Las matemáticas son, por lo general, una de las asignaturas menos apreciadas en el colegio . Muchos son los pequeños estudiantes que las arrastran y a los que les cuesta sacarlas fácilmente. Y el verano, un momento que algunos padres ven como una ventana de oportunidad para practicar con sus hijos aquello que se les ha atragantado durante el curso escolar . Sin embargo, las palabras deberes y vacaciones no hacen buenas migas. Ahora, si consigues que las tareas sean fáciles, divertidas y amenas , quizás consigas lo que buscabas: que refuercen su conocimiento en esta materia y, además, que acabe por gustarle. Y no es tan complicado.
Así lo afirma la experta en desarrollo infantil Tamara Chubarovsky, quien además nos dice que “lo ideal es que en la etapa infantil, hasta los 5 años más o menos, prime el juego espontáneo, libre y la experimentación ”. Por lo que todos los consejos que le hemos pedido para practicar las matemáticas con los más pequeños este verano giran en torno a este concepto. Porque, como todo en esta vida, nos dice la experta, “la aceptación de esta asignatura con éxito dependerá en gran medida de quién y cómo nos la hayan enseñado durante la infancia”. Ahora que tenemos tiempo, podemos darle un enfoque mucho más ameno, lúdico y natural a una materia que, seamos sinceros, dan un poco de miedo en el colegio.
Juegos, tareas e ideas divertidas para practicar matemáticas
Para practicar con los más pequeños, tenemos que utilizar las matemáticas, nos dice la experta, “para la vida cotidiana, así como para desarrollar el pensamiento y la lógica o la capacidad de dar respuesta a los problemas; es decir, comprender mucho mejor el mundo que nos rodea”. Y, aunque podamos llegar a pensar que estamos perdiendo el tiempo, en realidad, estamos sentando las bases de un mejor aprendizaje.
1. Trabajar con rimas y canciones
La tarea, nos dice la experta, “ tiene como objetivo combinar el ritmo de las canciones con el movimiento y las palabras ”. Por tanto, deben ser ejercicios donde se cuentan los números, pero a la vez se realicen movimientos. Por ejemplo, saltar a la comba con una canción enumerando los saltos o un juego de palmas.
Un ejercicio que, nos confiesa la experta, “nos ayuda además a que los más pequeños (está especialmente recomendado para ellos) puedan adquirir las máximas habilidades motrices e interactuar con los demás”.
2. El juego de los átomos
Este es, de nuevo, un juego en el que estaréis en movimiento . ¿En qué consiste? Es sencillo, pero necesita de la participación de un grupo de niños o personas. Los niños caminan libremente por un espacio delimitado previamente hasta que se dice un número, por ejemplo el 2. En ese momento, los niños deberán formar grupos de 2 rápidamente. Y así, sucesivamente con diferentes números. Según la edad de los niños, podéis ir añadiendo dificultad, restando un número, dividiendo en tantos números cada grupo, etc.
3. Contar con el tacto
Una de las cosas que nos dice la experta, es que “ con las matemáticas podemos aprender también muchas cosas sobre el mundo a través de los cinco sentidos, desplegando tu imaginación ”. Y esto es, precisamente, lo que viene a trabajar este juego. Esta vez, con el tacto.
Es un juego en el damos golpecitos a un niño por la espalda y éste debe adivinar cuántos toques fueron. O, por ejemplo, dibujar los números en la espalda y que nos diga cuáles son, cuánto suman todos los números que has dibujado o acompañar el juego de una historia y contarla a través de los números.
4. Experimentar con las cantidades
En este caso, practicamos una de las claves que nos dice la experta existen “para que las matemáticas dejen de ser el coco de las asignaturas y los niños pequeños las apliquen en su tareas prácticas del día a día”.
Por tanto, pídeles que coloquen las sillas o poner la mesa teniendo en cuenta cuántos sois en casa, quién falta, si hay visita cuántos cubiertos hay que poner, en cuántos trozos debo repartir el postre, etc. Son ejercicios, nos dice la experta, “ que requieren de la percepción de las cantidades por parte del niño y que se centran en las cuatro operaciones matemáticas básicas ”. En realidad, el cerebro se ejercita desde un enfoque matemático.
5. Orientarse en el tiempo
Aprender la hora y demás operaciones con el tiempo también son matemáticas. Por eso, las actividades de todos los días -como levantarse, desayunar o irse a la cama- se ordenan en el tiempo y son perfectas para aportar las primeras nociones sobre esta materia. Organizarse es también una tarea divertida con la que practicarlas.
6. Cantar y contar con música
Seguro que a tí también te explicaron en el colegio que la música era, en realidad, matemáticas, pura lógica y mucho orden. Por tanto, utilizarla para trabajar esta materia es otra de las formas divertidas que la experta nos recomienda. “Cuando los niños consiguen moverse con buen ritmo y contar, les resultará mucho más fácil aprender, por ejemplo, aritmética”.
7. Caminar contando rítmicamente
En este caso, nos advierte la experta, debemos contar con la edad y las posibilidades de los niños para realizar las múltiples variantes que nos ofrece este juego. Desde caminar con los niños en círculo de forma rítmica y contando a la vez, hasta pedirles que marquen su propio ritmo desde el sitio si tienes poco espacio o caminar rítmicamente contando de un lugar de la casa a otro. Pedirles, por ejemplo, que den un pisotón fuerte cuando les toque un número par, un múltiplo de 3, etc.