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sexualidad en los adolescentes © Bea Caballero

Adolescentes

10 cosas que los adolescentes deberían saber (sí o sí) sobre el sexo

Respondemos a sus dudas y preguntas más frecuentes


Actualizado 8 de julio de 2021 - 12:47 CEST

Una de los principales temas que  más nos preocupa abordar con nuestros hijos y que a ellos seguramente les da un poco de reparo o vergüenza es el sexo . Es importante y debería dejar de ser, de una vez por todas, un tabú. Sin embargo, como sabemos que es complicado, hemos querido hablar con Mamen Jiménez, más conocida como La Psicomami, que acaba de publicar su libro Yo te lo explico (Oberon), con el que nos ayuda a saber  qué, cuándo, cómo y dónde hablar de todo lo relacionado a la sexualidad con nuestros hijos . Desde lo que es un preservativo hasta el tema de la homosexualidad o la  anatomía de los genitales .

Como ella misma afirma, “no hay guías ni recetas que seguir al pie de la letra, porque cada niño es completamente diferente y cada familia tiene sus valores e ideas”. Pero sí que existe una especie de “caja de herramientas” que nos pueden servir para preparar y desarrollar lo que ella llama “la piscosexualidad” de nuestros hijos de un modo sano y feliz. Con ella nos sentamos para preparar este decálogo de  preguntas más frecuentes entre nuestros hijos adolescentes  y cómo poderles dar respuesta.

cuestiones previas a la adolescencia educar sexualmente desde la infancia© AdobeStock

Cuestiones previas a la adolescencia: educar sexualmente desde la infancia

Como bien nos afirma Mamen Jiménez, “para poder abordar determinados temas en la adolescencia (ya sean sobre sexo o no) es fundamental haber creado un clima de confianza con nuestro hijo desde siempre, desde mucho antes”. Así, si queremos hablar de anticonceptivos , de conductas seguras o de relaciones de pareja y que nos escuchen, es clave haber sido, lo que nuestra experta llama “padres preguntables”. Es decir, haber contestado a sus preguntas desde pequeños. En casa no puede haber tema tabú y todo debe ser abordado con naturalidad.

Entonces, ¿cuándo hay que empezar a hablar de sexualidad con nuestros hijos? La respuesta que nos da Mamen Jiménez es “desde ayer y no en forma de charla con un tenemos que hablar”. Se trata de dar confianza, que se sientan escuchados, respetados y comprendidos. Si esperamos a la adolescencia, como dice nuestra experta, “llegaremos tarde”. Por eso, el primer punto de nuestro decálogo debe ser dar respuesta a sus preguntas desde el primer momento en el que las formulan.

cambios f sicos y hormonales las primeras inseguridades© AdobeStock

Cambios físicos y hormonales: las primeras inseguridades

Uno de los primeros temas que debemos abordar con nuestros hijos son los cambios corporales que se avecinan. Y, como afirma Mamen Jiménez, “anticiparnos cuando se acerque la pubertad”. De esta forma, normalizarán esos cambios y se sentirán un poco menos inseguros. Porque la inseguridad es uno de los grandes problemas de esta etapa y hablar con ellos mejora su autoestima, sabrán que es normal, que les pasa a todos y que es “lo esperable”.

A las preguntas...sobre los cambios en nuestro cuerpo, como el tamaño que debería o no tener su pene, el aumento de su pecho o el vello que les empieza a crecer.

Una respuesta...que les ofrezca seguridad y les haga normalizar la situación.

la intimidad es fundamental para su desarrollo sexual© AdobeStock

La intimidad es fundamental para su desarrollo sexual

No necesitan ser muy mayores para que te empiecen a preguntar por su cuerpo y su sexualidad. La intimidad en este punto, es importante. Empiezan a explorarse cuando son pequeños y, por tanto, como respuesta a sus preguntas (además de dárselas), “es vital que les demos espacio e intimidad para hacerlo”. En la adolescencia, incluso mucho más. Porque, cuando ya son un poco más mayores, nuestra labor y nuestras respuestas deben ir orientadas a explicarles “qué es la sexualidad y qué son esos cambios que experimenta su cuerpo”.

De esta forma, conocer su cuerpo “es clave para empoderarlos y que se sientan sus propios dueños. Algo que les protegerá de posibles malas experiencias y les hará más felices”.

