Durante el embarazo, la piel de la madre tiene que estirarse y estirarse para acompañar el crecimiento del útero, donde se aloja el bebé durante estos nueve meses. Ese proceso conlleva una rotura del colágeno y la elastina, las fibras de la piel, lo que puede dar lugar a estrías.
Afortunadamente, no aparecen en todas las gestantes, pero una vez que están ahí es muy difícil eliminarlas, por lo que lo mejor es actuar para prevenirlas al máximo. ¿Qué pasos hay que seguir para ello en el embarazo?
Los dos tipos de estrías
Tal como cuenta Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia, “las estrías son líneas irregulares que surcan la piel a modo de cicatrices. En una primera fase son rojas, momento perfecto para tratarlas con buenos resultados. Con el tiempo, las estrías adquieren un color blanco; entonces son difíciles de eliminar”, explica.
Como comenta la experta, al principio las estrías son rojizas y tienen cierta elevación. A veces también ocasionan algo de picor, por el estiramiento de la piel. Posteriormente, sobre todo al final del embarazo, las estrías se vuelven blancas o nacaradas y entonces son más difíciles de eliminar, al menos en esos nueve meses.
Durante el embarazo, las estrías se localizan fundamentalmente en el abdomen y en los senos, pues no hay que olvidar que las mamas también aumentan de tamaño. Pero hay otras partes que también se pueden ver afectadas como las caderas, los muslos, los glúteos e incluso la zona genital.
¿Por qué aparecen las estrías?
El motivo principal por el que aparecen las estrías es por un estiramiento brusco de la piel, lo que suele producirse en el embarazo y también cuando hay cambios considerables de peso o en otras etapas de la vida como la adolescencia. Si nos ceñimos a la gestación, estas suelen hacer acto de presencia a partir del segundo trimestre.
De modo general, las estrías tienen un elevado componente hormonal y puede decirse que se deben a condiciones particulares de la dermis. En este sentido, es muy probable que se den o no en miembros de una misma familia, pues el tipo de piel puede ser el mismo.
En todo caso, hay ciertos factores que, durante la gestación, conllevan un mayor riesgo de estrías. Son los siguientes:
- Comenzar el embarazo con sobrepeso u obesidad.
- Tener un embarazo múltiple (pues ahí la piel debe estirarse aún más).
- Ganar muchos kilos en el embarazo.
- Feto con mucho peso.
- Madre joven (las embarazadas con menos edad tienen más riesgo).
- Haber tenido embarazos anteriores.
Qué hacer para prevenir las estrías
Lo mejor que se puede hacer para librarse de las estrías es prevenirlas, pues una vez que aparecen es más difícil eliminarlas por completo. Así que los cuidados han de centrarse mucho en la etapa previa para minimizar al máximo el riesgo de que se “instalen” sobre distintas zonas del cuerpo.
Aun así, la prevención no puede ser absoluta, pues hay personas que por factores genéticos son más propensas a ellas. No obstante, la farmacéutica Rocío Escalante tranquiliza: “Hasta cierto punto sí es posible prevenirlas, manteniendo la piel muy hidratada siempre, y sobre todo en momentos de riesgo como el embarazo”.
Estas son algunas pautas que pueden servir para evitar que salgan o, al menos, para reducir su incidencia:
- Hidratar la piel en profundidad. “ Las cremas antiestrías ayudan a mantener la elasticidad de la piel. Se deben aplicar dos veces al día, mañana y noche, con un masaje”, explica la farmacéutica. Uno de los componentes más recomendandos antiestrías es la centella asiática. También la urea y los aceites (como el de rosa mosqueta o el de almendras dulces). Lo importante es que la piel esté muy bien hidratada para que pierda lo menos posible su elasticidad.
- Masajear la piel. Tal como comentaba la experta, la crema ha de aplicarse mediante masajes para que penetre en profundidad y la piel permanezca nutrida. Estos masajes estimularán, igualmente, la circulación sanguínea, lo que también puede ser favorable en la prevención.
- Cuidar la alimentación. Además de hidratar la piel, la embarazada debe hidratarse con alimentos saludables y bebiendo agua en las cantidades recomendadas. Seguir un menú saludable ayudará también a no pasarse con el peso, que es uno de los factores de riesgo de aparición de las estrías.
- Hacer ejercicio físico. Alejar el sedentarismo del día a día y practicar ejercicio físico (el permitido para cada embarazada) también es un punto a favor que puede ayudar a minimizar el impacto de las estrías y a controlar la ganancia de peso.
- Evitar hábitos nocivos. Las estrías afectan más a las pieles secas, por eso en personas que toman mucho el sol (por el efecto que este tiene resecando la piel) se dan más estrías. Por eso, hay que protegerse del sol en el embarazo y tras las exposición, usar crema hidratante. Igualmente, fumar aumenta el riesgo de que salgan estrías; un motivo más para no acercarse al tabaco durante el embarazo.
Qué hacer cuando han aparecido
Si, a pesar de todos los cuidados, las estrías aparecen igualmente, lo más probable es que hubiera un componente genético importante, por lo que no se pudieran evitar.
No obstante, no hay que resignarse. “Si las tratamos en la etapa inicial, podemos ver mejoría”, señala Rocío Escalante. Lo mejor es preguntar al dermatólogo por soluciones concretas en cada caso.
“Si ya llevan un tiempo en la piel, aconsejamos acudir a un centro estético, donde orientarán sobre posibles tratamientos”, destaca. Es mejor dejar esa visita para cuando termine el periodo de embarazo y lactancia, pues algunas técnicas están contraindicadas. Así, tras estas fases hay posibilidad de hacer peelings químicos, de aplicar láser o de dar cremas con tetrinoína, que antes no son aconsejables, pero que pueden mejorar la apariencia de las estrías en los meses posteriores al nacimiento del bebé.