Todo lo que tienes que saber para organizar un pícnic más sostenible con tus hijos
Es el momento de disfrutar de mucho tiempo al aire libre, pero no por ello dejar de cuidar el planeta. Te contamos cómo puedes conseguir un pícnic ‘zero waste’.
Para organizar este pícnic zero waste, tan solo necesitarás los productos adecuados y anotar bien en una lista con qué comida contar para no desperdiciar nada, llevar utensilios sostenibles, reciclar y recoger. Y es que los platos, vasos y pajitas de plástico de usar y tirar tienen los días contados. Son solo algunos de los productos más contaminantes, representando el 70% de los residuos marinos. Es más, en España, a partir de este mismo mes de julio, su comercialización estará prohibida de acuerdo con la Ley de Residuos y Suelos Contaminados . Por tanto, cada vez, tienes menos excusas, porque las alternativas sostenibles son numerosas y fáciles de conseguir.
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Organizar muy bien el menú del pícnic
El primer paso para conseguir preparar un pícnic sostenible es hacer una lista completa de los alimentos y snacks que vas a preparar. Por eso, nuestra recomendación es que te planifiques bien, para llevar todo lo necesario, pero que no sobre demasiado. La sostenibilidad también es no tirar comida. Así, además, evitarás echar mano de comida preparada y envasada del supermercado y poder organizarte en la cocina con tus hijos para que ellos también participen.
Para ser sostenible, hay que incluir, como si fuésemos a comer en casa, frutas y verduras. Pero ¡ojo!, en la mayoría de los supermercados se presentan en envases de plástico. Y eso no es lo que buscamos, compra a granel. Así, desde el mismo momento de la preparación, conseguirás ser sostenible. Para su transporte, tanto a casa como al propio lugar donde vayáis de pícnic, utiliza bolsas de tela, silicona o malla reutilizables.
¿Qué podemos preparar en casa?
Un sinfín de opciones en las que, además, tus hijos pueden participar. Desde una ensalada de pasta hasta unas empanadillas que ellos te ayuden a crear y hornear. También una tortilla de patata y unos sándwiches, en los que pueden ir incluyendo sus ingredientes favoritos. Hacerles partícipes de este momento fomenta mucho su desarrollo cognitivo y emocional. Además, cuento con incluir fruta fresca y no te olvides de la bebida.
Para el transporte, minimiza el ‘packaging’
Como bien te comentábamos en el punto anterior, el transporte de la comida también es importante a la hora de conseguir un pícnic sostenible. Utiliza envases reutilizables, tarros de cristal o táperes de vidrio borosilicato herméticos, por ejemplo, para llevar la comida. Envuelve los sándwiches en papel o en telas (hay muchas opciones en el mercado ya diseñadas a este efecto) y lleva manteles y servilletas que, al llevar a casa, se meten en la lavadora y ya estarán listos para la próxima excursión. Los cubiertos, platos y vasos, por ejemplo, fabricados en madera de cocotero o bambú. Para las bebidas, opta mejor por botellas y termos de acero inoxidable, de manera que no absorban ni olores ni sabores.
Todo bien organizado, no es nada complicado de transportar. Para tus hijos, además, existen táperes muy cómodos que se dividen en compartimentos y, así, ellos tienen todo bien ordenado, para que puedan ir escogiendo. Intenta que, dentro de lo posible, los productos sean 100% biodegradables y reutilizables.
Recoger todos los desperdicios y dejar la naturaleza como nueva
La huella ecológica, es decir, el impacto en la naturaleza que nuestro paso por ella puede tener se reduce muchísimo si conseguimos hacer prácticamente invisible nuestra presencia. Por eso, una vez finalizado el pícnic, recuerda recoger todos los residuos generados y llevar la basura contigo. Esto puede ser un plan más en el que incluir a tus hijos, les gustará y sentirán que te ayudan a tí a la naturaleza.
Para ello, al igual que organizamos lo que llevar para disfrutar de una buena comida, también debemos llevar materiales que nos ayuden en este segundo paso. Cuenta en tu lista con bolsas de basura para recolectar los desperdicios. Repasa bien el entorno, para no olvidarte de nada. De esta forma, conseguirás que tu pícnic se totalmente eco-friendly. Hay que reciclar dentro y fuera de casa.
Al llegar a casa, haz compost con los residuos orgánicos
En casa es más sencillo, pero puedes empezar a prepararlo en el mismo momento del pícnic. Además, es una actividad con la que contar durante la escapada y que a los niños les resultará muy divertida. La ventaja del compostaje es que no hay ni gases ni químicos involucrados, por lo que la contaminación medioambiental es nula. Con este proceso, cierras casi el círculo de ese zero waste que buscamos, porque la materia orgánica vuelve a su origen, la tierra.
Para hacerlo, explícales a tus hijos qué residuos orgánicos son aptos para esta fórmula de reciclaje: las frutas y verduras, los restos de café si habéis llevado, las cáscaras de huevo, ramas y trozos de madera, papel y hojas muertas. No es recomendable incluir ni los desperdicios de carne ni los de pescados o productos lácteos. Una vez identificados estos elementos, coge un recipiente o bolsa de papel de tamaño adecuado y ciérralo bien. Recuerda que las condiciones de ventilación y humedad adecuadas acelerarán el proceso de descomposición, que es lo que queremos, por lo que no necesitamos que sea hermético.
Cuando lleguéis a casa, verter agua sobre los residuos orgánicos y remover. Repetir este proceso de vez en cuando y en unas semanas tendréis un perfecto compostaje para vuestras macetas o jardín.
Protección solar ‘reel-friendly’ y repelentes naturales
Al margen de la comida, hay otros pequeños gestos que pueden ayudaros a ser muy sostenibles y que la piel de tus hijos también agradecerán. Por ejemplo, en vez de utilizar un protector solar común, puedes pasarte a un protector solar reel-friendly, es decir, elaborado con ingredientes biodegradables y respetuosos con el ecosistema natural y marino. Las fórmulas están muy controladas y son mucho más confortables para tu piel.
Por otro lado, una de las cosas que más nos preocupa cuando salimos al campo o a cualquier entorno natural son las temidas picaduras de mosquitos. En este campo, también podemos aumentar nuestra sostenibilidad. Algunos repelentes naturales, como los elaborados a partir de aceite de lavanda, de citronela o de ajo y limón, son mucho más respetuosos con el medio ambiente que los que suelen vender en los supermercados.
El desplazamiento también sostenible
Por último, para minimizar la huella ecológica de nuestro pícnic, podemos aprovechar que vamos a pasar bastante tiempo al aire libre para ir, por ejemplo, en bicicleta o, si podemos, andando. Son los dos medios de transporte más sostenibles que tenemos y el impacto que generamos es apenas perceptible. Sin embargo, para nuestra salud y la de nuestros hijo, al contrario, tiene un gran impacto en nuestra salud. Prepara unas pequeñas mochilas que puedan llevar tus hijos sin cargar demasiado y, lo demás, ponerlo en cestas repartidas entre los adultos. Si no, intenta llegar a tu destino en transporte público.