Este verano sois uno más y, por fin, os vais a disfrutar de vuestras merecidas vacaciones . Pero ese uno más, es decir, tu bebé se estrena en la playa y a los padres, por lo general, este momento les plantea muchas preguntas y dudas sobre si están o no preparados para el contacto con la arena, el sol y el mar . Sobre todo, en el caso de cómo realizar ese primer contacto con el agua. Para que la experiencia sea agradable y segura, te vamos a dar varios consejos aplicables a la playa y, aunque el entorno sea algo diferente, también a la piscina .
En realidad, no hay problema ninguno en llevar a tu bebé a cualquiera de los dos lugares, siempre que tomes las medidas necesarias. Ten en cuenta que, por ejemplo, si decides llevarle a la playa, la brisa marina suele abrir el apetito de los más pequeños y les ayuda a dormir mucho mejor por la noche , además de que si caminan por la arena o se meten en el agua, tonifican sus músculos.
El primer baño, ¿cuándo?
Esta es, quizás, la primera pregunta que se hacen todos los padres del mundo a la hora de plantearse sus primeras vacaciones con un bebé . Porque, en función de su respuesta, muchos se deciden por destinos en los que, por ejemplo, no haya playa. Mientras que en algunos países se recomienda no bañar a un bebé hasta cumplido el año, por el riesgo de infecciones y alergias, en España no hay una edad específica y las recomendaciones habituales sitúan el límite en los 6 meses de edad. Esto es porque, según la Asociación Española de Pediatría (AEP), “no se recomienda exponer a los niños al sol durante los 6 primeros meses de vida”. Si el bebé se baña en la playa o en una piscina descubierta, es casi imposible.
Por eso, a partir de esta edad, las recomendaciones giran en torno al refresco o baño de un bebé, preferiblemente, en vasos infantiles de chapoteo y no en una piscina, aunque esta sea infantil. Si los padres deciden meterse en la piscina o en el agua del mar con el bebé, se aconseja:
- Que la piscina o el lugar elegido sea de escasa profundidad .
- Que el baño sea en un momento en el que haya poca gente, para disminuir el riesgo de accidentes.
- Es preferible acercarse al agua, mojarlo con la mano o jugar con sus pies en el agua, en zonas seguras y sin profundidad. Así os aseguráis de que el bebé se refresca. Es más, antes de meterle en el mar por primera vez, se recomienda sentarle primero en la orilla a jugar, para que se adecúe al medio y coja confianza.
- Hay que sostener al bebé constantemente, ningún sistema de flotación sustituye los brazos de un padre .
Por último, en cuanto a su duración, la primera vez basta con un baño rápido, no superior a unos 5-10 minutos para refrescarle sin que llegue a coger frío, ver si le gusta o no el agua y, así, decidir si el medio acuático es o no para él.
El caso de la piscina hinchable
Otra de las preguntas que se hacen muchos padres es también el momento o la idoneidad de la piscina hinchable para sus bebés. Se aplican las mismas recomendaciones que en el caso anterior, pero además:
- El agua mejor del grifo, aunque, si es agua de mar, de nuevo, comprueba que tolera el salitre y dúchalo después.
- Renueva el agua con frecuencia.
- Para decidir la cantidad del agua, el consejo es que el bebé debe ser capaz de sentarse por sí mismo y moverse sin dificultad, sin que le llegue a cubrir demasiado. De todas formas, la vigilancia en todo momento, como en la playa o piscina, se debe mantener.
Consejos para una experiencia segura y agradable
Si te has decidido a darle su primer baño, es imprescindible que, tanto para la playa o para la piscina, utilices una crema con protección solar si tiene más de 6 meses. Si no, ya sabes, no le puede dar el sol. Además, es recomendable llevar también una gorra o gorro, un pañal de agua e, idealmente, gafas de sol.
Ya en el momento del baño, ten en cuenta lo siguiente:
- El agua de las piscinas es clorada y la del mar tiene sal, por tanto, es muy importante que primero pruebes a rociarle con ella, para ver que no existen alergias y que tolera bien el salitre. Esta última, aunque suele ser beneficiosa para los eczemas o dermatitis , también puede ocurrir todo lo contrario y que empeore.
- Elige un momento en el que no haya mucha gente y en el que tu bebé no tenga ni hambre ni sueño , porque el baño será lo último en lo que piense. Si cuando le metes en el agua, empieza a llorar, lo mejor es sacarlo del agua e intentarlo más tarde. La actividad debe ser, sobre todo, placentera.
- Ten siempre a mano una toalla para secar a tu bebé, muy cerca de donde os bañéis. Tápalo, dúchalo y sécalo lo antes posible para quitarle el salitre y que no coja frío. Por eso, es también recomendable cambiarle el pañal de agua y el bañador por uno nuevo y seco. Evitaremos así posibles irritaciones .
Principales riesgos con tu bebé en la playa
Por último, no está de más que tengas presentes qué riesgos existen en la playa, sobre todo, para un niño pequeño y qué debes prevenir, al margen de ese primer baño:
- Una insolación tras una exposición prolongada al sol, con mareos, un exceso de sudoración, un pulso y respiración acelerada, entre otros síntomas. Pon al niño en un lugar fresco y ventilado, dale agua a pequeños sorbitos (nada de sumergirle en agua fría, el cambio brusco de temperatura es perjudicial) y llévale al médico.
- Un golpe de calor , por una exposición excesiva al sol o una incorrecta protección. Algunos de los síntomas se comparten con el caso anterior, además de notar mucho cansancio y debilidad. De nuevo, ponle en un lugar fresquito, abanícale y dale agua a pequeños sorbos.
- Las quemaduras solares , que se deben evitar a toda costa usando un buen protector solar.
- Las picaduras de medusa, para lo que puedes obtener más información aquí .
- Una deshidratación producida por la disminución del agua corporal que nuestro organismo necesita para realizar sus funciones. Se caracteriza por un pulso rápido, una tensión arterial baja y la lengua y mucosas secas. Hay que hidratar inmediatamente al niño y acudir al médico.
- Un corte de digestión , que puede llegar a producir una pérdida de conocimiento por la diferencia entre la temperatura de la superficie del cuerpo y el agua. Sus síntomas son escalofríos intensos, mareos o palidez. Debes sacar a tu hijo del agua, acostarle en posición lateral por si vomita y dejar que descanse, dándole suero.