A las preguntas...sobre su sexualidad como, por ejemplo, la existencia del punto G.

Una respuesta...no tanto una respuesta verbal (que también) como darles el espacio necesario para explorarla.

el porno y el primer contacto con el sexo© AdobeStock

El porno y el primer contacto con el sexo

Se estima que la edad media en la que se ve por primera vez porno, ya sea de manera voluntaria o involuntaria, es a los 12 años. Antes de esta edad, debemos anticiparnos a explicarles “lo que es realmente el sexo, ofreciéndoles modelos reales y referentes saludables”, nos cuenta la experta. Debemos hacerles ver, en el momento de que tengan su primer contacto con el porno, “que eso no puede ser lo que consideren sexo de verdad”. Así, es importante que entiendan que las relaciones sexuales llegan desde el deseo y el consentimiento, buscando el disfrute. No se trata de hacer check en una casilla, como “debo perder la virginidad antes de los 17 años”.

A las preguntas…(seguramente no formuladas explícitamente) sobre lo que pueden sentir o percibir en sus primeros contactos con el porno.

Una respuesta...de respeto y tolerancia hacia su cuerpo. Tenemos que darles las herramientas necesarias para que tomen decisiones saludables, para que tengan espíritu crítico (tanto con ellos mismos como con los demás y en sus relaciones). Es importante que hagamos hincapié en que juzguen de manera correcta los mensajes que les llegan desde el cine y las redes sociales. El porno es porno, no la realidad.

las enfermedades de transmisi n sexual© AdobeStock

Las enfermedades de transmisión sexual

Afortunadamente, nos confirma nuestra experta, que las enfermedades de transmisión sexual “son algo que, cada vez, se abordan más y mejor”, aunque nos sigue faltando información. Por eso, ahí deben estar los padres. Los adolescentes tienen, en muchas ocasiones, mitos activos acerca del sexo, de los riesgos que suponen algunas prácticas y esto hace que se expongan . Por eso, lo fundamental es “que conozcan los procesos de transmisión y las conductas de riesgo, derribar los mitos y creencias que pueden tener al respecto y que sepan qué hacer para protegerse”.

A las preguntas…sobre el sexo en general y las enfermedades de transmisión sexual, como qué es el herpes o el VIH.

Una respuesta...primero, de escucha. Saber qué conocimiento tienen al respecto. Muchos de ellos suelen pensar “que si se hace de tal forma, no conlleva riesgo (y es erróneo)”, o “como es este amigo o amiga de confianza, seguro que no tiene nada”. Informarles de que siempre existe riesgo y lo que tienen que hacer para evitarlo.

los m todos anticonceptivos© AdobeStock

Los métodos anticonceptivos

En este caso, como siempre, cuanta más información, mejor. Podemos adelantarnos nosotros para explicarles que existen métodos anticonceptivos, tanto de barrera como hormonales, pero “debemos hacer hincapié en el preservativo, tanto masculino como femenino”. Informarles de que es el condón el que les protege tanto de las infecciones de transmisión sexual como de un posible embarazo no deseado e, incluso, en el caso del sexo oral. Así, el método de protección en la adolescencia “ha de ser el preservativo, porque es el más seguro, evita embarazos e infecciones y no suponer carga hormonal”, nos confirma la experta.

A las preguntas...sobre sus primeras relaciones sexuales y los métodos anticonceptivos.

Una respuesta…que les haga entender, como afirma Mamen Jiménez, “que al tener relaciones sexuales es importante que SIEMPRE con protección”. No es negociable, incluso en las relaciones homosexuales, porque aunque no exista riesgo de embarazo, sí que se mantiene el riesgo de contraer infecciones. No son métodos anticonceptivos ni la marcha atrás ni la conocida píldora del día después. No hay que ceder.

los masturbaci n tambi n es para ellas© AdobeStock

Los masturbación también es para ellas

“Por supuesto que debemos hablar de masturbación con nuestros hijos”. Así de rotunda es Mamen Jiménez al preguntarle por ello, pero además nos dice que debemos hacerlo “tanto con los niños como con las niñas”. Porque cuerpo tienen todos y todos se tocan, no existen diferencias de género. Esto es un problema por los mensajes que venimos lanzando, que condicionan las respuestas y que, al final, tienen repercusión en la sexualidad de la vida adulta: a ellas se les dice que eso no se hace o se calla, mientras que a ellos se les da a entender que está bien e, incluso, se les ensalza. Esto es incorrecto.

