El mes de mayo es sinónimo de exámenes y pruebas finales . Quizás para ti no y, seguramente, lo hayas olvidado. Pero tus hijos marcan esta fecha en el calendario con bolígrafo rojo y, según se acerca, se ponen más nerviosos. Un estado de ansiedad y estrés que puede provocarles cierta inseguridad e, incluso, dificultad para tomar decisiones. Y esto afectará, sin duda, a los resultados de su éxito académico .
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La ansiedad, que es el sentimiento que más generan los exámenes, afecta a nuestras acciones intelectuales y cognitivas, interfiriendo en la capacidad de atención de la persona, su memoria y concentración en la realización de las tareas de preparación, acentuando además la sensación de confusión y ese “ahora dudo de todo”.
Los padres, ante tanta inestabilidad, gritan un ‘¡sálvese quien pueda!’. Y hacemos eso, sobrevivir a esta época. Sin embargo, los progenitores podemos ayudarles a prevenir o eliminar ese estado de ansiedad. Para ello, hemos hablado con Aída Rubio, directora del Servicio de Psicología Sanitaria en TherapyChat, que nos advierte lo siguiente: “antes de preguntarte cómo eliminar la ansiedad, debes confirmar que lo que sientes realmente es ansiedad”. Y, atención, “ muchas veces los problemas de los niños (este también) tienen como origen a los padres, sean o no sean conscientes de ello . Así, un padre que es muy autoexigente consigo mismo, lo será también con sus hijos”.
Síntomas para reconocer la ansiedad
Según nuestra experta, además de que “seguramente veas a tu hijo muy agitado”, los signos de la ansiedad más frecuentes y fácilmente reconocibles son:
- Taquicardias.
- Falta de aire y opresión en el pecho.
- Sudoración.
- Vómitos e, incluso, alteraciones en la alimentación.
- Dormirán peor e, incluso, se resistirán a la hora de irse a la cama.
- Su estado de ánimo, en general, será diferente al habitual, con facilidad para el enfado y la irritabilidad.
- De entre las quejas físicas, “también importantes, destacan los dolores de cabeza y musculares que pueden ser consecuencia natural de la tensión física que están experimentando”. Por ello, puede aparecer una fatiga mayor a la habitual.
Son sensaciones que, una vez identificadas, pueden ayudarnos a gestionar este sentimiento y la inseguridad que todo ello genera, ese miedo a “perder el control e, incluso, dificultad en tomar decisiones que, seguramente, tenga efectos e influya notablemente en el resultado de las pruebas a las que los jóvenes se someten en estas fechas”.
Estos síntomas asociados a la ansiedad “son más probables, en general, dentro del sexo femenino a todas las edades, siendo más frecuente en la adolescencia (en el caso de los exámenes) ”. Es una etapa en la que, sobre todo para ellas, aparecen los miedos de tipo social, sexual y se produce una bajada de la autoestima . “Por supuesto, hay niños que ya desde pequeños son más sensibles a la hora de experimentar ansiedad, estos son más proclives también en esta época a sufrirla”.
Consejos para gestionar la ansiedad en época de exámenes
- Hay que ir descansado a un examen y cumplir con las horas de sueño previas , lo que nos ayudará a una mejor concentración y controlar los pequeños detalles de las pruebas.
- Intentar relajarse en los momentos previos. “Una infusión relajante la noche anterior o dar un paseo pueden ser dos hábitos perfectos”, nos dice la experta.
- Si el estado de ansiedad es muy agudo, se pueden aprender técnicas específicas de relajación , como el mindfulness, que nos ayuden a mantener la calma y la confianza antes y durante la prueba.
- Actuar siempre de forma tranquila, meditando las decisiones y prestando atención. Si te has preparado bien el temario, no tienes motivos para no confiar en tí mismo. El éxito depende, en ocasiones, de saber gestionar la tensión del momento.
- Siempre positividad. Los pensamientos negativos son siempre y en cualquier caso un fuerte distractor que no te permite afrontar lo que tienes delante de una manera relajada.
- Hay que relativizar desde el principio la gravedad que tiene suspender un examen. Seguramente, exista una segunda oportunidad y tú ya tienes mucho aprendido, piénsalo así.
- Evitar hablar con personas que sientan demasiada tensión o ansiedad por una prueba. Ni tienes que tranquilizar a las personas ni tampoco recibir más estímulos de los estrictamente necesarios.
- No pensar en lo que se sabe y no se sabe antes de entrar al examen. Los conocimientos que ya tienes adquiridos, ahí están, y los que no, no van a aparecer por arte de magia. Así que, lo mejor es no pensar ni hablar de ello con nadie. Nada de preguntas sobre el contenido con tus compañeros.
- Leer bien las instrucciones del examen. Aunque creas que es tiempo perdido, en realidad, es una inversión en la calidad de tu resultado final.
- Piensa en lo que eres capaz de hacer y concéntrate en ese pensamiento, para ir más seguro.
¿En qué casos es recomendable acudir a un experto?
Si desde casa no sabemos o no podemos darle la ayuda que nuestro hijo necesita, la experta asegura que es recomendable acudir a un especialista que pueda enseñarnos cómo hacerlo o, incluso, trabajar directamente con él . “Si observamos que nuestro hijo se siente desbordado por la ansiedad, que ésta es excesiva para la situación a la que se enfrenta o que no es capaz de estabilizarse y volver a la tranquilizad una vez que ha cesado, entonces, con total seguridad, es recomendable acudir a un psicólogo”.
Así, asegura, que “como padres es bueno saber delegar y aceptar que no siempre vamos a saber cómo ayudar a nuestros hijos y que no podemos ser expertos, somos padres”. En este caso, un psicólogo infantil es la persona idónea para enseñar a tu hijo a gestionar las emociones, incluida la ansiedad durante los exámenes.