TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Por tanto, si a tu hijo le gusta la cocina, no lo dudes y organiza un divertido taller en casa . Eso sí, siguiendo las medidas de seguridad mínimas según la edad de tus hijos, con recetas adaptadas y herramientas también pensadas para el tamaño de sus manos. Y, por supuesto, siempre bajo vigilancia. Si son muy pequeños, no importa que no tengan conocimiento previo. Te contamos cuáles son sus beneficios de tomártelo como una actividad a practicar mucho este verano y cómo puedes organizarlo fácilmente.
No te lo pierdas
Beneficios de un taller de cocina para los niños
Uno de los grandes beneficios de organizar un taller de cocina con tus hijos en casa, además de pasar tiempo con ellos, es que comprenderán la gran importancia que tiene mantener una alimentación equilibrada, siempre que lo pongas en valor. Aprenderán técnicas que les servirán más adelante, además de cocciones fundamentales, como utilizar los ingredientes y los utensilios; es decir, desarrollarán una conducta nutricional adecuada. Pero además:
- Potenciarán sus habilidades sociales al trabajar en equipo.
- Podrás inculcarles hábitos saludables, haciendo que se interesen por la comida nutritiva. Se familiarizan con los alimentos.
- Trabajan la responsabilidad, tienen que ser cuidadosos con los pasos a seguir y los tiempos, además de utilizar correctamente los utensilios a su alcance.
- Potencian su autoestima y autonomía.
- Trabajan su destreza al cortar, amasar, mezclar o triturar.
- Estimulan sus sentidos al saborear los platos, oler los alimentos, palparlos, verlos, etc.
Para empezar en la cocina, no hay una edad determinada a partir de la cual los niños puedan comenzar en ella. Todo depende de la habilidad propia de cada uno y de las ganas que tengan, además de la actividad concreta que vayan a realizar. Puedes empezar pidiéndole ayuda con tareas sencillas y, después, pedirle que siga él mismo una receta. Y es que, si comienzan con una edad temprana, evita que sufran de obesidad o sedentarismo, puesto que adquirir buenos hábitos en los primeros años de vida se asocia con un menor riesgo de sobrepeso en el futuro, según numerosos estudios.
El famoso método Montessori, por ejemplo, apunta a la importancia de la cocina en el aprendizaje de los más pequeños y, además, te recomienda algunas actividades por las que empezar, como son:
- Untar una pequeña cantidad de mantequilla en un recipiente antes de hornear un bizcocho.
- Amasar la base de una pizza.
- Lavar bien las frutas y verduras que se van a utilizar en las recetas.
- Pelar piezas de un tamaño adecuado a su mano y con herramientas seguras.
- Exprimir el zumo de naranja o de cualquier otro alimento necesario en la receta.
- Mezclar ingredientes entre un bol y otro, añadir otros.
Utensilios recomendados y adaptados a los niños
Para comenzar, los niños deberían disponer, de la misma forma que los adultos, de un uniforme de trabajo. Con un delantal nos vale, pero también puedes equiparlos con un gorro, que les haga sentirse aún más cocineros y recoger su cabello. Aunque mancharse no está prohibido, también debemos inculcarles el valor de la limpieza, por ejemplo, de las manos cuando manipulen un ingrediente u otro, así no estarán pendientes del trapo de cocina, sino que tendrán siempre a mano el delantal para ello. Igualmente, es importante que preparemos una especie dekit básico con sus propios instrumentos, para que los identifiquen, los tengan a su alcance y también cierta libertad de pasar de unos a otros. ¿Y qué debe tener?
- Un escurridor de plástico y de tamaño medio, que ellos puedan manejar y que aunque lo llenemos de ingredientes, su peso no sea elevado.
- Una tabla de cortar y un cuchillo adaptado.
- Un rodillo pequeño de madera.
- Moldes con figuras llamativas si lo que vamos a realizar son galletas, por ejemplo, pero también nos valen para dar forma a la pasta fresca o para emplatar al final del proceso.
- Una batidora manual; no eléctrica.
- Un rallador adaptado y una espátula.
- Un cuenco de plástico.
Te recomendamos
Elegir la mejor receta
Las recetas dulces son las que más les gusta preparar a los niños, con permiso de una buena pizza casera, que siempre es divertido. De todos modos, aunque podemos empezar con una de ellas, también tenemos que tratar de inculcar valores sobre las buenas prácticas dietéticas y, por tanto, enseñarles que la ingesta de azúcar se asocia con una mayor riesgo de enfermedad, por ejemplo, que podemos disfrutar de un buen postre puntualmente, pero también incluir recetas que busquen esta alimentación saludable.
Por eso, es importante contar con un amplio abanico y buscar el equilibrio. Para ello, lo más sencillo es contar con un recetario adaptado a su edad. Por ejemplo, este Masterchef. Manual del aprendiz de cocinero (Espasa) es un buen ejemplo: recoge trucos, técnicas adaptadas y recetas muy variadas para empezar a practicar entre fogones. Tiene muchas ilustraciones y las explicaciones son muy sencillas. No es necesario que sea éste tu recetario de base, pero busca estas características en el que elijas. Y, si no, Internet te da un amplio abanico de recetas. ¿Algunas de las que más nos gustan para empezar?
Ya estamos preparados. Los primeros pasos que damos con nuestros hijos en el taller de cocina que organicemos, deben ser prácticos y participativos, adecuados siempre al nivel de comprensión de nuestros hijos:
1. Explicación de todos los ingredientes que se van a utilizar en las recetas.
2. Presentación de la receta para que los niños tomen sus apuntes en una hoja, anoten los ingredientes, las cantidades, datos que quieran tener en cuenta y pregunten todas las dudas que les surjan.
3. Explicarles igualmente los utensilios a utilizar en cada paso, haciendo un pequeño ensayo de cómo hacerlo.
4. Advertirles de la posible peligrosidad de algún utensilio o paso, enseñándoles cómo hacerlo o pidiéndoles que antes de realizarlo, te pidan ayuda.
5. Y, por último, pedirles que no hagan nada que no esté explicado, revisado o anotado. Hay que preguntar siempre antes.
Probar el resultado final
Además de tocar, observar y oler los alimentos e ingredientes que utilicemos en nuestro taller, para que se familiaricen con ellos, aprendan a reconocerlos y trabajen con los cinco sentidos, un paso importante del propio taller llega al final, probando el resultado de vuestras recetas. Por eso, es importante que reserves un espacio de tiempo para disfrutar y por qué no, evaluar el resultado: si nos ha quedado demasiado crudo, si se nos ha quemado, si le falta sal o nos hemos pasado por el azúcar. Como todo en esta vida, del error se aprende y es una forma fantástica de que los niños lo hagan.
NO TE LO PIERDAS
Recoger es también importante
Por último, si fomentamos las actividades del hogar en casa como cocinar, recoger la cocina y limpiarla bien debe ser otro de los pasos dentro de la receta. No olvides incluirla en ese primer documento con los ingredientes e instrucciones. ¿Qué pasos podemos incluir?
- Limpiar todas las superficies que hemos utilizado.