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“Las dificultades a las que puede enfrentarse una mujer que quiere optar por la lactancia materna son muchas: desde dolor a falta de tiempo”, nos cuenta Mar Santamaria, farmacéutica de PromoFarma. “Por un lado, se nos anima a lactar y se nos recuerdan sus múltiples beneficios , pero, por otro, los apoyos a la lactancia son más bien escasos -horarios de trabajo muy largos, pocos permisos laborales y dificultad en la conciliación, además de falta de asesoramiento e información”. Por eso, para que la lactancia sea todo un éxito, la farmacéutica nos ayuda a elaborar un check list de productos que pueden ayudarnos desde el principio.
Los hay de dos tipos, eléctricos o manuales y leyendo este artículo puedes saber cómo elegir el tuyo. Sin embargo, como recomendación general: el manual son recomendables para extracciones puntuales, pero, si es habitual, hazte con uno eléctrico, como el de la imagen, Elvie Pump (silencioso, pequeño y manos libres). Ahora, nos advierte la experta, “puede ocurrir que en los primeros días no se consiga extraer la cantidad deseada o que te duelan los pechos. Por eso, es importante rebajar la autoexigencia con una misma e, incluso, buscar ayuda profesional”.
Entre estas emulsiones hidratantes que pueden utilizarse ya desde el propio embarazo, para aumentar la elasticidad de la piel, existen fórmulas que después, además, nos ayudan a regenerar. Las más habituales son las que contienen lanolina o cera de abejas (que crean una película protectora), aceites vegetales ricos en vitamina E y ácidos grasos omega que nutren, reparan y suavizan. Además, otros elementos como los extractos vegetales que pueden llegar a contener, como la caléndula, tienen propiedades antisépticas, repitelizantes y cicatrizantes. Si le preguntas a las madres del mundo, te informarán de la más conocida: Purelan, de Medela.
Las pezoneras de silicona
Otro de los grandes aliados para la lactancia materna son las pezoneras, unos productos de silicona que imitan el pezón y que pueden llegar a salvarte. No son un imprescindible, eso es verdad, pero puede ser que el cuadro médico que te atienda en el hospital te las recomiende en el caso, sobre todo, para cuando el bebé no se agarra bien, por el motivo que sea, o cuando aparecen las temidas grietas. Sí, si las cremas que te hemos recomendado no hacen efecto, esta es tu segunda opción.
Algunos profesionales, sin embargo, las desaconsejan. Pueden actuar como barrera y disminuir la intensidad del estímulo que hace el bebé al succionar y afectar a tu producción de leche. Por eso, valorar con tu médico o matrona el riesgo-beneficio es importante antes de su uso.
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Los discos de lactancia absorbentes
Para prevenir esas grietas de las que hemos hablado, es conveniente también, además de asegurar una correcta colocación del bebé en el momento de la lactancia, evitar lavar muy a menudo la zona del pezón o utilizar productos inadecuados que retiren la protección natural de la piel. Basta con agua y jabón. Además, es importante procurar mantenerlo lo más seco posible. Para ello, los discos de lactancia son estupendos. Como nos recuerda Mar Santamaria, “nuestra piel tiene su propio manto protector, por lo que es importante no lavar los pezones con demasiada frecuencia y mantenerlos secos”.
El cojín de lactancia, un gran invento
Muchas madres acaban por confirmar que el cojín de lactancia es uno de los grandes inventos de este siglo y no cuando llega el momento de darle el pecho al bebé, sino antes. Está claro, no tiene por qué ser un básico, te puedes apañar con otras cosas, pero sí que ayudan mucho a facilitar la lactancia, sea con el pecho o con el biberón. Se trata de un cojín en forma de semicírculo, fabricado con materiales suaves de algodón, generalmente hipoalergénicos, que nos permiten posicionar al bebé en una postura correcta a la hora de ser amamantado y, a nosotras, adquirir una posición cómoda. En el mercado hay infinitos modelos, a nosotros nos gusta Boppy de Chicco.
Sujetadores de lactancia
Los sujetadores de lactancia tienen un broche en su parte superior que consiguen ayudarnos con el acceso al pecho en cualquier lugar. Los hay de muchas formas, con relleno o sin él, con aro o sin él. Se trata de encontrar el que más cómodo os sea, pero créenos, facilita mucho la labor. Ten en cuenta, eso sí, que se van a desgastar bastante por su uso, por lo que necesitarás varios y que, lamentablemente, no evita el uso de discos absorbentes, no tienen la misma efectividad.
En cuanto al resto de la ropa de lactancia, como camisetas o vestidos, no son un básico. Lo mejor es que esperes a estar unas semanas dándole el pecho a tu bebé y viendo la necesidad que tienes de contar con ella o no. Hay mujeres que la ven muy útil y otras que no la han utilizado nunca. Eso sí, contar con una camiseta interior, para no tener que desnudarte al completo y simplemente bajar el tirante, suele ser una buena idea.
Biberones y sus accesorios
Aunque estemos fomentando la lactancia materna en este caso, ¿cómo se tomará la leche cuando no estés? En biberón. Es una forma de extraerte la leche y poder seguir practicándola. Por eso, deberás contar con biberones desde el primer momento. Los hay de mil tipos, de diferentes tamaños y varían según la edad. Lo mejor es que os informéis y preguntéis en la farmacia. El gran favorito de las madres es este de Philips.
Por otro lado, si bien no son imprescindibles, puede ser recomendable contar con un calientabiberones y esterilizador de biberones. Dos aparatos enormes, sí, pero que nos facilitan de nuevo la tarea. Como con la ropa de lactancia, hay madres que le dan mucho uso y otras que apenas se han dado cuenta de que está ahí. De nuevo, espera a ver cómo avanzan las semanas. El calientabiberones sí que puede serte útil, porque está desaconsejado meter los biberones en el microondas. Sin embargo, el esterilizador de biberones puede ser más un trasto que un apaño.
Además, no nos podemos olvidar tampoco que, además de asesoramiento, necesitamos el reconocimiento y el afecto o atención por parte de nuestra pareja y entorno. “Hay que hacer un llamamiento a la empatía, cada madre es un mundo y, guiada por el instinto, trata de dar lo mejor a sus hijos. Es una opción personal, pero necesitamos tener el apoyo de quien está con nosotras. Este tipo de ayuda no se compra”.
- Hinojo, por sus propiedades galactógenas, estimula la producción de leche y su secreción, además de ayudar a las digestiones de la madre y el bebé. No es recomendable consumirlo en exceso por su contenido en anetol, se deben ajustar las dosis.
- Cardo mariano y fenogreco, otras dos plantas galactógenas.
- Moringa: que aporta nutrientes como vitaminas, aminoácidos y otras sustancias beneficiosas para apoyar la salud materna.
- Melisa, una planta que nos ayuda a relajarnos y facilitar el sueño. Además, ayuda a relajar la musculatura en caso de espasmos digestivos.