Hablamos de infertilidad primaria cuando la pareja con intención reproductiva no ha podido culminar ningún embarazo a término. Pero también hay infertilidad secundaria, que es la que se produce cuando sí ha habido al menos un embarazo a término, pero luego la mujer no consigue quedarse embarazada en sucesivas veces y llevarlo igualmente a término.
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La Dra. Marta Zermiani, experta en fertilidad de la Clínica Tambre de Madrid (www.clinicatambre.com), nos aclara cuáles son los factores de riesgo y cómo se aborda médicamente.
¿Cuándo hay que consultar?
La infertilidad puede aparecer en cualquier momento de la vida reproductiva de la pareja. El hecho de haber tenido ya un hijo no supone que se va a ser fértil en un futuro con esa pareja o con otra diferente. Por eso, cuando surgen problemas para lograr un segundo, tercer o siguientes embarazos, hay que actuar de la misma forma que cuando se pretende ser padre por primera vez.
“Normalmente se recomienda consultar al médico tras el mismo tiempo que en la esterilidad primaria, que son 12 meses para mujeres de menos de 35 años y seis meses para mujeres de más de 35 años”, explica la experta.
Cuando pase ese tiempo de espera, el médico someterá a la pareja a un estudio de fertilidad para determinar el origen del problema. Si fuese necesario, se aplicaría luego un tratamiento de reproducción asistida, que será diferente en función de la causa que haya provocado la infertilidad secundaria.
¿Puede afectar el embarazo anterior?
En este problema para lograr ser padres de nuevo puede tener influencia el embarazo o los embarazos anteriores. Así “ un antecedente de cesárea puede incrementar los riesgos por la presencia de adherencias a nivel tubárico o por una alteración de la cavidad uterina tras la intervención”, explica la Dra. Zermiani.
Pero no son solo los partos por cesárea los que pueden afectar; también los partos vaginales. “Una infección postparto en pacientes que han tenido un parto vaginal puede provocar adherencias y obstrucción tubárica”, añade.
Cuando hay una obstrucción tubárica, las trompas de Falopio no pueden hacer bien su función porque quedan taponadas, por lo que no son permeables para lograr el embarazo. Por su parte, las adherencias también lo dificultan al conectar partes de tejido que no deberían estar unidas.
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¿Qué factores pueden provocar infertilidad secundaria?
En la infertilidad primaria, las causas se reparten en un 40% que depende de factores femeninos, otro 40% atribuible a factores masculinos, y un 20% de motivos desconocidos o mixtos.
Estos porcentajes cambian en la infertilidad secundaria, pues habitualmente es la mujer la que concentra la mayoría de las dificultades para lograr ese nuevo embarazo. Así, tal como enumera la especialista de la Clínica Tambre, estas son las causas a las que obedece el problema:
- Desajustes hormonales.
- Edad de la mujer.
- Enfermedades de transmisión sexual después del último embarazo.
-Problemas vaginales o uterinos, como fibromas o adherencias.
- Alteraciones de la ovulación.
- Enfermedades posteriores al último embarazo, como diabetes, problemas de tiroides o hiperprolactinemia (prolactina alta, que es una hormona producida por la hipófisis y que cuando está muy alta y no hay embarazo o lactancia provoca infertilidad).
Cuando la infertilidad secundaria viene por parte del hombre suele deberse a una pérdida de la calidad del semen.
El problema de la edad
La edad representa uno de los factores que más pueden influir en la imposibilidad de la mujer de conseguir un nuevo embarazo. Actualmente en España el primer hijo se tiene, de media, pasados los 31 años. Esto significa que hay mujeres que van a intentarlo mucho después.
A partir de los 35 años, se sabe que la fertilidad de la mujer desciende de forma brusca. Así, es probable que en el momento en que busquen ese segundo o tercer hijo la reserva ovárica o esté muy mermada o sean óvulos de mala calidad para conseguir la fecundación y el posterior desarrollo del embarazo.
Los distintos métodos de reproducción asistida pueden ayudar en el caso de la infertilidad secundaria, pero dependiendo de la edad de la madre y de la causa de la infertilidad, el porcentaje de éxito en la consecución del embarazo a término está entre el 5 y el 50%.
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