La masturbación, aunque a muchas familias les da cierto reparo, es algo que se produce desde pequeños y que forma parte de un desarrollo saludable, tanto en la infancia como en la adolescencia y la vida adulta. No tiene nada de malo, no es negativo ni causa ningún problema, “más bien al contrario”, nos dice la la experta. “Intentar inhibirlo o condenarlo hará que no conozcan su propio cuerpo y que eso que les da placer se vea como algo malo”.

A la pregunta...sobre la masturbación, tanto femenina como masculina.

Una respuesta… “que ni censure ni anime”, nos confirma la experta. Debemos darles a entender que “es algo natural. Podemos aprovechar este momento, por ejemplo, para explicarles conceptos como el de la intimidad y la privacidad y que son cosas que se hacen en privado y no deben ser castigadas”.

la menstruaci n y la primera vez© AdobeStock

La menstruación y la primera vez

Un aspecto que sí es exclusivo en todas las mujeres, tiene que ver con todo lo relacionado a la menstruación o a esa primera vez. Es muy común que las niñas preguntan sobre la edad a la que comienza la menstruación y sobre los cambios concretos que experimentan en su cuerpo durante el ciclo menstrual. Implica cambios hormonales que afectan a su deseo sexual y otros aspectos. Un tema que ha de abordarse, de nuevo, de manera anterior. Ahora, uno de los aspectos claves es su primera relación sexual vaginal penetrativa. En este momento, es importante explicarles que no hay que asustarse si existe un posible sangrado (y explicarles por qué, por la rotura del himen, la membrana que cubre de manera parcial la entrada a la vagina) o de las medidas higiénicas y de protección que han de tener. Y, sobre todo, hablarles del respeto hacia su cuerpo y sus deseos.

A las preguntas...sobre la menstruación, por qué mis amigas la tienen o no, por qué me duelen los pechos o si la primera penetración duele y puedes sangrar.

Una respuesta...explicativa y, sobre todo, comprensiva. Dedica todo el tiempo que necesiten.

aspectos concretos en las relaciones sexuales© AdobeStock

Aspectos concretos en las relaciones sexuales

Durante las relaciones sexuales, hasta a los adultos se nos van planteando dudas. Las más comunes entre los adolescentes son: ¿tragar el semen es malo? ¿qué pasa si quiero empezar a practicar sexo oral?¿qué medidas higiénicas debería tomar si me apetece practicar sexo oral o, incluso, anal? Y, así, multitud de preguntas concretas relacionadas con el acto sexual. En este caso, como en todos, es importante hablar desde el cariño y, como insiste Mamen Jiménez, “insisto, nuestro papel es estar ahí, siempre”. Responder siempre desde el respeto, sin juzgar.

los homosexualidad heterosexualidad y todas sus formas© AdobeStock

Los homosexualidad, heterosexualidad y todas sus formas

Por último, Mamen Jiménez nos apunta que “no tiene sentido plantear una educación diferenciada en base a una posible homosexualidad: lo que necesitan nuestros hijas e hijos, siempre, sea cual sea el caso, es sentirse aceptados y apoyados en casa”. En todos los casos, es positivo que tengan “referentes diversos, que conozcan personas de distinta orientación y diferentes modelos de familia”. La homosexualidad no es ningún problema ni trastorno ni conlleva una mayor probabilidad de desarrollar, por ejemplo, problemas de ansiedad o depresión si se tratan con naturalidad. Como afirma la experta, “cuando aparecen estos trastornos, se debe a factores sociales y familiares, al rechazo y la discriminación a la que están expuestos”.

Ante las preguntas...sobre su posible homosexualidad.

Una respuesta...más bien previa de crear buen ambiente, en la que tengamos cuidado con las cosas que decimos y los mensajes que lanzamos en casa con respecto a ello. Porque si nuestro hijo o hija es homosexual y en el hogar se ha condenado esa opción, “sentirá que está mal y que, por tanto, no lo debe ser”. Esta no es una opción.