Después de muchos meses utilizando mascarilla tanto en interiores como en exteriores, ya está permitido no usarla al aire libre si hay suficiente distancia de seguridad. Los niños han jugado todo este tiempo en el recreo del colegio o en el parque con su mascarilla puesta y eso ha provocado algunas marcas en la piel al no broncearse como las otras zonas descubiertas.
Son marcas como las que estamos acostumbrados a ver en otras zonas del cuerpo, como los brazos, pero que resultan curiosas en el rostro. ¿Exigen un mayor cuidado ahora que empieza la temporada veraniega para evitar problemas dermatológicos?
¿Qué sucede con la piel bajo la mascarilla?
“Las zonas cubiertas por la mascarilla han podido quedar hipopigmentadas, menos bronceadas que el resto, porque los niños han estado poco expuestos al sol”, explica la Dra. Asunción Vicente, consultor de Dermatología Pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y miembro de la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología).
Sin embargo, a pesar de ello y de que algunos niños pueden mostrar como una máscara en el rostro con la forma de la mascarilla, es un problema que se corregirá solo en cuanto se expongan al sol sin el elemento protector. “No es necesario echar dos tipos de crema en la cara, ni seguir ningún cuidado especial, a no ser insistir un poco más en la fotoprotección de la parte menos pigmentada”, añade la experta.
Tratar las irritaciones producidas por la mascarilla
Además del distinto tono de piel que pueden mostrar muchos niños por el uso de las mascarillas en exteriores, estas han provocado otros problemas dermatológicos en la población infantil y juvenil, como la rosácea, que es más frecuente en adultos, pero también se ha visto en niños, y la dermatitis perioral, por la irritación en la zona de roce.
Como la pandemia sigue activa y hay que continuar llevando mascarilla en interiores y en exteriores muy concurridos, estas alteraciones pueden seguir produciéndose. En este sentido, la Dra. Asunción Vicente recomienda una higiene suave con productos syndet (limpiadores sin jabón), y aplicar dos veces al día una crema hidratante emoliente (que actúa reteniendo el agua en la piel) sin perfume (hipoalergénica).
Además, aconseja un remedio casero y es “aplicar un poco de vaselina en la zona de roce de la nariz o de las orejas” para que actúe de barrera protectora.
¿Cómo tratar el maskacné en adolescentes?
Pero, sin duda, una de las repercusiones más evidentes de la mascarilla sobre la piel del rostro ha sido el gran incremente que ha tenido el acné entre los adolescentes. Tanto es así que incluso se ha inventado una denominación para hablar de esté acné provocado por la mascarilla: maskacné.
“La oclusión y el roce de la mascarilla sobre la piel hace que se inflame el poro e irrita la zona. Esto, unido al mayor grado de humedad por el sudor, modifica la capa lipídica de la piel y la microbiota, dando lugar a un acné muy inflamatorio y con mucho pus”, detalla la dermatóloga de la AEDV.
Para trata este acné hay que lavar la zona dos veces al día con jabones especiales para pieles acnéicas o grasas. Además, la Dra. Vicente insiste en que es necesario acudir al médico para que valore el estado de la piel, pues “dependiendo de la gravedad, puede ser necesario prescribir antibióticos orales o tópicos”.
En algunos pacientes, el acné mejora con el sol, y en otros, empeora. En todo caso, hay que usar un fotoprotector especial para pieles con acné (no comedogénico), insiste la dermatóloga.
Cómo elegir el mejor protector solar infantil
Aunque hay que seguir las mismas normas estrictas de fotoprotección de todos los veranos, la Dra. Vicente recalca que en las consultas de Dermatología ya están viendo más casos de quemaduras solares, especialmente en adolescentes que están deseosos de poder disfrutar al aire libre sin restricciones.
Pero el dato que aporta es claro: “El 80% del sol que recibe una persona le llega en la infancia. La mayoría del cáncer cutáneo en adultos es por quemaduras solares en la infancia”.
Por eso, es fundamental aplicar unos cuidados ante el sol. A la hora de elegir fotoprotector, la especialista recomienda fijarse en:
- Edad del niño. Los bebés no deberían exponerse nunca al sol, según su criterio. Hay quienes aconsejan que a los menores de seis meses no se les aplique crema protectora y otros lo amplían hasta los dos años. Sea como fuere, “los menores de dos o tres años no deberían exponerse al sol directo; ese es el mejor fotoprotector”, insiste. Así, hay que ir a la playa o a la piscina en las primeras horas del día o por la tarde, una vez pasadas las horas centrales del día, (que son las que discurren entre las 12 y las 17 horas).
- Fototipo. Hay varios fototipos de piel, según se sea más o menos rubio, con pecas, con piel clara... Es un dato a tener muy en cuenta para elegir el fotoprotector más adecuado para cada niño, teniendo en cuenta que todos, incluso los de piel más oscura, precisan de esta protección solar.
- Tipo de piel. Además, hay que considerar el tipo de piel del niño, si tiene o no dermatitis u otros problemas para elegir la crema solar. En la infancia, la Dra. Asunción Vicente aconseja decantarse por aquellos productos que tienen filtros minerales que reflejan el sol y hacen que la piel no lo absorba.
Además de estos consejos, la dermatóloga destaca su regla de ABC ante el sol. A de aplicar crema, B de buscar sombra y C de cubrirte con ropa.
“Los niños deben llevar ropa, sombrero y gafas y no deberían estar en ningún caso al sol más de media hora o una hora como máximo”, destaca. Las prendas que protegen más son las de colores oscuros y con tejidos tupidos. Además, la ropa debe estar seca, pues la mojada (a no ser que sea de un tejido especial) no protege.
“Debemos cambiar nuestros hábitos de ir a la playa para evitar las horas centrales del día porque, además, si protegemos a nuestros hijos nos protegemos también a nosotros como adultos”, resalta.