Si ya te has organizado para este verano con tu familia y has elegido irte de camping, has de saber que es una de las mejores actividades que puedes compartir con ellos . No solo porque el contacto con la naturaleza siempre es beneficioso, sino porque, si os organizáis bien, podéis llegar a crear un álbum de recuerdos precioso. Ahora, si os organizáis bien. Porque un cámping con niños es, además de toda una aventura, un completo desafío .
Sin embargo, con una buena planificación y con algunas cosas a tener en cuenta, podéis convertir estas vacaciones en toda una experiencia que vuestro hijos disfrutarán al máximo. Una lista de tareas que comienza desde el mismo momento que eliges el lugar (con niños, no te vale cualquier cosa), sigue con el trayecto para llegar y acaba con implicar a todos los miembros de la familia en las tareas diarias, mantener las cosas en orden y no haberte olvidado nada en casa . Para ello, te proponemos que leas atentamente este decálogo de imprescindibles para no fallar. Pero, sobre todo, disfruta, es una oportunidad única para disfrutar de la naturaleza.
1. Saber elegir bien el destino y el entorno
Para ir de cámping con los niños, no se puede poner la tienda en cualquier sitio. Si la idea que tenéis es salir de acampada un fin de semana o unos cuantos días, lo mejor es que el destino no esté a más de dos horas o dos horas y media. El tiempo que exige una parada en el trayecto. E, independientemente del tiempo de llegada, lo que sí tienes que tener claro es que, al viajar con niños, necesitas encontrar un lugar en el que ellos puedan divertirse. Por ejemplo, que tengan una playa o lago cerca, que se puedan ver los animales o que existan actividades de multiaventuras con las que estar bien entretenidos . Además, ten en cuenta:
- El cámping elegido tiene que tener unos servicios básicos de agua potable, agua caliente y electricidad.
- Espacios infantiles y algún tipo de animación.
- Lugares de resguardo por si llueve o por si la tienda no resiste.
2. Organización previa en casa
Lo primero y fundamental es organizarse escrupulosamente en casa. En el caso de irse de cámping, la ropa suele ser más deportiva y pasa a un segundo plano, teniendo que fijarnos más en temas logísticos. Por ejemplo, te puede venir muy bien llevar cajas de plástico para tener todo organizado dentro y fuera de la tienda, además de los colchones hinchables (que no se te olvide el hinchador; si es eléctrico, mejor). Haz una lista bien dividida.
3. Planifica el viaje desde el momento en el que sales de casa
Nuestra recomendación es que viajes de noche o en aquellas horas que haga menos calor. En el primer caso, los niños irán la mayoría del trayecto dormidos y, al llegar, estará mucho menos irritable. Además, cuenta con hacer alguna parada durante el viaje para caminar unos minutos por el área de descanso, lleva contigo algún snack (lo más saludable posible) que poder ofrecerle y piensa en juegos y actividades en las que todos podáis participar.
4. El montaje de la tienda y el sitio donde ubicarla
Cuando viajas de cámping con niños, es muy importante que dentro de la parcela elegida destines una zona amplia para jugar . Al igual que debe contar con zonas de sombra y, por supuesto, evitar zonas con barrancos cercanos o peligrosas para los niños. Y si puedes estar cerca de los servicios, mucho mejor.
En el momento del montaje, si son muy pequeños, al ser una tarea ya de por sí estresante, lo mejor es que te los lleves a dar una vuelta y ‘el manitas de la casa’ se encargue. Si ya tienen edad para ayudar, encárgales tareas secundarias, consiguiendo que se involucren sin riesgos.
5. Cosas que no se te pueden olvidar
A la hora de preparar el equipaje, lo mejor es dividir entre los imprescindibles en la tienda de campaña y los que debes llevar en la maleta de tus hijos, para que no se te olvide nada:
En la tienda de campaña
- Si los niños son pequeños, una muy buena idea es llevar contigo un orinal .
- Colchones inflables para que duerman los niños y un protector impermeable, para que no se cale en caso de que haya alguna fuga de pis no deseada.
- Una tela aislante grande para poner en el suelo de la tienda.
- Almohada, sábanas y una manta, aunque sea verano. En algunas zonas baja mucho la temperatura por la noche. Si tienes sacos de dormir, llévalos contigo.
- Alargadores y ladrones, enumera todas las cosas que vas a necesitar para mantener, por ejemplo, la comida caliente de tus hijos y llévate tantos como necesites.
