Los niños pasan muchas horas en el colegio. A veces, incluso más que con sus familias; por eso, cualquier cambio que tenga que ver con esta dimensión de su vida es trascendente.
Desde los amigos, hasta los profesores, las relaciones que entable en el recreo, el camino a casa, el comedor, las materias... configuran un mundo propio lleno de rutinas que, si todo va bien, confiere estabilidad al menor. Por eso si hay un cambio de centro conviene prepararlo para que lo afronte de la mejor forma posible.
Compartir o no las razones del cambio
Los motivos para cambiar de colegio al niño pueden ser muy variados. Desde un traslado de ciudad hasta una mudanza dentro de la misma localidad, un divorcio , la búsqueda de otro tipo de enseñanza o realidades más difíciles.
Pero, ¿se debe comentar con el niño la causa? “Está bien explicarlo ante situaciones de mudanza, cercanía a otro colegio y situaciones parecidas”, indica Gabriel Pozuelo, psicólogo especialista en niños y adultos (https://mipsicologomadrid.es). Pero si hablamos de razones más delicadas, la forma de actuar sería otra. “En temas más conflictivos o incluso de emergencia es mejor no explicarlo tan claramente. Un niño no necesita saber una explicación fiel a la realidad ,y más cuando la realidad es una situación grave. Podemos provocar que comience a pensar en temas que, ya solo por la edad que tiene, no debería saber”, recomienda el experto.
¿Hay que escuchar su opinión?
Ante la situación de un cambio de colegio, habrá niños que se muestren emocionados por esta perspectiva, y otros que expresen miedo y rechazo. ¿Desde qué edad habría que escuchar lo que tienen que decir al respecto? “Tener la opinión o punto de vista del niño siempre está bien; de hecho, muchas veces puede ser el niño el que diga que no se encuentra bien en su colegio o en su clase”, recalca el psicólogo. Según explica, a partir de los cinco años ya se puede recabar la opinión del menor, aunque, por su propia inmadurez, “es probable que no obtengamos información importante”.
En todo caso, hay que elegir bien el momento del cambio de centro escolar y, en la medida de lo posible, no hacerlo coincidir con otros acontecimientos relevantes en la vida del pequeño. Así, según apunta Gabriel Pozuelo, “la pauta general es ir poco a poco con los cambios. Si hay una situación que ha cambiado, hay que darle tiempo al niño para que se adapte a ella y cuando la haya asumido, entonces hacer un nuevo cambio”.
Este consejo tiene una excepción: si la situación que nos hace cambiarlo de colegio es grave, hay que hacerlo cuanto antes mejor.
Cómo ayudarle a integrarse en el nuevo colegio
Aunque el cambio de colegio sea aceptado de buen grado por el pequeño, es un momento nuevo para el que hay que estar preparado. Estas son algunas de las pautas que indica Gabriel Pozuelo:
- Llenarlo de confianza. “Hay que decirle que va a salir bien, que sabemos que lo va a hacer genial y que estamos seguros de que hará amigos ”.
- Facilitarle planes. Es importante que, al principio, los padres ayuden a fomentar las nuevas amistades, por ejemplo, promoviendo planes juntos, invitándolos a casa... “De media, tardamos 50 horas en hacer nuevos amigos, así que hay que facilitar que esa amistad prospere”, aclara el experto.
- Llegar a acuerdos. Para hacerle la transición más fácil, los padres se pueden ir comprometiendo con algunas pequeñas cosas que den seguridad al niño. “Te apuntaré a pintura en cuanto cambies de colegio”, “voy a ir a por ti hasta que tengas muchos amigos”... Se trata, en definitiva, de proporcionarles alternativas placenteras para ellos y también protección, “ya que a los niños la rutina les produce seguridad, y un cambio de colegio es un cambio de rutina enorme para ellos”.
- Explicarle los puntos positivos del cambio. Al niño le puede ayudar mucho que los padres le expliquen las ventajas del cambio y cómo repercutirán en él (”este colegio tiene piscina y podrás bañarte cada semana”).
Si el pequeño no reacciona de buen grado ante la decisión del cambio de colegio, obtiene también un valioso aprendizaje. Así, “comenzará a aceptar que hay situaciones de frustración que va a tener que asumir”, resalta el psicólogo.
Cuando hay un problema grave
A veces, la familia se plantea un cambio de centro escolar ante alguna situación insostenible, como el acoso escolar. Pero, ¿es la mejor forma de proceder sacar al niño acosado del centro escolar? “Si el colegio no reconoce o no hace lo necesario para protegerlo, es nuestra obligación y prioridad”, expone con claridad Gabriel Pozuelo que, no obstante ofrece otros pasos previos como “hablar con el colegio (si hace falta a diario) y enseñar al niño a defenderse”.
Además, el psicólogo recomienda “hablar directamente con los padres del niño que hace el acoso para que sean parte de la solución y, por supuesto, apoyar al pequeño de la casa en la medida de lo posible”.
Medidas como recoger al niño a la salida del colegio o incluso dentro del centro puede ser una buena opción para que el acosado se sienta protegido y el acosador, disuadido. “Generalmente, cuando el acosador se enfrenta a otra persona, y más a una persona adulta, puede dejar de provocar el acoso”, insiste.
No obstante, en el caso en que la situación sea insostenible, lo prioritario es proteger al menor, incluso con un cambio de centro.