Un interés por la lectura que no debería decaer, por lo que hemos querido hablar con algunos profesores a través de Kahoot! (la plataforma global de aprendizaje basada en juegos) para que nos den las claves definitivas para fomentar la lectura en los más pequeños . Son un total de seis y te contamos cómo ponerlas en práctica.
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1. Tener siempre en cuenta sus gustos y preferencias
Es esencial, como nos cuenta Fran García, maestro de Educación Secundaria del colegio EFA El Campico, “conocer los gustos de nuestros hijos e intentar buscar libros adecuados a su edad, a sus intereses y a temas que le gusten o le llamen la atención”. Primer paso importante si queremos que exista interés, lo que supone “una labor de investigación por parte de los padres que daría un resultado satisfactorio”. Pregúntale qué le gusta, observa qué le gusta más, con lo que se entretiene y ajusta sus lecturas.
Consejos para incentivar lectura en niños
2. Tomarse la lectura como un juego
Lo primero de todo es conseguir que los niños vean la lectura como un juego. Porque el juego es “la vía perfecta para hacer más atractivos los procesos de aprendizaje ante los niños, con actividades de entretenimiento para fomentar la lectura entre los más pequeños cuando estos no la encuentran como la opción más divertida”, afirma Fran García.
Él, por ejemplo, nos anima a preparar “un test para que los niños jueguen entre sí a adivinar qué esperan del libro, qué han aprendido sobre él, su historia o sobre el propio autor”. Porque el juego se comparte y hacerlo con la lectura, les aportará mucho más conocimiento. Investigar acerca del autor, de las leyendas que rodean las historias o jugar a un verdadero/falso de lo que hemos leído. Algo que podemos hacer en el aula, pero también en casa.
3. Lectura en casa y en familia
Para Fran García, la lectura conjunta, “tanto en casa como en la escuela es fundamental”. Según nos dice, en esta sociedad en la que vivimos, en la que cada vez le dedicamos menos tiempo a la lectura, “resulta esencial fomentar la lectura en ambos lugares. Combinarlos sería la mejor opción para trabajar tanto las competencias comunicativas como las de comprensión lectora”. Podemos leer en voz alta, coger diferentes personajes cada uno, poner en común cada capítulo que leemos. Hay mil formas de hacerlo.
4. Un club de lectura puede ser perfecto
Últimamente, sobre todo a raíz de que el mundo digital se puso al servicio de la lectura el año pasado, los clubes de lectura (tanto infantiles como juveniles y adultos) vuelven a estar en auge. Poco a poco, pero, como nos dice el maestro, “resultan especialmente interesantes para iniciar a los niños a la lectura de una manera amena y agradable”. Es una actividad en grupo que les animará.
Ahora, como nos dice Fran García, “será interesante siempre que esté adaptado a la edad y a las necesidades de los niños, pues les ayudan a crear, sobre todo, un hábito lector que debe estar siempre reforzado desde casa”. Podemos ir a la biblioteca de nuestra ciudad o a las librerías que cuenten con este programa cultural, pero siempre apoyado desde el hogar.
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5. Convertir a los niños en ‘influencers literarios’
Podemos aprovechar el auge de las redes sociales para buscar todos los canales a disposición de las actividades de lectura de los niños de una manera divertida y fomentar así el lado más atractivo de la literatura. Es decir, “convertir a los niños en protagonistas de este proceso lector, siendo quienes ayuden a divulgar sus historias favoritas”. Como ejemplo, Fran García nos sugiere lo siguiente: “una buena opción podría ser crear un blog con videoreseñas que pueden grabar los propios niños o trailers cortos en los que nos cuenten los libros que leen”. Podemos hacer un uso supervisado y razonable de las redes sociales para su difusión, siempre que ya tengan una edad adecuada.
6. Aliarse con la tecnología, una buena opción
Actualmente, uno de los grandes inconvenientes que aseguran los expertos nos impiden conseguir un buen hábito de lectura entre los más pequeños “es la dependencia digital que han desarrollado en torno a los dispositivos móviles”. Es cierto que las pantallas pueden convertirse en un detractor de la lectura, pero también pueden ser todo lo contrario, ya que la tecnología es una herramienta ideal para acercar de forma atractiva a los más pequeños. No solo, por ejemplo, con novelas o cómics que poder leer a través de ellos (muchas veces, ya llegan con actividades interactivas), sino “echando mano de plataformas digitales que ponen a prueba nuestro conocimiento de lo que leemos”, nos cuenta el maestro.
7. Transformar a los niños en autores
Como afirma Rubén Benet, coordinador del programa del Diploma de Bachillerato Internacional (BI Diploma), al que también hemos preguntado, “debemos darles la oportunidad a nuestros hijos de convertirse, ellos mismos, en creadores literarios de sus lecturas favoritas”. Para ello, podemos:
1. Dejar que inventen finales alternativos a las obras o historias que han leído.
2. Introducir personajes de unas obras a otras y pedirles que nos cuenten cómo cambiaría la historia.
3. Transformarles en actores de doblaje y que sean ellos quienes narren las historias con diferentes voces, como hacemos los padres cuando les leemos un cuento.