- Una linterna con pilas, por si a tu hijo se le ocurre pedir pis en plena noche.
- Cuerda para tender y unas pinzas de la ropa, los niños se mojarán y ensuciarán con gran facilidad.
En la maleta de los niños
- Los artículos de higiene personal, por comodidad, mejor en neceseres individuales . Los baños no están en casa ahora y no siempre se irá de manera conjunta a darse una ducha o lavarse los dientes. Además, seguramente estén divididos en mujeres y hombres.
- Toallas de secado rápido, como no lleves alguna, las echarás de menos, seguro.
- Chanclas de goma para evitar que entren descalzos en las duchas.
- La ropa y el calzado que sean lo más cómodo posible.
- Cuenta con llevarte trajes de baño, pero también alguna prenda de abrigo y un chubasquero. La climatología suele ser traicionera cuando te vas de cámping.
- Gorras y gafas de sol, es importante protegerse adecuadamente del sol, así como protector solar y repelente de mosquitos, sobre todo, si has elegido un lugar en plena naturaleza.
6. El botiquín de primeros auxilios
El botiquín es fundamental, sobre todo, en estos casos. Al ir con niños pequeños es muy importante que no se nos olviden algunas cosas como;
- Tiritas, agua oxigenada y Betadine. Se van a pasar el día entero jugando, los golpes y heridas serán diarios.
- Vendas adhesivas de varios tamaños.
- Gasas o rollos de gasa, además de toallitas estériles.
- Cremas y ungüentos antisépticos.
- Algún antiinflamatorio .
- Una crema de hidrocortisona, por si existe alguna reacción alérgica en la piel. Y si tu hijo suele tener reacciones alérgicas a los insectos, un antihistamínico .
- Igualmente, alguna crema de alivio para las quemaduras solares.
- Pinzas, tijeras y alfileres de seguridad.
- Una medicina contra la diarrea.
- Una pomada antibiótica triple.
- Algún producto para las rozaduras.
- Suero o gotas para los ojos, por si se irritan.
- Y, por supuesto, sigue sin podernos faltar mucho desinfectante de manos .
7. La mochila destinada al ocio en el cámping
Aunque en plena naturaleza y de cámping los niños se entretienen con cualquier cosa, es importante que para evitar ratos de aburrimiento , llevemos una mochila con juguetes y actividades con las que pasar el rato. Si tienes sitio, por ejemplo, puedes llevarte las bicicletas para que recorran el lugar, o pelotas y artículos deportivos para que practiquen actividades al aire libre y socialicen con los demás niños del cámping.
Sin embargo, también es recomendable que pienses en momentos en los que tengáis que permanecer dentro de la tienda (por ejemplo, una tarde de lluvia). Podéis llevar juegos para que participéis todos juntos, pero también libros o cuadernos y pinturas para que sean ellos quienes pasen un momento agradable en solitario.
Una buena idea es almacenarlo todo en una caja de plástico transparente, que ellos lo vean al instante y luego no tengan problemas en guardarlo de nuevo.
8. Establecer unas normas básicas de convivencia
Si la organización es clave antes de salir de casa, no deja de ser imprescindible estando de cámping para mantener un cierto orden. Algunas de ellas, podrían ser:
- A la tienda, se entra para dormir, si hace mal tiempo o con los adultos. Nada de dejarles crear el caos en el interior.
- Todo se recoge cuando se utiliza y los desperdicios van a la basura .
- Hay que respetar tanto el entorno (animales y plantas) como a los vecinos de la parcela.
- Si nos alejamos de la tienda, siempre previo aviso.
9. Respetar, en la medida de lo posible, el ritmo propio de los niños
Ten en cuenta que un cámping es toda una aventura para los niños, pero no debes olvidarte de respetar sus horarios de sueño y sus comidas , al igual que lo harías estando en casa o en cualquier otro lugar de vacaciones. Si no, podéis acabar con un día de rabietas, otro de tensiones y así hasta el final de las vacaciones.
10. Si tus hijos son bebés, atención a la temperatura y a la esterilización
Si los niños con los que viajas no llegan ni a los 6 meses, hay dos cosas importantes a tener en cuenta. La primera de ellas es la temperatura, a la cual son muy sensibles y deberás protegerle de cambios bruscos. De nuevo, ten en cuenta que, en la naturaleza, todo cambia de un momento a otro. Y la segunda es la esterilización de chupetes y biberones , por ejemplo, para lo que deberás contar con productos rápidos y cómodos. ¿Lo mejor? Las tabletas esterilizantes.