El riesgo de cistitis , según nos cuentan los expertos, se incrementa en los meses de verano. Las causas no son otras que “ la humedad generada por los baños frecuentes (que facilita la colonización de las bacterias), la mayor transpiración que necesita el cuerpo (que hace aumentar la incidencia) y, en algunas ocasiones, el descuido de la higiene durante los días que estamos de vacaciones”, nos cuenta el Dr. Santiago Palacios, director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer y colaborador del Centro de Información de la Cistitis y de Arkopharma Laboratorios. En general, una de cada cuatro personas sufre cistitis una vez al año. Y un tercio de estas personas pueden llegar a sufrir hasta dos episodios seguidos, lo que se conoce como cistitis de repetición.
Los lactantes pueden tener fiebre, vomitar o estar demasiado inquietos, pero los niños más mayores pueden dejarnos saber que, además, tienen dolor al orinar, mucha necesidad de hacerlo y cierto dolor en la parte baja del abdomen. En el caso de que sea por cistitis, no es una infección que se cure sola, necesitamos ir con ellos al médico . Bien es cierto que son fáciles de tratar y suelen desaparecer en el plazo máximo de una semana, pero hay que ir. Por ello, el doctor subraya, en este caso, la importancia de detectar los síntomas más frecuentes asociados a estas infecciones urinarias para instaurar un tratamiento precoz.
Síntomas generales de la cistitis
En el caso de los niños, como en los adultos, nos cuenta el doctor que los síntomas más frecuentes son:
- Ganas continuas de orinar y de ir al baño, incluso con urgencia. En general, se suele eliminar muy poca orina en cada micción. En el caso de los niños, pueden llegar a mojar la cama por la noche .
- Molestias o escozor al orinar.
- Dolor en la pelvis, justo por debajo del ombligo.
- Incluso, puede aparecer, nos dice el doctor, “fiebre o dolor lumbar”.
Ante la suma de algunos o todos estos síntomas, la recomendación es clara: “consultar lo antes posible con un médico para escoger la mejor opción terapéutica”. Además, es importante un tratamiento precoz, pues cuando la infección sube a las partes más altas del aparato urinario, ascendiendo por los uréteres hasta los riñones (lo que se conoce como pielonefritis), puede ser grave y causar hasta vómitos.
Prevención de la cistitis infantil
Las infecciones del tracto urinario son mucho más frecuentes en las niñas que en los niños, porque ellas tienen la uretra más corta y está más cerca del ano. En el 80% de los casos, la causante es la Escherichia Coli (E. Coli) que se adhiere a las paredes del tracto urinario a través de sus fimbrias o cilios, de tal manera que no pueden ser expulsadas por la orina y producen la infección.
Para prevenir este tipo de infecciones, las recomendaciones son las siguientes, siempre generales y que puedes llevarte más allá del verano, aunque tener una mayor atención en esta época:
- En los lactantes y bebés más pequeños, el cambio frecuente de pañal puede ayudarnos a prevenir la proliferación de bacterias .
- Cuando los niños comienzan a utilizar el inodoro, hay que enseñarles buenos hábitos higiénicos. Las niñas, por ejemplo, deben aprender a limpiarse de delante hacia atrás para impedir que los gérmenes pasen del recto a la uretra.
- Beber mucho líquido y orinar de forma frecuente , no deben aguantarse las ganas de orinar.
- Mantener una buena higiene en la playa, piscina y cambiar el traje de baño mojado inmediatamente después de salir del agua, para reducir la humedad.
- Tenemos que evitar los baños de burbujas, los jabones fuerte e irritantes, sobre todo, en el caso de las niñas.
- Al igual que debemos preferir la ropa interior de algodón.
¿Existen tratamientos para aliviar los síntomas?
La toma de antibióticos es el mejor tratamiento para matar las bacterias y ayudar a que los niños mejoren sus síntomas . Si el dolor es intenso, el médico podría recetarte algún medicamento para desensibilizar el revestimiento interior del aparato urinario. Tras un primer análisis de orina, con el que se detecta este problema, es posible que el médico solicite un nuevo análisis días después del tratamiento, para confirmar que todo está funcionando. A los dos o tres días ya debería mejorar.
Además, anima a tu hijo a que beba una cantidad abundante de líquidos (evitando aquellas con cafeína) y, si quieres, ten en cuenta los preparados farmacéuticos a base de activos vegetales (arándano rojo, brezo) y los probióticos, que pueden ayudarnos al bienestar urinario y a la expulsión de las bacterias causantes de este tipo de infecciones. Pero, siempre obtenidos en una farmacia.