Estos son los mitos postparto que deberías desterrar para siempre

Como nos cuenta el doctor, “no es cierto; de hecho, lo habitual es que no haya ni fiebre ni síntomas de malestar en la madre”. En realidad, los problemas que pueden aparecer en este caso vienen relacionados más a que el niño no mama bien. Eso sí, “hay que destacar que cada mujer experimenta una subida de leche totalmente distinta, las hay más progresivas y otras más intensas. En este último caso, la temperatura puede aumentar levemente”.

Existe cierta creencia de que los medicamentos empleados en la anestesia pueden afectar al bebé, pero esto tampoco es cierto. Como nos cuenta el doctor, “la mayoría de las cesáreas se practican con anestesia epidural o raquianestesia, procedimientos que emplean fármacos que actúan solo a nivel local y, además, totalmente seguras para el bebé”. Es más, “hay que favorecer incluso el contacto piel con piel, tanto en el parto natural como en la cesárea”, nos dice, por su parte, la doctora. Y es que, como ya hemos visto en alguna ocasión, “ el contacto piel con piel precoz aumenta el éxito de la lactancia materna y disminuye el tiempo de separación de la madre con el recién nacido, además de fomentar la participación del padre ”.

Por lo general, es cierto que la zona del útero y genitales de la mujer tarda entre seis y ocho semanas en recuperar su tamaño y dejar de sangrar por completo. Por eso, desde el punto de vista médico, se suele recomendar retomar las relaciones sexuales una vez se han pasado los primeros 40 días. Esto es, como nos cuenta la doctora, “porque es cuando se supone ha cicatrizado la episiotomía o puntos del periné, de la cesárea y han finalizado los loquios”. Así se evitan también posibles infecciones y, además, el momento no es el más idóneo para ello, por los siguientes motivos:

- Al principio, como nos cuenta la doctora, podemos sentir una disminución de la líbido.

- Notaremos la zona más dolorida de lo normal, con cierta rigidez y sequedad vaginal, sobre todo, en mujeres que están dando lactancia materna, por los cambios hormonales.

Por último, el Dr. Antonio Hernández nos recuerda que “si la mujer se encuentra bien, tanto física como emocionalmente, la pareja puede llevar a cabo otras prácticas sexuales que no tengan que ver con el coito”. Eso sí, se deben adoptar medidas anticonceptivas si no se desea un embarazo, porque es un período fértil .

No es necesario un reposo total de ejercicio nada más dar a luz. Es más, el doctor nos asegura que “retomar el ejercicio físico es variable, depende de cada mujer y de cada parto, las complicaciones que hayan podido existir o la inexistencia de ellos”. Lo más recomendable, eso sí, es “volver de manera gradual evitando ciertas actividades que puedan resultar intensas o perjudiciales para el suelo pélvico”.

La Dra. Gloria Martín, nos ayuda a concretar un poco más:

- Durante los primeros 40 días, es importante respetar el propio ritmo de recuperación de nuestro cuerpo.

- Tras las seis semanas de postparto y tres meses si es una cesárea, se puede empezar a realizar ejercicio como los de Kegel o hipopresivos, no hay ninguna contraindicación .

- Después, lo ideal es ir aumentando gradualmente y no dejar de trabajar el abdomen y el suelo pélvico.

“Esto es completamente falso”, asegura el doctor. La mujer que ha dado a luz debe ducharse y mantener una higiene habitual para evitar la infección de la cicatriz de la cesárea o de los puntos en el canal. “No es aconsejable una inmersión total en una bañera y piscina, hasta que las heridas cicatricen del todo”, porque la humedad juega en contra. Pero la higiene en sí “ha de ser rigurosa”, nos cuenta la Dra. Gloria Martín.

Una higiene que debe estar enfocada a las heridas. “Lo más importante es lavar la zona con agua y jabón, todos los días, mañana y noche, así como después de cada deposición”, nos cuenta.

- En el caso de puntos en el periné o episiotomía, es importante el cambio frecuente de compresas tocológicas para evitar que se maceren los tejidos y la infección de la herida.

- La cicatriz de una cesárea, por su parte, debe limpiarse diariamente con agua y jabón, secarla después con una gasa estéril y dejarla unos minutos al aire, no es necesario cubrirla con apósitos. Hay que evitar soluciones yodadas que se absorban y que pasen a la leche materna.

- Tras la retirada de los puntos, unos 7-10 días después, la sensación de hormigueo y adormecimiento es normal, “se tardará un tiempo en recuperar la sensibilidad en la piel”, pero es importante masajear la zona con una crema hidratante o aceite de rosa mosqueta.

Eso si queremos recuperar nuestra figura. Pero, en realidad, “es recomendable no utilizar estas prendas justo después del parto, porque entorpecen el trabajo de la musculatura abdominal”, nos cuenta el doctor. De hecho, para recuperar el tono, es mucho mejor realizar actividades como el pilates. Además, las fajas con forma de braga o pantalón obstaculizan la transpiración y puede, incluso, perjudicar la cicatrización.

Ahora, “el caso es distinto si se necesita para aliviar la sensación de descolgamiento o para mitigar molestias lumbares”. Si es así, se recomiendan fajas tubulares (una banda reforzada que se ajusta con velcro) y en momentos puntuales.