alentar la actividad física, a la vez que se promueve una adecuada educación nutricional para toda la familia.
Los riesgos de intentar que bajen de peso sin ayuda médica
Además de los problemas físicos que acarrea el exceso de peso en niños, también hay otros inconvenientes a nivel psicológico, como ansiedad y depresión (muchas veces a consecuencia del acoso escolar) y baja autoestima.
Se constatan, igualmente, trastornos de la conducta alimentaria (TCA). “Muchos adolescentes y adultos jóvenes con TCA tienen como antecedente relevante obesidad en la infancia” , alerta el experto.
A pesar de todo ello, nunca hay que intentar que los niños pierdan peso sin consultar con un especialista. Los riesgos son altos y pueden ir desde trastornos de la conducta alimentaria a alteraciones del crecimiento y de la pubertad. Lo más adecuado es prevenir y seguir, en todo caso, la dieta mediterránea, adoptando la práctica de ejercicio físico como un hábito diario.
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