Son muy pocas las vacunas que, en realidad y por precaución, una mujer embarazada no debe recibir. Es el caso, por ejemplo, de las vacunas vivas atenuadas. Pero, como nos aseguran desde la Asociación Española de Pediatría (AEP), “la vacunación de la gestante es fundamental para proteger a la madre, al feto y el correcto desarrollo del futuro recién nacido” que, nada más que nazca, se enfrentará a enfermedades graves . Y la vacunación de la mujer embarazada, tanto antes, como durante la gestación y también después tiene tres objetivos fundamentales:
- Proteger a la embarazada, “ya que durante la gestación se producen cambios en el organismo que pueden aumentar la susceptibilidad a padecer algunas enfermedades y que estas revistan una mayor gravedad”. Es el caso, por ejemplo, de la gripe .
- Proteger al feto de posibles enfermedades que pueden afectar a su desarrollo. Por ejemplo, la rubeola.
- Y proteger también al futuro recién nacido, ya que, gracias al paso por la placenta de los anticuerpos que desarrolla la madre, el pequeño empieza a tener defensas frente a enfermedades que pueden ser muy graves durante los primeros meses de vida, como la tosferina.
Sin embargo, tradicionalmente hemos considerado que el uso de las vacunas estaba totalmente contraindicado. Una duda que ha salido aún más si cabe a la luz en estos últimos meses debido a la COVID-19 . Pero, en realidad, depende del tipo de vacuna y de las enfermedades de las que nos proteja. Para conseguir una guía completa y fácil que pueda servirte para orientarte en este tema, lo mejor es dividir las vacunas en tres etapas: antes del embarazo, durante él y después.
Vacunas antes del embarazo
En primer lugar, desde la propia AEM nos recomiendan tener una visión global de la salud de la mujer que incluya una evaluación de las vacunas que ya le han sido puestas a lo largo de su vida, “para garantizar un nivel de inmunización óptimo y correspondiente a su edad”. Debemos prestar especial atención a la inmunidad frente al sarampión, la rubeola -que puede causar graves problemas en el feto e, incluso, la pérdida de la gestación-, la parotiditis y la hepatitis B. Por eso, es importante que todas las parejas que buscan un embarazo y acuden a una consulta pregestacional, deban poner al día su cartilla de vacunación .
¿Qué ocurre si quiero o necesito vacunarme antes de la concepción?
Como nos dicen desde la AEM, “todas las vacunas que estén indicadas pueden administrarse, con la única precaución de que si son vacunas vivas atenuadas, debería evitarse la concepción durante, al menos, 4 semanas después”.
Vacunas durante el embarazo
En el caso de encontrarnos ya en un proceso de gestación, algunas vacunas pueden y deben administrarse de manera prioritaria y, algunas otras, están completamente contraindicadas. Entre las primeras, aquellas que están especialmente indicadas para la mujer embarazada, están:
- La vacuna contra la gripe: en este caso, el Plan Nacional de Vacunación considera a la embarazada como persona de riesgo frente a esta enfermedad, siempre y cuando la gestación coincida con los meses de mayor incidencia (desde diciembre hasta marzo). Además, no importa el trimestre del embarazo en el que te encuentres, te la podrán poner en cualquier momento.
- La vacuna contra la tos ferina (Tdpa). Aunque es una enfermedad que estaba casi erradicada, en la actualidad, se han dado casos de afectación a mujeres jóvenes embarazadas. Por ello, toda mujer gestante que no haya sido vacunada previamente ni ha sufrido la enfermedad con anterioridad debería vacunarse. Además, esta vacuna protege también contra la difteria y el tétanos, pudiendo proteger al bebé cuando nace, pues le llegarán los anticuerpos a través de la placenta. La AEM nos recomienda hacerlo, preferiblemente, entre las semanas 28 a 32 y, en todo caso, entre la semana 27 y la 36.
Además de estas dos vacunas, existen otras “no recomendadas rutinariamente”, pero que pueden administrarse si están indicadas por un riesgo de exposición elevado o susceptibilidad materna. Ahora, “deberán ser vacunas inactivadas, evaluando siempre el riesgo-beneficio”. Estas son:
- Vacunas incluidas en el calendario vacunacional, como son la hepatitis B, meningococos, neumococo, poliomielitis, tétanos y difteria . En el caso del tétanos, las dosis de recuerdo periódicas son igual de importantes y con más motivo si la persona se dispone a entrar en un quirófano y someterse a una herida. Y el parto es este caso. Según el propio Ministerio de Sanidad así lo confirma, además de informar de que “las mujeres que hayan tenido cinco dosis de vacuna contra el tétanos a lo largo de su vida ya estarían protegidas”.
- Vacunas para turistas y situaciones especiales, entre las que podrían suministrarse: cólera, encefalitis centroeuropea y japonesa, fiebre tifoidea parenteral, hepatitis A y rabia.
Por último, existen otro tipo de vacunas que no están recomendadas e, incluso, están completamente contraindicadas. Estas son:
- Vacunas no recomendadas: la vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH), las vacunas de la COVID-19 ARNm (de momento, se está evaluando su riesgo).
- Vacunas contraindicadas: todas aquellas vacunas vivas atenuadas, como son la fiebre amarilla, la fiebre tifoidea oral, la triple vírica, la vacuna de la varicela-zóster o la vacuna de la gripe intranasal.
¿Qué ocurre si me acaban de vacunar y estaba embarazada?
En el caso de aquellas mujeres que han sido vacunadas sin saber su estado de gestación, pasando esta inadvertida, desde la AEM recomiendan “ un seguimiento por el ginecólogo u obstetra ”. Así, “no existen pruebas de un efecto perjudicial para el embrión o el feto porque la madre haya recibido (por desconocimiento o error) alguna de estas vacunas vivas”. Por ello, la vacunación no debe ser nunca razón para la interrupción del embarazo.
Vacunas después del parto
En el caso de haber dado a luz, la AEM recomienda que “aquellas madres que no se vacunaron durante el embarazo deberán recibir, tras el parto:
- La vacuna frente a la tosferina.
- La vacuna contra la gripe, si es la temporada gripal, pues suelen ser ellas quienes contagian con más frecuencia a los recién nacidos de enfermedades infecciosas respiratorias.
- La vacuna de la varicela y la triple vírica si no estuvieran ya vacunadas con anterioridad”.
Además, para aquellas madres que duden de si vacunarse o no, porque están dándole el pecho a sus hijos, deben estar tranquilas, ya que la lactancia materna no contraindica ninguna vacuna “ni en la madre ni en el hijo” .