Entendemos por deporte inclusivo aquel que se practica en conjunto por personas con y sin discapacidad. Al margen de las probadas ventajas que el deporte provoca en la salud de sus practicantes, también tiene otras facetas como la socialización, que son especialmente importantes para los niños con discapacidad.
La inclusión en la sociedad de este colectivo tan vulnerable puede realizarse a través del deporte. Estos son todos sus beneficios y algunas iniciativas para apoyar el deporte inclusivo.
Incluir a través del deporte
La familia, el ocio, el deporte, el colegio... hay muchos ámbitos para incluir a los niños con discapacidad en la sociedad. En cuanto a la práctica deportiva, las competiciones inclusivas permiten que niños con discapacidad y sin ella se encuentren en un entorno diferente, lúdico, cooperativo o competitivo del que van a poder extraer muchos aprendizajes.
A la hora de escoger deporte para un niño con discapacidad, hay que tener en cuenta algunas cuestiones. “Debemos elegir uno u otro deporte en virtud de las capacidades funcionales del niño, si bien, al ser una práctica deliberada y elegida, debe ser el propio niño quien se decante por una, en función de sus motivaciones e intereses”, explica Javier Pérez, director de la Cátedra Fundación Sanitas de Estudios sobre Deporte Inclusivo.
“Por ejemplo, para un niño con discapacidad física el baloncesto puede ser una gran opción, mientras que para un niño con una discapacidad intelectual puede serlo el atletismo”, apunta el experto.
Es decir, no hay recetas únicas, puesto que la variabilidad de la discapacidad es inmensa, lo que puede llevar a elegir un deporte más adaptado a cada uno, aunque no sea inclusivo. En algunos casos, “los contextos específicos de práctica son necesarios también para su desarrollo”, destaca.
Practicar deporte juntos
“La participación en contextos deportivos de inclusión tiene importantes beneficios para las personas con discapacidad y sin ellas”, resalta el director de la Cátedra Fundación Sanitas de Estudios sobre Deporte Inclusivo.
Cada vez se unen más disciplinas a esta corriente inclusiva deportiva. Así, entre ellos, destacan “el triatlón inclusivo, deportes de invierno inclusivos (esquí alpino y snowboard), la natación inclusiva o el bádminton”, detalla Yolanda Erburu, directora general de Fundación Sanitas. Hay otros, como el rugby, que igualmente incorporan a jugadores con y sin discapacidad en sus equipos y en determinadas categorías de otros juegos como el fútbol también se hace.
Algunos de los beneficios de que chicos con y sin discapacidad practiquen deporte juntos son:
- Aumento de su bienestar físico, social y emocional.
- Mejora de la actitud de los jóvenes sin discapacidad hacia sus compañeros con discapacidad.
- Más interacciones y comunicaciones positivas entre los participantes.
- Mayor sentimiento de pertenencia al grupo de los chicos con discapacidad.
- Mejora del autoconcepto y de la imagen de sí mismos de los jugadores con discapacidad.
Además de estos, la práctica deportiva, sea cual sea su modalidad (inclusiva o no inclusiva), supone grandes ventajas para la salud de los menores con discapacidad, que suelen tener asociadas algunas enfermedades. Y, en el orden cognitivo, les permite interiorizar reglas, superar momentos de presión y gozar de mayor agilidad mental al tener que decidir de manera rápida según la situación.
¿Cómo mejorar la realidad actual?
Algunos niño y jóvenes con discapacidad no tienen oportunidad de participar en deportes inclusivos con compañeros sin discapacidad. Tras esta realidad hay varias causas, según indica Javier Pérez. Una de ellas es la falta de adaptación de las instalaciones y otra, la falta de concienciación en muchas entidades deportivas.
Para acabar tanto con las barreras físicas como con las dificultades de acceso a estos deportes inclusivos por la falta de formación de los profesionales, Javier Pérez aboga por aplicar “las medidas de accesibilidad universal pertinentes, tanto en las instalaciones, como en la gestión y la formación de los técnicos y gestores deportivos”.
Además, es fundamental dar a conocer esta posibilidad. En ese sentido, Fundación Sanitas ha organizado los I Juegos Inclusivos. Tal como cuenta Yolanda Erburu, será “la primera competición con deportistas olímpicos y paralímpicos que se desarrollará bajo estos parámetros inclusivos y que convertirán a la ciudad de Madrid en la capital mundial del deporte inclusivo”.
Estos I Juegos Inclusivos se celebrarán en el último trimestre de 2021 (tras haber tenido que ser aplazados por la pandemia) y cuentan con el apoyo del Consejo Superior de Deportes, el Comité Paralímpico Español y el Comité Olímpico Español, además de por el resto de organismos que forman parte de la Alianza por el Deporte Inclusivo, creada en 2010.