Los cuidados extras en la playa o en la piscina son los primeros en los que pensamos si las palabras verano y tercer trimestre van de la mano. Y así debe ser, pero estos meses de calor no tienen porqué suponer un riesgo ni para el bebé ni para la madre. Siempre que tomes algunas precauciones. Por ejemplo, si vas a bajar un rato a la playa o a la piscina de tu urbanización, “es importante que evites la exposición solar y que utilices fotoprotectores adecuados o aceites solares hidratantes”, nos cuenta Remedios Navarro, farmacéutica y directora de estrategia de Mifarma by Atida Plus. Da igual qué hora sea.
Sin embargo, hay otros muchos aspectos que debemos considerar, siendo los problemas en la piel, la deshidratación y la hipertermia (que la temperatura corporal se eleve por encima de la normal, los 37,5 ºC) los riesgos más importantes para las embarazadas durante estos meses de más calor. Por eso, no solo se trata de cuidarse cuando te expones al sol, sino de mantener una dieta adecuada , beber suficientes líquidos o usar ropa ligera y cómoda. En todo caso, apuntan los expertos, lo fundamental es que la mujer atienda a la señales que le da su propio cuerpo .
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1. Ejercicio físico sí, pero en las horas de menor calor
Entre las posibles consecuencias de no beber lo suficiente, están las de sufrir deshidratación, taquicardia, fallo circulatorio por falta de riego sanguíneo en órganos vitales o, en el peor de los casos, sufrir un golpe de calor. Además, según informa la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), “una deficiencia de apenas el 2-3% en los niveles de agua en el cuerpo puede ocasionar un incremento importante en la densidad de plasma sanguíneo. Este problema, durante la gestación, se asocia a mayores riesgos de padecer trombosis venosa, infecciones urinarias, reducción en los niveles de líquido amniótico o estreñimiento”. Por ello, el Observatorio de Hidratación y Salud, por su parte, apunta que deben ser “un total de 3 litros de agua diarios lo que beba una mujer, incluyendo alimentos y líquidos, para asegurar un correcto estado de hidratación, tanto en la madre como en el bebé”.
4. Una dieta saludable e hidratante
Como acabamos de comentar, la dieta debe priorizar alimentos que, además de ser muy nutritivos, colaboren en la hidratación tanto de la madre como del bebé. ¿Y cuáles son estos alimentos? Sobre todo, la fruta, las verduras y los lácteos. Además, si pueden ser elaborados de una manera sencilla, limitando los enlatados y procesados, mucho mejor. Por otro lado, una recomendación que realizan los expertos y en la que inciden durante el verano es que la dieta sea fraccionada, es decir, raciones no muy grandes y distribuidas en cinco comidas diarias, más o menos en horarios lo más regulares posibles.
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5. Extremar los cuidados de la piel
El cuidado de la piel durante el embarazo, nos cuenta Remedios Navarro, “es clave”. En cualquier momento del año, pero durante el verano mucho más, pues los rayos del sol inciden con mucha fuerza y existe mayor riesgo de sufrir melasmas, manchas de color marrón claro o intenso, sobre todo, en la cara, frente y mejillas. Es lo que se conoce como máscara del embarazo y lo sufren hasta un 50% de las embarazadas. Para evitarlo, la protección es fundamental, pero también la utilización de jabones neutros o cremas que nos ayuden a regenerar la piel. No salgas a la calle sin ellas.
6. Usar ropa ligera y cómoda
Durante el embarazo, por lo general, se experimenta un aumento en la sudoración. Y, en verano, por supuesto, más. Por eso, es recomendable usar ropa ligera, muy cómoda y holgada. Si está confeccionada en tejidos naturales, mucho mejor, evitando que se oprima la cintura y las piernas, lo que evitará la aparición de varices. La ropa interior, por su parte, prioritariamente de algodón, llevando contigo una muda para cambiarte siempre que sea necesario.
7. Otros cuidados a tener en cuenta
Además de todas estas recomendaciones, hay otras de carácter general que no deberíamos olvidar durante los meses de verano, como:
- El necesario descanso de al menos 8 horas, ya que un embarazado en estado avanzando hace aumentar la tensión.
- Las precauciones a la hora de viajar. Los trayectos en tren o en coche son los más recomendables, haciendo paradas cada dos horas para levantarse y caminar. El avión, por su parte, es el menos indicado durante el último trimestre, necesitando incluso un certificado médico.