La sangre nos asusta mucho. A todos. Al menos, la que no sabemos por qué se produce. Y más cuando se trata de un embarazo . Esto es lo que ocurre con el conocido sangrado de implantación. Suele ser un sangrado escaso, dura poco tiempo y algunas mujeres lo describen como “una regla o menstruación algo rara” o “ un manchado al margen de su ciclo menstrual ”. No aparece siempre, pero cuando lo hace, nos ponemos nerviosas. Sin embargo, vamos a explicarte qué es y por qué aparece, además de cómo distinguirlo de una menstruación o de un sangrado intermenstrual.
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Así, el sangrado de implantación puede ser uno de los primeros síntomas de embarazo , apareciendo antes incluso que la propia falta de menstruación, o puede darse semanas más tarde. Así, como nos ha contado el Dr. José Alberto Rodríguez León, de la Unidad de Obstetricia y Diagnóstico Prenatal del Hospital Quirónsalud Madrid, “muchas veces este sangrado aparece cuando la mujer ya conoce su estado de gestación”.
- Si aparece antes, no debemos precipitarnos, pues como nos explica el doctor, “ el momento idóneo para hacer un test de embarazo es cuando la esperada menstruación no llega o, tras unos días, aparecen otros síntomas sugestivos como náuseas, vómitos, molestias abdominales o este sangrado anómalo”.
- Si lo hace después de confirmar la gestación, “puede producir cierta preocupación, pero si el sangrado cede rápidamente no hay motivo para alarmarse”.
Qué es el sangrado de implantación
Para entender lo que es el sangrado de implantación, nos cuenta el doctor, tenemos que saber que “la fecundación del óvulo por el espermatozoide se produce, en la mayoría de los casos, en las trompas de Falopio. Pero, simultáneamente, se producen una serie de cambios en el tejido que tapiza la cara interna del útero, lo que conocemos como endometrio, que tienen el objetivo de favorecer la implantación del óvulo ya fecundado una vez llegue al interior de la cavidad uterina”.
Este proceso se denomina implantación y consiste en que “el óvulo fecundado invade el endometrio, dando lugar a la proliferación de dos tejidos”:
- Primero, el trofoblasto.
- Después, el corion.
Al cabo del tiempo, entre 12 a 14 semanas, ambos constituirán lo que conocemos como placenta. “Para este proceso y con el fin de nutrir y oxigenar el embrión, se crean multitud de vasos sanguíneos nuevos y finos que, si se rompen, pueden sangrar y producir lo que llamamos sangrado de implantación”, nos explica el experto.
Cómo diferenciar un sangrado de implantación de una menstruación
Para diferenciar el sangrado que se tiene durante la menstruación de lo que llamamos sangrado de implantación, debemos fijarnos en los siguiente:
- Se trata de un sangrado más ligero que el propio de la menstruación, además sin coágulos.
- Su color es de un rosado suave o rojo oscuro, pero ya tirando a marrón, similar al que se produce al final de la menstruación. El que descartamos es el rojo intenso.
- Su duración es muy variable, desde unas horas hasta dos o tres días.
- Sin embargo, su intensidad es mucho menor que el sangrado que se produce con la menstruación, con un volumen leve e intermitente.
Cómo diferenciar un sangrado de implantación de uno intermenstrual
Otra duda que nos surge, pues hay mujeres que sufren pequeñas pérdidas de sangre a lo largo del ciclo, que han venido llamándose sangrados intermenstruales, es cómo diferenciar un sangrado de implantación de uno de ellos. Las causas son totalmente diferentes, pues en el caso del sangrado intermenstrual, “estas pueden ser orgánicas ( como polipos endometriales, cervicales o miomas ) o funcionales (como alteraciones hormonales, la mayoría de ellos transitorios y no graves)”. En este caso, el doctor nos explica en qué debemos fijarnos:
- Suele ser más escaso en cuanto a volumen de sangrado.
- Puede aparecer entre 4 y 6 semanas después del inicio de la menstruación anterior, a diferencia de posibles sangrados intermenstruales, que suelen presentarse a mitad de ciclo o a lo largo del mismo en cualquier momento y tiene una duración y un volumen muy variable, aunque suele ser escaso”.