Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado. Casi 70 años después, recuerdo con nitidez esa magia de traducir las palabras en imágenes”, esta célebre declaración del Premio Nobel Vargas Llosa describe con precisión esa puerta que se abre a un nuevo mundo repleto de apasionantes historias y fantasías vitales para los niños que son los libros. Poco importa que aún no se hayan iniciado en el proceso de lectura, pues no hay nada como un sonido asociado a una imagen; el tacto de esas primeras tapas de cartón o simpáticas ilustraciones repletas de colores vibrantes y llamativas formas que les transportarán, desde su más tierna infancia, a un nuevo imaginario de sensaciones. La cantidad de estímulos que provoca en el pequeño ‘lector’ es de tal impacto que no tendrán que esforzarse el resto de su vida en recordar sus primeros cuentos.
Todo esto lo sabe bien El Mago de la Palabra, un proyecto impulsado por laFundación Botín y su programa Educación Responsable. Su objetivo es fomentar el desarrollo emocional, social y creativo en niños y jóvenes de 3 a 16 años a través de un plan de formación para profesores y con diversos recursos educativos, donde también se busca involucrar a las familias. Este ‘mago’ que funciona como figura mediadora busca el fomento de la lectura en la etapa prelectora y forma, a su vez, parte de otro programa educativo, Lectura y Emociones (LEE), con resultados extraordinarios en los colegios de España. “Cada vez se perfilaba más la idea del cuento como herramienta de trabajo, bien para formar parte de un espectáculo o para fomentar la creatividad”, cuentan Fernando Madrazo y Áureo Gómez, de Ñ Teatro, las dos partes visibles de El Mago de la Palabra. Ambos tienen una larga trayectoria en el mundo de la interpretación y son expertos en sesiones de cuentacuentos. “Es un Mago que amaba los cuentos, que los conocía, que sabía en qué momento usar el adecuado...”, concluyen. ”Poco a poco se acercan al libro con la curiosidad de descubrir por sí mismos lo narrado y, sin leer, saben ya contar secuencialmente la imagen. Un día reconocen las palabras cortitas, meses después leen frases y una mañana ya leen solos. Han llegado a poder entrar en la casa mágica de la lectura”, cuentan desde la Fundación Botín. El resto de la historia tendrán que descubrirla ellos solitos.
“Poco a poco se acercan al libro con la curiosidad de descubrir por sí mismos lo narrado, sin leer saben ya contar secuencialmente cada imagen” (proyecto Educación Responsable. Fundación Botín)
Pequeños lectores, un ejercicio visual de emociones
Identificar personajes en las primeras letras, ayudarlos a entender emociones difíciles de gestionar a su edad o simplemente poder jugar en el agua... Esos primeros libros y sus divertidas historias esconden grandes lecciones.
Dan Brown y su nuevo ‘código’ infantil
Si algo sabe hacer el autor de Ángeles y demonios y de El código Da Vinci es sorprendernos. No contento con haber vendido más de 234 millones de ejemplares de su obra en todo el mundo y traducir sus libros a 56 idiomas, el autor norteamericano se inicia en la literatura infantil y lo hace a través de la música clásica. Este libro, ilustrado por Susan Baltori, es increíblemente especial, una experiencia para los más pequeños. La sinfonía de los animales (Ed. Planeta de Libros) cuenta con una aplicación móvil asociada para descargarse las piezas musicales y reproducir la sinfonía en cada página al colocar tu móvil sobre ellas. Su protagonista, Maestro Mouse, os acompañará en las aventuras de un grupo de amigos donde cada historia entraña un mensaje positivo, fábulas para aprender el valor de la amistad, la compasión, la paciencia, el respeto o la confianza en uno mismo. La historia combina animales entrañables con enigmas, pistas y acertijos ocultos entre sus páginas.
El autor del exitoso ‘El código Da Vinci’ se lanza al mundo de los libros infantiles a través de la música clásica