El movimiento es, junto al contacto con sus progenitores, una de las grandes necesidades de un recién nacido. Además de que les gusta mucho la sensación de moverse hacia un lado u otro, también les relaja y les divierte . Y a las pruebas nos remitimos: ¿Cuántos minutos de tu día pasas moviendo el carrito de tu hijo para que se duerma? Unos cuantos por lo menos. La razón no es más que la que acabamos de darte. Y, que les guste el movimiento, es muy beneficioso para su desarrollo físico y emocional .
Así nos lo confirma Iñaki Pastor, fisioterapeuta experto en pediatría y desarrollo infantil, que recientemente ha publicado un libro ¡Ayúdale a despegar! (Vergara), para que nos cuente por qué es tan importante dejar que nuestro hijo se mueva, ayudarle a ello y trabajar, por ejemplo, su equilibrio. Un trabajo que “debe comenzar desde bien pequeños” y en el que “hay que evitar malos hábitos que van en dirección contraria de lo que queremos, como el exceso de pantallas (teléfonos, televisión, etc) , que suponen un riesgo enorme para el desarrollo cognitivo y atencional”.
Además, le hemos pedido unos consejos prácticos para fomentar ese movimiento. Según nos cuenta el especialista el papel de los padres es fundamental: “ la clave es estar presente, implicarse y asegurar que ese movimiento tan instintivo y buscado por los pequeños, se fortalece y utilizarlo al máximo”.
Fomentar el movimiento libre del bebé
El gusto por el movimiento de los bebés, como afirma nuestro experto, “es una de las formas en las que la naturaleza le dice a los progenitores: ¡vamos! ¡hazlo!” Por ello, es de vital importancia fomentarlo.
¿Por qué a los bebés les gusta tanto el movimiento?
El movimiento es, junto al tacto, una de las columnas del desarrollo neurológico de una persona . No solo están en la base del desarrollo físico, sino también en el desarrollo emocional. El movimiento, que puede ser de varios tipos:
- Un movimiento suave, que puede dar seguridad emocional y calma, como por ejemplo al mecer, hasta el punto de provocar el sueño ligado a esa calma y confianza.
- El movimiento intenso e inesperado, como el juego o el bailar en brazos de los progenitores, mejora el tono muscular, el movimiento de los ojos, la orientación espacial y la adaptación frente a lo inesperado de la vida.
¿Es bueno entonces que le demos todo el movimiento que nos piden?
Es fundamental ofrecer movimiento a los bebés. Privarles de ello puede condicionar el futuro equilibrio, el desarrollo de las posturas durante el primer año, la propia atención y seguridad afectiva o la capacidad de adaptación en la vida. La propia ciencia está reflejando últimamente que el movimiento no es solo una recomendación, sino una necesidad. Investigaciones recientes están constatando dificultades en la lectura, con las matemáticas en niños más mayores y dificultades en el equilibrio.
Por tanto, ¿cómo podemos aprovechar y fortalecer estos beneficios del movimiento en su desarrollo?
Esos movimientos que ya empezaron durante el embarazo , con los movimientos intrauterinos de la mamá, y que siguieron con el parto, se deben hacer continuos poniéndose al bebé encima, jugando y bailando. Será aprovechado, sin duda, por el sistema nervioso del bebé para un desarrollo extraordinario que tocará lógicamente lo físico, pero también lo psicoafectivo . Es importante que los progenitores sean conscientes de que los miedos que tengan a la hora de mover a sus hijos puede condicionar la calidad de los estímulos que les damos durante los primeros años de vida.
Trabajar el equilibrio del bebé
Tan importante es el movimiento como el propio equilibrio. Una capacidad que no solemos desarrollar tanto como deberíamos.
¿Por qué es importante trabajar el equilibrio?
Los niños, ya cuando son un poco más mayores, adoran subirse a sitios algo elevados, caminar por bordillos o girar sobre sí mismos. Todos estos comportamientos están directamente relacionados con el equilibrio y pueden mejorar si lo trabajamos. Así, está inscrito en la naturaleza de los más pequeños desarrollar esta capacidad y es divertido para ellos, incluso los que tienen algún tipo de problemas.
Trabajarlo, lo tienen que trabajar ellos, pero podemos colaborar para que estas actividades sean seguras, organizando bien el espacio y estando presentes. Impedir estas respuestas por el miedo de los progenitores, de nuevo, impide que un niño pueda desarrollar todas sus capacidades sensoriales y de movimientos.
Consejos de un fisioterapeuta para el desarrollo físico de un niño
Como nos cuenta nuestro experto, “durante el primer año de vida se da el periodo más relevante para la organización del sistema nervioso del niño, desde el mismo momento en el que nace. Después, no tendremos tantas opciones para influir en él”. Entre sus recomendaciones para esta etapa están:
- El porteo, el meceo y el balanceo.
- Jugar, cantar y bailar con tu bebé .
- Tocarlos muchísimo, comérselos a besos para que se muevan.
- Pasar mucho tiempo boca abajo cuando estén despiertos y vigilados .
Todas estas prácticas “marcarán un buen desarrollo en su primer año, además de otros muchos detalles, como estimular su visión y ser muy expresivos mímicamente cuando nos comunicamos con ellos”.