Ya sabemos que los factores medioambientales y los malos hábitos (como el sedentarismo, una dieta alta en grasas o la propia obesidad) intervienen de forma negativa en la salud reproductiva , tanto de hombres como de mujeres. Por ello, los expertos no dejan de recomendar una alimentación saludable si estamos buscando un hijo. Está directamente relacionada con la calidad reproductiva y el cuidado de la fertilidad .
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Dentro de esta recomendación de salud general, las clínicas de reproducción asistida GeneraLife han publicado un reciente estudio en el que han detectado cuáles son los errores alimentarios más comunes que pueden llegar a afectar a nuestro embarazo o a la búsqueda de uno junto a nuestra pareja a nivel celular. Es decir, qué carencias dietéticas son las más relevantes y frecuentes que provocan alteraciones celulares importantes. Y aquí es donde se han encontrado con la vitamina D .
Así, según la Dra. Gemma Fabozzi, que ha participado en el estudio, “consumir una mayor cantidad de alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos esenciales ayuda a cuidar la fertilidad, tanto en hombres como en mujeres, posicionándose en un lugar muy destacado la vitamina D”. Pero, ¿por qué?
Hablamos con la Dra. Carolina González Arboleya, ginecóloga de la Clínica Ginefiv, para que nos cuente por qué es tan importante la vitamina D durante el embarazo (tanto antes como después) y cuáles son los problemas que podemos tener si existe un déficit importante.
La vitamina D, imprescindible en la dieta de los futuros padres
Además de la importancia en la propia dieta de una persona en general, la vitamina D ha pasado a un primer plano de atención por su posible relación con la ayuda frente a la COVID-19 y también por su especial relevancia para la fertilidad . Así, una persona con una dieta en la que abunde esta vitamina tiene una mayor probabilidad de quedarse embarazada. “Son varios los estudios que relacionan la vitamina D con la calidad del tejido ovárico y el endometrio. Mantener estos órganos en buen estado, facilita la implantación del embrión”, nos cuenta la doctora.
Nos explica que “esta vitamina, en concreto, estimula la producción de estrógenos en los ovarios, promueve la maduración de los folículos y regula la expresión de genes involucrados en el éxito de la implantación embrionaria”. De ahí, su importancia. Además, la producción de ovocitos y el desarrollo embrionario posterior está asociado a la nutrición. Los antioxidantes mejoran la capacidad de la reserva ovárica, así como la calidad y la cantidad. Y no solo en las mujeres. Según nos explica la doctora, “los hombres también podrían experimentar efectos adversos, ya que la expresión de receptores de esta vitamina se ha encontrado en el tejido testicular y en los espermatozoides”.
Posibles problemas por déficit de vitamina D
Carolina González nos advierte de que los déficit de vitamina D puede afectarnos “tanto antes como durante el embarazo e, incluso, tras el parto”. Y puede hacerlo de la siguiente manera:
- Antes de la concepción: previo a la concepción, la deficiencia de vitamina D “se ha relacionado con la patogenia del síndrome de ovario poliquístico, la incapacidad para ovular de forma correcta e incluso con la endometriosis, patologías y situaciones que en ocasiones dificultan enormemente la consecución del embarazo”.
- Durante el embarazo: por otro lado, el déficit de vitamina D durante la gestación “se ha asociado a un mayor riesgo de padecimiento de diabetes gestacional, preeclampsia , retraso en el crecimiento del feto e incluso parto prematuro”. Además, según algunos estudios, su carencia parece tener relación con una mayor tasa de aborto espontáneo de primer trimestre.
- Tras el parto: la doctora nos aclara que esta vitamina esespecialmente importante “durante la lactancia, ya que realmente en el momento del parto la implicación de la vitamina D no es significativa. Este nutriente es un componente esencial de la leche materna. De hecho, la lactancia natural posee una concentración hasta dos veces mayor de este micronutriente en comparación con muchos preparados formulados. Asegurando una dosis óptima de esta vitamina en la madre lactante y en el recién nacido “conseguiremos un buen contenido mineral óseo del bebé y podremos prevenir así el riesgo de raquitismo nutricional o fracturas”.
En el caso de los hombres, nos cuenta la doctora, “concentraciones bajas de vitamina D se han relacionado con una alteración de la calidad espermática, lo que influye también en el éxito de conseguir un embarazo”. Así, como apunta la Dra. Mónica Aura, directora médica de la Clínica Ginefiv en Barcelona, “su déficit afecta negativamente a la calidad espermática, tanto a la cantidad como a la movilidad y morfología”.
Suplementación de vitamina D durante el embarazo, ¿sí o no?
La situación actual en la que nos encontramos, ha puesto de manifiesto la importancia de la dieta, especialmente en aquellos que buscan un embarazo, pues la COVID-19 ha contribuido al aumento del sedentarismo y el aumento de peso en la población general . Además de un incremento en los casos con déficit de vitamina D. Así, nos cuenta la doctora, “la evidencia actual sugiere que su suplementación se recomienda únicamente tras objetivarse un déficit mediante analítica de sangre”. Y es que, muchas veces, “ya tenemos niveles óptimos gracias a su fabricación por nuestro propio organismo, mediante la exposición moderada a a luz solar o gracias a su ingesta en una dieta rica en pescado, huevos o queso, por ejemplo”.